Capitulo 12

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Sonidos entremezclados llegaban a sus oídos, voces enojadas por aquí, un llanto silencioso por allá, gente arrastrando los pies, pitidos y tintineos mientras se esforzaba por abrir los ojos. Cuando por fin lo logró el silencio reinaba a su alrededor, luego de unos pesados parpadeos logró enfocar la habitación, estaba en San Mundo.

-Hermione...- suspiraron con alivio a su lado. Ginny estaba sentada junto a su cama, los ojos vidriosos y la nariz roja delataban que había estado llorando. Una figura se removió en su lugar frente a la ventana. Malfoy apartaba la mirada de ella para contemplar el paisaje, su rostro cerrado e ilegible, los músculos de su mandíbula fuertemente apretados.

La puerta de la habitación se abrió dando paso al sanador y Blaise que sonrieron sorprendidos al verla despierta.

-Es bueno volver a ver tus ojos- dijo Garren mientras revisaba su pulso.

- ¿Qué paso? - se atrevió a preguntar Hermione, la habitación estaba inquietamente en silencio. La tención era prácticamente palpable.

-Tu corazón falló, tuviste un infarto, llegaste a aquí sin signos vitales-

Oh mierda. Hermione miro a las personas que tenía alrededor, todos con semblantes tristes y agotados, menos Malfoy, que parecía solemnemente serio, enojado, casi parecía aburrido. Su cerebro intentaba procesar lo que había pasado, tenía un leve recuerdo de ella destruyendo los muebles de su casa, pero nada más venía a su cabeza.

- ¿Por qué no dijiste nada? - le reprochó Ginny en un susurro, las lágrimas habían comenzado a correr por sus mejillas.

-Estoy bien...- intentó tranquilizarla.

- ¡Estabas muerta Hermione! - explotó su amiga - ¿Por qué no nos contaste lo que estaba pasando? - los hipidos hacían temblar su voz y solo pudo esconder su rostro tras las palmas de sus manos mientras seguía llorando.

- ¿Se los contaste? - preguntó angustiada la castaña al sanador, se sentía traicionada, no tenía derecho.

-Creí que lo sabían-

-Yo... empezó a elaborar una excusa, pero de repente se dio cuenta - ¿Dónde están Harry y Ron? -

- ¿Dónde crees? - El alma de Hermione se vino al suelo, ellos habían salido corriendo a encontrar a los mortifagos, justo como ella no quería que pasara.

-Lo siento- alcanzó a susurrar tomando una de las manos de Ginny, era ella quien estaba muriendo, pero se veía en la obligación de tener que consolar a los demás.

Las siguientes horas pasaron como si las viera a través de un espejo, estaba tan cansada que apenas era capaz de mantener sus ojos abiertos mientras el sanador le hacía preguntas ¿Qué es lo último que recuerdas? ¿Te sentías desorientada antes de perder la conciencia? ¿Sabes en que año estamos? Zabinni por su parte había confeccionado nuevas pociones que fueron combinadas con vitamínicos y otras cosas que solo lograron revolverle las tripas. Fue demasiado evidente las miradas furiosas de Malfoy hacia su amigo, y como este simplemente lo ignoraba mientras trabajaba en ella. Ginny se limpiaba algunas lágrimas silenciosas cuando nadie la veía e intentaba pintar una sonrisa en su boca, que no llegaba a sus ojos cristalinos. Hermione simplemente quería irse de allí, al refugio de su departamento, a enterrarse en los confines de su sillón, sin miradas de lastima, sin tratos especiales, sin la promesa vacía de que todo iba a estar bien.

Al llegar noto que habían arreglado el desastre que había hecho en su sala, los libros y fotografías estaban enteros y en sus correspondientes lugares, Malfoy la había acompañado y estaba encendiendo la chimenea mientras ella se daba una ducha. Para cuando ya estaba sentada en el sillón con su manta y un café en las manos fue que se dio cuenta.

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⏰ Última actualización: May 12, 2023 ⏰

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