✨【𝟶𝟷 】✨

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Los rayos del sol se asomaban mientras las puertas de aquel centro comercial se abrían dando paso a los niños que entraban junto con sus padres, mucho entusiasmados y gritando lo que querían hacer, mientras que otros se encontraban calmados tratando de no separarse de sus padres para no perderse, ¡Ese lugar era inmenso! Era muy fácil perderse.

Entre bastidores, esperaban unos cinco animatronicos a que les dieran las siguientes órdenes sobre que deberían hacer, normalmente irían a cada una de sus recreativas para pasar tiempo con los niños que esperaban con ansias jugar con ellos, pero debían esperar a que les dieran la orden para poder ir pues estaba en su código y si infringían las normas serían confiscados hasta nuevo aviso... La seguridad de ese lugar era muy intensa.

–Llevamos media hora esperando, ¡Ya lo hacen solo para hacerme enojar! -Habló un caimán que movía su cola de un lado al otro un tanto irritado por tener que esperar a que un guardia de seguridad les diera luz verde.- ¡Esto ya no es divertido, Vanessa! -Gritó a los cuatro vientos esperando que un milagro les ayude a que aquella chica recibiera ese mensaje de alguna manera, este ataque de impaciencia hizo reír a sus compañeros que se veían más tranquilos que él.

–No es para tanto, Monty. -Habló con un tono suave el pollo blanco más baja del grupo, era muy buena para calmar los pequeños arrebatos de ira de su compañero, eran muy buenos amigos a pesar de que sus personalidades chocaran bastante.- Seguro la guardia Vanessa debe estar cansada, nunca la veo dormir...

–La guardia Vanessa se preocupa mucho por la seguridad del Pizzaplex, se siente culpable cuando algo malo suele pasar. -Habló un conejo de colores cálidos con ropa formal, él estaba de baja por problemas en su código y no podía ir al escenario con ellos pero aún así los acompañaba tras bastidores para hacerles compañía.- Además creo que acaban de abrir las puertas hace unos minutos, seguro nos dejarán aquí un rato más.

– ¡Agh! ¡Ya no aguanto un minuto más aquí! Sus caras me están fastidiando más de lo normal. -Comentó entre risas al ver cómo tanto la loba como el oso principal se llevaban sus manos a su pecho ofendidos, esto hizo gruñir al caimán que solo se acomodaba los lentes en forma de estrella que tenía.- Es una broma... No sientan que su ego bajó, si estuviera hablando en serio los habría hecho llorar.

– Ya quisieras, lagartija. -Habló la loba grisácea con un tono egocéntrico mientras acomodaba su cabello que estaba en perfecto estado.- Yo soy la mejor y mi ego es más grande que tú cara de cu-

–¡Glamrocks! Aquí estoy. -Habló una voz femenina bastante cansada mientras cruzaba una puerta tratando de recuperar el aliento, seguro se había puesto a correr para llegar más rápido, tenía unas ojeras que ocupaban la mayoría de su cara y entre bostezos y pasos largos se acercaba a los animatrónicos que esperaban con ansias a lo que les fuera a decir.- Lamento haberlos hecho esperar... Estaba ocupándome de otras cosas, me disculpo, por un momento casi se me olvida venir acá para asignarles sus horarios del día de hoy.

La chica señaló unos papeles que tenía a la mano, entregando uno a cada uno de aquellos robots que se veían ansiosos de poder ir a darles la bienvenida a los niños, excepto el conejo que no recibió ningún horario pues no se supone que debía presentarse en público hasta nuevo aviso.

–Se ve muy cansada, guardia Vanessa. -Habló el líder de la banda de pelaje naranja, se preocupaba mucho por los demás.- Debería descansar más a menudo, nadie la va a matar si descansa una o dos horas.

–No puedo, Freddy. Debo tomar el horario de la mañana ya que Debbie dijo que estaba enferma... Además soy la única que revisa las cámaras las 24/7, no puedo dejar que nada se me pase de largo, si algo pasa sería mi culpa.

✨𝐒𝐮𝐧𝐬𝐡𝐢𝐧𝐞 ✨【𝐺𝑙𝑖𝑡𝑡𝑒𝑟𝑔𝑜𝑙𝑓 𝐹𝑎𝑛𝑓𝑖𝑐】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora