-¡Soy yo! - Grito desesperada Hermione al ver los ojos furiosos de Draco que aún la tenían acorralada contra la puerta, su varita pinchaba contra su cuello lastimándola.
-¿Por que me golpeaste en quinto año?- gritó furioso.
-¿De que hablas?- protestó intentando zafarse de su agarre. Más era completamente inútil. El era mucho más grande que ella y la tenía bien agarrada.
-¡Responde !- gritó otra vez. Sus ojos ardían en llamas.
-Te golpee en tercer año, fue por Buckbeak- se atropelló con las palabras, estaba a punto de llorar.
El la soltó lentamente mientras dejaba caer su cabeza con un gran suspiro. Se giró, estaba tan enojado que no podía siquiera mirarla. La idea de volver a perderla... no sabia como lidiar con ello.
-¿Donde mierda estabas?- preguntó en un susurro intentando controlar su voz.
-Con los Weasleys- respondió como si fuera obvio Hermione mientras se sobaba el cuello.
-No es cierto, Potter me comunico cuando dejaste la madriguera, y eso fue hace más de una hora Granger- la acusó.
-Fui a dar un paseo- se limitó a decir. Maldito Malfoy ¿Por que no se metía en sus asuntos? Paso a su lado mientras se dirigía a la cocina por un vaso de agua.
-No tienes permitido andar sola, mucho menos por la noche- le recordó Malfoy siguiéndola.
Hermione estaba por llenar su vaso pero lo dejó con fuerza sobre la mesada. Lo conocía perfectamente, estaba buscando pelea.
-No he pedido ni tu permiso ni el de nadie. Tampoco lo necesito para salir cuando a mi se me antoje- le recalcó Hermione señalándolo con un dedo acusador, se estaba comenzando a cabrear.
-Todos los malditos aurores andan detrás de tus faldas cuidándote. Lo mínimo que puedes hacer es quedarte donde te dicen- le siseo Draco, intentaba controlar su mal genio.
- ¿Sabes que? Los libero de la responsabilidad. Ya no quiero mas guardias en mi puerta- respondió firmemente Hermione. Sus ojos brillaban de la furia que contenía. Volvió a tomar el vaso de la encimera y lo llenó con agua del grifo, su cabeza comenzaba a palpitar y los oídos le zumbaban.
-Vaya Granger, para ser la bruja más brillante de la generación eres bastante estúpida. Ellos siguen prófugos por si no te has enterado y posiblemente estén detrás de ti- le recordó el rubio. No lograba entender porque era tan testaruda y necia.
-Pues los invito a terminar lo que comenzaron- terminó gritando la castaña dejando el vaso con un sonoro golpe, las lagrimas se acumulaban en las comisuras de sus ojos y un gran nudo atoraba su garganta.
-No te atrevas a repetirlo- amenazó Malfoy tomándola del brazo para obligarla a mirarlo a la cara. Sus ojos grises parecían mercurio liquido, penetrándola con una intensidad y una preocupación completamente evidente. Si tan solo ella supiera lo que habían sido las semanas en que estuvo cautiva...
Las lagrimas terminaron escapando de los ojos de Hermione, ella ni siquiera tuvo la fuerza para seguir conteniéndolas. Se sentía tan exhausta que tranquilamente podría desmayarse allí mismo. Malfoy aflojó el agarre en su muñeca cuando vio sus mejillas convertidas en ríos, no, el no tenia el derecho de hacerla llorar otra vez.
De repente ella se llevó una mano al pecho mientras un extraño sonido brotaba de su boca. Un dolor tan atroz sacudió su corazón, como si lo estuviesen pinchando desde adentro, como si se estuviese quemando como en el ritual. Cayó al suelo de rodillas siendo sostenida por Malfoy.
-Granger ¿Qué ocurre?- le preguntó asustado.
Más ella no contestaba, se encontraba doblada sobre su pecho mientras lloraba desconsolada, su mano comenzó a arder en el lugar donde la runa había sido tatuada.
-¿Qué tienes?- preguntó desesperado Malfoy intentando despegar los brazos de Hermione para examinarla, la impotencia lo estaba abrumando.
-Trae a Zabinni- susurró con lo poco que le quedaba de voz.
-¿Qué?- pregunto sin comprender.
