Dating my Celebrity

Capítulo 1: Una Ajetreada Llegada

Fátima

Caminé a través del aeropuerto, me sentía super cansada. No había podido dormir debido a los incómodos asientos del avión. «Dieciséis horas de vuelo en clase turista... ¿En qué estaba pensando? Bueno... Mínimo el vuelo lo cubrió la beca...» Me consolé mientras el dolor corporal me hacía sufrir en silencio. Lo que había facilitado mi vuelo fueron mis gloriosos audífonos y mi maravillosa playlist de kpop, me la había pasado tarareando y haciendo mini bailes en el asiento al escuchar mis canciones favoritas. ¡Espero que el pasajero a mi lado no me deteste demasiado!

Bufé en cuanto bajé del maletero la gran bolsa de mano, juro que casi me deja sin aire, al menos había logrado llevarla conmigo y no junto a la maleta que estaría en quién sabe dónde. Sólo a mí se me ocurría traer tanto equipaje, era ridículo. Había decidido cargar con todo aquello que me recordaba a mi casita sin importar el costo del peso extra en equipaje. Suspiré, solo de pensar en toda la ropa deslavada y vieja que había traído conmigo cuando de seguro que en cuanto saliera de compras por Gangnam, dejaría de utilizar todo aquello... ¡Sin mencionar el problema del espacio en la minúscula habitación en las residencias universitarias! Sobé mi cabeza, no era momento de pensar en mis malas decisiones ¡Necesitaba salir de aquí! Camino entre la gente, arrastrando aquella enorme maleta que en cualquier momento me arrancaría el brazo por su peso, traté de que mi cansado cerebro recordara lo aprendido en mis clases de coreano.

«Concentrate, concentrate... Lee con atención y calma, Fati» Deteniendome en medio del tráfico de personas que se dirigían con rapidez a sus respectivos destinos, miré una vez más los carteles, no sabía hacia donde ir a continuación y... «¡Nooop! ¡¡¡No carburo!!!» Sólo veía garabatos, no entendía nada... Más bolitas y más palitos... ¡Necesito descansar! No lograba entender las indicaciones del aeropuerto, ¿dónde queda el área de los taxis? Tal vez debería usar Google Traductor, ¡mi maestro de coreano me mataría si se enterara de esto! ¡No me juzguen! No he dormido lo suficiente, ¡No pueden esperar mucho de mí!

«¡Debí dormir más!» Me regañé de mala gana, ¡pero yo qué culpa! La noche antes al vuelo a Corea, el sueño no llegó a mí debido a la emoción; ahora, entre que sólo veía garabatos y que sentía que en cualquier momento mis brazos morirían al arrastrar el pesado equipaje, quería llorar. «¡A ver Fátima no seas ridícula! ¡Tranquilízate!» Después de tomarle fotos a los carteles y escanearlos con el traductor, logro llegar en una sola pieza a las enormes puertas de cristal. ¡Primer obstáculo superado! Siento la fresca brisa de Seúl, era como si la ciudad me diera la bienvenida...

—¡Ahhhh!—Procedí a desinflarme cual globo, dejando escapar todo el aire que había estado reteniendo por la preocupación y cansancio, me coloqué frente a las grandes puertas de cristal del aeropuerto, cerca de la zona de taxis. Comencé a dar pequeños saltitos para después girar—. ¡El olor a Corea! ¡Corea, aquí estoy! ¡He llegado! ¡Ahí les voy TYF, EXO, Seventeen, TXT, Lee Min-ho!

Pero antes de que pudiera continuar con mi pequeño bailecito de la felicidad... «¡Alto! ¡Concéntrate, Fati!» Me obligué a bajarle dos rayitas a mi emoción para así poder concentrarme en lo siguiente. Segundo objetivo: Un taxi vacío. ¡Y ahí me ves! Celular en mano con traductor listo, tratando de comunicarme con un par de taxistas. Le hablo en inglés a la aplicación y luego dejo que escuchen la traducción al coreano, luego ellos hablan y yo escucho la traducción al inglés. «¡Alguien... Ayuda...!» Rogué en silencio al sentir como poco a poco la escasa energía que mantenía en mi cuerpo se agotaba. ¡Ni siquiera me había tomado el tiempo de admirar el aeropuerto! «¡Eres un caso perdido, Fatima!» Pensé, al saber que no disfrutaría mucho del trayecto del aeropuerto a la universidad, la cabeza me dolía demasiado y los párpados me pesaban. Sólo quería llegar a las residencias de la universidad y tumbarme en la cama a dormir por horas...