Ellos lo sabían, amarse estaba mal, no era correcto.
Estaban tan enfermos y lo peor es qué, no deseaban curarse.
Sabían que no estaban hechos el uno para el otro, pero también, que estarían desechos el uno sin el otro.
꒰ ♡ : minho top ¡! seungmin bo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Maratón 1/3
Minho había estado buscando la manera de pedirle a Seungmin que fuese su novio, pensó en varias cosas, pero ninguna le convencía. No quería hacer algo muy exagerado, simplemente quería hacerlo especial. Después de estar buscando por varios días consejos en internet, finalmente el día había llegado. Y Seungmin estaba muy contento porque lo había invitado a tener una cita, por lo que pasó mucho tiempo arreglándose en su habitación, cambiándose de ropa una y otra vez, mirándose al espejo para asegurarse de que se viese bonito y finalmente estaba listo. Quería verse perfecto para Minho, pero lo que no sabía era que él lo veía perfecto todos los días estuviese arreglado o no.
Había pasado tantos años, en aquellos donde admiro su belleza día con día, donde fue testigo de lo hermoso que se ponía año tras año, lo había visto recién levantado, con los ojitos hinchados por llorar, lo había visto enfermo, saliendo de la ducha y aún así le parecía él chico más precioso del mundo entero.
Era una ventaja estar enamorado de alguien que podía ver todos los días, pero también fue una tortura al no poder hacer nada con todo el amor que tanto moría por darle. Afortunadamente aquello había pasado y ahora podían darse todo el amor que quisieran, claro que a escondidas, pero eso era lo de menos.
—Joder, te vez increíble amor—le halagó al mismo tiempo que le daba la vuelta para admirarlo—Ahora tendré celos de que alguien te miré.
—No seas tontito, Hyung—sonrió dulcemente—Nadie me miraría porque tú das miedo.
—No es verdad.
—¿Crees que no he visto como miras a las personas que se me quedan viendo?
Oh, realmente creyó que no.
—Para que no miren lo que es mío—lo jalo del brazo para acercarlo y posar la mano sobre su espalda—Mi bebé, de nadie más.
—Solo tuyo—se inclinó un poco para darle un beso—¿A dónde iremos?
—Salió la película de tú caricatura favorita, iremos a verla.
—No lo soy—se cruzó de brazos—Estoy por cumplir dieciocho.
—Seguro, andando—le dio la mano y salieron para dirigirse al auto. Obviamente tenían que ir al cine más lejano que hubiese para poder estar tranquilos sin miedo a que nadie los viese. Por lo qué debían salir más temprano para llegar a tiempo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
