𝐋𝐀 𝐏𝐑𝐈𝐍𝐂𝐄𝐒𝐀 𝐃𝐄𝐋 𝐒𝐔𝐑 - 𝐊𝐨𝐬𝐡𝐚𝐫 𝐓𝐫𝐨𝐯𝐢.

𝐕𝐈𝐈𝐈

- Su majestad, la princesa Ronia pidió audiencia con usted.

El guardia de la puerta de la oficina del emperador hablaba con cierto miedo, la princesa se veía furiosa al otro lado de la puerta.

- Déjala pasar.. - Hablo el emperador con cierta alegría en su voz.

La alegría que se esfumó cuando vio como la princesa lo miraba de manera dura, lo cual le causó otro peso encima, extrañaba como era de dulce su amiga con el antes.

- Te sienta el morado.. - Hablo el emperador tratandonde sacarle una sonrisa.

- Ya lo se - Afirmo ella de manera soberbia - Pero no eh venido a hablar de lo bella que soy Sovieshu.

- ¿Que sucedió ahora?, ¿Quieres cambiar algo en tu Alcoba?

- Es mucho más grave que eso, pero si pudieras cambiar las cortinas por unas más oscuras te lo agradecería mucho - Dijo mientras se sentaba encima del escritorio haciendo que el emperador girará levemente su silla para poder verla de frente.

- Bien, ¿De que veías a hablar? - Pregunto el.

- Quiero saber porque has estado consintiendo tanto a tu amante, se ah sobrepasado y tu igual, Navier es la oficial y ella la otra, así o ¿más claro? - Hablo mientras cruzaba sus brazos.

- Navier es quien no deja tranquila a Rastha - Hablo el emperador, quería a la princesa de su lado aunque eso no fuese posible.

- Sovieshu, ella desde que ah llegado al palacio solo ah causado problemas, mi muñeca por ejemplo.

- Dijiste que no era relevante.

- No le tenía tanto rencor como ahora, además, ¿Como te humillas haciendo amante a una esclava fugitiva? - Pregunto ella.

- Rastha no es una esclava, solo que Navier te ah metido todas esas..

- Navier no me ah dicho nada, los rumores corren por los pasillos del palacio y su total falta de modales y educación confirman que es verdad.

- Eso podrías solucionarlo tu, pero claro, Navier es más importante.

- Claro que lo es, es mi mejor amiga, mi hermana, la emperatriz, ¿Porque pondría sobre ella a tu amante?

- Porque yo la pongo por encima - Dijo ganándose un golpe.

- ¡¿Te estás oyendo?! - Pregunto totalmente molesta la princesa - ¡Esa chica es una amante!, ¡Es descartable!, ¡Tu gusto por ella se esfumara tarde o temprano y que harás entonces eh?!

-¡Yo amo a Rastha! - Exclamo molesto el emperador.

- ¡Claro que si, igual que yo ah sada...! - Estaba diciendo sarcasticamente hasta que dio cuenta de sus palabras - ¡Eres un idiota!

- ¡Estas hablando con el emperador Ronia!

- ¡Princesa Ronia! - Lo corrigió - ¡Consejera real del imperio del sur!, ¡Estratega, poligota, y soldado, ¡Prometida del príncipe Sadashi eh influencia mundial! - Hablo enumerando sus títulos y habilidades, estaba claro quien tenía más poder en esa sala - ¡No me provoques!

- ¿¡Acabas de amenzar a tu emperador?! - Sovieshu estaba furioso.

- ¡Acabo de advertirte, si la amas tanto como dices piensa como persona coherente! - Hablo ella - Eres mi amigo, pero no tolerará que hagas menos a la emperatriz por una amante, te juro Sovieshu, que si ella derrama una maldita lágrima por ti.. sabes cual sera tu castigo.. Puedo crear un levantamiento con una frase.

- ¡No me tomarán enserió si lo haces, ni el pueblo, ni la corte!

- Estas advertido, ella es mi hermana, ojala y no sufra, porque sabes que cumplo lo que digo.

La princesa salio de allí y cuando observo el camino vio a koshar quien la miró con una sonrisa.

Fue hacia ella y tomó su cintura antes de levantar la y hacerla girar en el aire, provocando que ella riera y sus mejillas de sonrosaran.

Al bajarla la abrazo y dejo un beso en su frente antes de irse sin decirle nada a buscar a su hermana.

Ronia sonrió y lo miro irse antes de pasar por las puertas hacia el jardín, donde se encontró a su prometido.

- ¿Que haces aquí cariño? - Pregunto ella - ¿No nos veríamos pata el almuerzo?

- Si, pero, quería sorprenderte, al parecer, estabas con Koshar.. denuevo..

- Enrealidad.. yo salí de hablar con sovieshu, y koshar por lo que parece estaba de buen humor.

- Se nota... ven, tenemos que hablar.

Tomo de la cintura a la princesa, la cual se removió algo incomoda por la acción de el, su tacto se sentía helado al compararlo con el de koshar.

La llevo hacia adentro de los jardines y en un silencio incómodo camino junto a su prometido.

- Quiere que te alejes de Koshar.. - Hablo el príncipe haciendo que ella lo mirara de manera rápida.

- ¿Disculpa? - Pregunto ella.

- Si, es lo que quiero, no es justo para mi, que soy tu prometido.

- ¿Que cosa no es justa Sadashi? - Pregunto ella - Koshar y yo nos conocemos hace años.

- ¿Y lo pondrás por encima de mi? - Pregunto el desconcertado a la dama.

- ¿De donde salió esto?, ¿Porque me pides tal tontería? - Pregunto ella de manera curiosa y a la vez distante, le parecía absurdo.

- Los rumores vuelan, todos saben de su amorio hace no más de 5 inviernos.. me haces quedar como estúpido al pasar tanto tiempo con el.

- ¿A que te refieres? - Pregunto - Koshar y yo, ya no sentimos nada romántico por el otro, somos amigos, así quedamos y así seguiremos.

- ¿El quiere eso? - Pregunto el príncipe.

- ¿Porque desconfias... - Ella no podía decirle que confiara en ella porque aveces estando con koshar ni ella media sus acciones.

- ¿El quiere eso? - Reitero la pregunta.

- Por supuesto, ¿Desde cuando eres inseguro? - Dijo ella en casi una burla.

- No soy inseguro - Hablo el tratando de creérselo.

- Pense que habías superado esa etapa, por eso acepte este compromiso Sadashi.

Anteriormente el príncipe Sadashi era una persona extremadamente insegura y celosa, por lo mismo la princesa sentía miedo de que alguna vez le hiciera daño, puesto a que se ponía muy violento en esas circunstancias.

- Lo hize, pero no te quiero ver cerca suyo, ¿Entendiste? - Pregunto tomando su brazo fuertemente, agarro la mano de su prometido tratando de que soltara su brazo, la estaba lastimando.

- No acatare órdenes ridículas ni emocionales, piensa antes de actuar, porque antes de ser tu prometida soy una princesa, una que podria acabar con el imperio al que perteneces, no tienes poderio sobre mi, recuerdalo.

Se soltó de su agarre y camino hacia su Alcoba, odiaba cuando Sadashi se ponía de esta forma, le causa mucha incertidumbre lo que podía hacerle.

Pero ella no valía tan poco como para solo asentir con la cabeza y quedarse detrás suyo, conocía su valor y no dejaría que alguien le quitara eso.