Ellos lo sabían, amarse estaba mal, no era correcto.
Estaban tan enfermos y lo peor es qué, no deseaban curarse.
Sabían que no estaban hechos el uno para el otro, pero también, que estarían desechos el uno sin el otro.
꒰ ♡ : minho top ¡! seungmin bo...
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Era el primer día en la facultad de medicina para Seungmin, a decir verdad estaba muy nervioso y a la vez emocionado. Porque al fin, después de tantos años iba a empezar su carrera para ser un increíble doctor. Desde que era pequeño, veía programas de televisión sobre medicina con su madre y ahí fue comenzó interesarse por aquello. Soñaba con llegar a ser un gran médico y salvar muchísimas vidas. Gracias al cielo que su madre lo apoyaba en todo, ella siempre le demostraba cuan orgullosa estaba de él y cuanto lo amaba.
Su madre era increíble, era la más atenta, amorosa y preciosa de todas... simplemente se había sacado la lotería con ella. Estaba tan agradecido con la vida por haberle tocado una madre como ella, tan compresiva y espectacular.
Aquel día Seungmin llegó con su madre, él estaba muy triste e incluso estaba llorando. Ella se preocupó tanto, pero lo que sucedía era que aquel pequeño de quince años estaba por confesarle algo.
—¿Qué tienes, mi amor?—lo abrazó—¿Por qué lloras?
No sabía cómo decirle, solo sabía que quería confesárselo, quería que su madre y mejor amiga lo supiera de una vez por todas; que era gay.
Tenía tanto miedo de su reacción, por alguna razón sentía que ya había pasado antes por una situación igual y había sido rechazado. Claro, debió haber sido un sueño, pero lo sentía tan real... que en verdad estaba temeroso y muy triste.
—Tengo que decirte algo muy importante, algo que no quiero ocultártelo a ti.
—Anda cariño, dime ¿qué pasa?—comenzó a preocuparse más.
—No quiero decepcionarte y perdón si lo hago—lloró más. Y no entendía porque le dolía tanto—Pero soy diferente, yo... a mi... me gustan los chicos, mamá. Soy gay.
Ella soltó un "owww" y lo abrazó con más fuerza. No le tomó por sorpresa porque ella ya lo sospechaba, pero solo esperaba a que su hijo se lo confesara algún día.
—¿Decepcionarme de ti por eso?—lo apartó para mirarlo—¡Por supuesto que no, mi vida! Al contrario, estoy orgullosa de ti por ser tan valiente.
—¿Valiente?
—Si, lo eres—sonrió—Te amo con todo mi corazón, ¿si? Nunca dudes que mamá siempre lo hará, eres el motor de mi vida.
—Te amo también—sonrió también mientras borraba las lágrimas de sus ojos. Era un alivio que su madre lo haya aceptado—Eres la mejor madre de todas. En mi otra vida debí ser alguien muy bueno para merecerte ahora.
Y así fue como se lo confesó, a partir de ese momento comenzó a sentirse más libre de ser quien era, libre de salir al mundo con la cabeza en alto. Pues solo necesitaba el apoyo de su madre para sentirse invencible.
Meses después, Seungmin comenzó a tener sueños muy extraños en dónde estaba con un chico que no lograba poder ver su rostro, pero si podía ver su silueta, incluso en unos de esos sueños pudo ver su mano entrelazada con la suya, la mano ajena tenía anillos entre los dedos y pudo observar que aquellos eran muy largos. Podían llamarlo loco, pero se había enamorado del chico de sus sueños, cada noche esperaba para dormir para poder verlo de nuevo. Se sentía tan feliz, en sus sueños podía sentirse una sensación de amor tan increíble y pura.