-Que traigas a Zabinni, ahora- urgió Hermione intentando respirar.
Malfoy obedeció y desapareció, a los pocos minutos apareció con el moreno del brazo. Ambos hombres se acercaron a la chica que seguía en la misma posición.
-¿Qué esta pasando? Es de madrugada- reprochó Blaise, pero solo recibió una mirada dubitativa de la castaña.
-Gracias, puedes irte- Dijo Hermione mirando al Malfoy.
Este la miró con el ceño fruncido. No comprendía nada de la situación. ¿Le pedía que traiga a Zabinni y ahora que se fuera? El moreno rápidamente entendió y asintió con la cabeza a su amigo para que se fuera tranquilo. Draco soltó un bufido y abandonó la casa de un portazo.
-Bien, ya se fue ¿Cuál es el problema?-
-Tus pociones no funcionan- dijo lentamente Hermione, mientras sacaba de entre sus ropas el collar que llevaba colgando.
El moreno se arrodillo a su lado y miró la pequeña botellita que le había dado y con asco vio como la tierra en su interior estaba podrida. Se la arrancó de un ritón y la observó detenidamente, si, todo el interior estaba ennegrecido, incluso había moho, jamás en su vida había visto algo así. Inmediatamente Hermione comenzó a respirar mas tranquila, el dolor en su pecho seso de golpe y la runa ya no quemaba.
-¿Que le hiciste? Esta podrida- reprochó Blaise.
-Yo no le hice nada, solo la he llevado puesta desde que me la diste- respondió la castaña enojada por la acusación.
-¿Y por que la llevas puesta tu?- preguntó sin comprender.
-Te dije que no puedo decirlo-
-No Granger, hasta aquí, no seguiré en el proyecto si no se con que estoy trabajando. Mira el collar, mira la tierra- dijo tendiéndole la botellita -Absorbió magia oscura, esta contaminada-
-Me estoy muriendo Zabinni ¿Feliz?- respondió con un largo suspiro Hermione.
Le contó todo, el hechizo, el complejo ritual llevado a cabo, le mostro la runa tatuada en su pecho y le explicó como las llamas ingresaron por ella, el propósito y las consecuencias de todo lo que le habían hecho. Blaise se mantuvo en silencio escuchando atentamente, no podía creer lo que le decía. Luego de un rato miró su reloj y vio lo tarde que era.
-Bien, por el momento no te vuelvas a colocar el collar, ya no sirve, lo único que hace es envenenarte, tampoco tomes las pociones, las revisaré y prepararé algo nuevo. Nos veremos mañana, quiero unas muestras de tu sangre y quiero examinar esa runa con más detalles, además tengo que investigar el hechizo ahora que se contra que me enfrento- Hermione simplemente asintió.
-No cuentes nada, nadie sabe nada de esto, ni siquiera Harry y Ron- le pidió.
-Imagino que tampoco Malfoy- aseveró el moreno con una ceja en alta. Ella negó con la cabeza. -Bien, el secreto esta a salvo- tomó su capa y se dirigió a la salida. Antes de irse se volvió a ella, estaba sentada en el suelo abrazando sus rodillas con la mirada perdida en algún punto fijo. La imagen de la chica de la cual estaba enamorado su mejor amigo le rompió el corazón. -Oye- la llamo. Ella levantó la cabeza, sus ojos estaban cristalinos -No te vas a morir Granger- concluyó.
Finalmente abandonó la casa, junto a la puerta, en la helada noche estaba Draco haciendo su guardia. El rubio se giró al escucharlo salir, sus facciones estaban duras y frías, sus ojos llenos de reproche y desconfianza.
-Ella estará bien- dijo el moreno sin darle importancia a los celos de su amigo.
-¿Por que tu?- preguntó secamente.
-Tranquilo, estará bien- volvió a repetir, más para si mismo que para Malfoy, y sin decirle más desapareció, con la importante misión de salvar la vida del amor de Draco, su amigo de tantos años, no, él no dejaría que perdiera más personas amadas.

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Resiliencia.
FanfictionTres años han pasado de la Segunda Guerra Mágica, pero parece que el caos aun no ha terminado para Draco Malfoy y Hermione Granger. Les dejo el link por si se quieren pasar a ver un corto que cree sobre la historia, son 3 partes en el mismo TikTok: ...