Dating my Celebrity

Capítulo 24: Un Joven Trainee y un Futuro Incierto

Hyung-sik

Cuando era trainee no hubo un día en el cual pensara que merecía tomar un descanso, ni siquiera podía darme el lujo de suspirar aliviado. La competencia era interminable al igual que el estrés. ¿Y cómo no serlo? Son muy pocas las personas talentosas que logran volverse aprendices y de esa minoría son menos los que debutan. Muchos piensan que después de esa dura época las preocupaciones desaparecen, que el periodo de ansiedad y estrés se dejan atrás para vivir una vida de ensueño... Sin embargo, solo el 0.1% de quienes debutan tienen éxito. Es peor que tratar de ganar la lotería porque tu futuro depende de ello. Y vives en constante miedo de tocar fondo emocionalmente.

Ahora que lo miro en retrospectiva me pregunto en qué estaba pensando ese idiota soñador de 17 años al presentarse a aquella audiciones. Me cuestiono a mí mismo, pero no me arrepiento de nada.

A veces era difícil verse completamente feliz todo el tiempo y no es porque no estuvieras agradecido por el lugar en el que estás, simplemente ese agotamiento que se apodera físicamente de ti, poco a poco va a comenzar a invadir también tu mente. No es posible ser perfecto.

—¡Comenzamos en diez minutos!

La voz del coreógrafo se hizo oír en el pequeño salón de baile, los trece chicos presentes dejamos de estirar para levantarnos del piso y tomar posición en línea recta frente al espejo. La pequeña y poco reconocida compañía se llamaba Star Music Entertainment, la cual era dirigida por un dúo de renombrados y exitosos productores. Estaban por lanzar su primer y único grupo para mediados del año, el cual habían decidido que sería masculino. Fuimos muchos aprendices en los últimos seis años, pero el tiempo fue disminuyendo la cantidad hasta quedar únicamente trece. La cuestión era que sería un grupo de nueve, ni más ni menos. Algunos tendrían que quedar fuera.

"No sé lo que va a pasar... ¿Debutaré?" Ese pensamiento rondaba mi cabeza noche y día, a veces este ambiente podía ser tan exigente que no sabes qué esperar, tal vez mañana serías enviado a casa y tu sueño se queda truncado, a la espera de una nueva oportunidad. ¿Qué más queda? Solo debemos soportar un poco más para estar un paso más cerca de hacer lo que amas.

Imito los movimientos que hace el coreógrafo frente a todos nosotros, tratando de que mis pasos sean precisos y limpios, intentando ocultar que el baile no es mi fuerte y disimulando los pequeños detalles. Tal vez era el hecho de que era parte de los trainees con menos entrenamiento, pero nunca fui tan bueno como los demás y siempre hubo cosas en las que podía mejorar, mi única fortaleza era la perseverancia. "Si practico mucho, llegaré a donde quiero estar..." Eso es lo que siempre pensé.

Fui aprendiz por tres años y fue difícil porque nadie me dijo: "Vas a debutar en TYF". Simplemente no había nada decidido, así que me la pasaba ansioso todos los días e incluso dudaba de estar en el camino correcto. Ahora que lo miro ocho años después, sé que ese periodo de preparación fue fundamental para poder durar todo este tiempo en el escenario.

En ocasiones, cuando me encontraba tirado en el piso de la sala de ensayos con los pies llenos de ampollas y los músculos cansados, sin poderme levantar después de practicar toda la noche hasta el amanecer sentía que no practicaba lo suficiente. Todos trabajan duro, excepto yo. No iba a ser fácil.

Hubo muchos momentos en los que pensé: "Esto no es para mí". Llegué a querer dejar atrás ese loco sueño mío, pero cuando conocí a los demás miembros comencé a retomar esa seguridad respaldada por mi pasión. Al final nos ayudamos mutuamente a sobrellevar el debut.

—¡No!—La música cesó abruptamente y el coreógrafo nos señaló—. ¡Otra vez! A sus puestos, repetiremos la parte del coro. ¡Seis, siete, ocho y...!