Capitulo 6

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El Invierno Más Largo

Porque el invierno más largo

No es aquel que susurra escalofríos

En los valle y cordilleras del campo.

Bañando los árboles del monte

Con su fino velo blanco.

El invierno más largo,

Se ha sentado en tus ojos.

Vistiendo tus labios de palabras grises

Robando tu voz, de dulce canto.

Pareces haber olvidado

Que soy flor bonita en tus brazos.

Y aunque no pido nada de ti,

Con el corazón así, marchito.

Me he preguntado;

¿Cuándo volverás a regalarme el sol?

Clairel Estevez

El sol brillaba intensamente en el cielo, los rayos atravesaban las copas de los árboles que se movían rítmicamente con el vaivén del viento. Releyó el poema varias veces, completamente fascinada, luego cerró el libro y alzó su rostro hacia el cielo mientras cerraba los ojos.

Con el olor limpio y puro del bosque, el sutil aroma a pinos y la brisa acariciando su cabello, allí, sentada debajo de los árboles, sintió paz. Ya no había dolor ni desesperación, por primera vez en mucho tiempo no sentía miedo.

Era como flotar, como si todo se hubiese desvanecido, las semanas que estuvo cautiva, las heridas de su cuerpo y las torturas, el fuego que quemó su pecho hasta casi desintegrarla. Parecía todo tan lejano, como si hubiesen ocurrido hacia siglos.

-Hermione- abrió los ojos rápidamente.

-Mamá- susurró asombrada.

Una mujer de cabello castaño y rizado la miraba desde otro lado del claro con una sonrisa. Sin dudarlo corrió hacia ella, abrazándola con fuerzas. Su madre la estrechó en sus brazos, acunando su cabeza, depositando un beso en su sien.

- ¿Y papá? - preguntó esperanzada Hermione rompiendo el abrazo.

-No ha podido venir, pero me pidió que te dijera que te extraña y que está muy orgulloso de ti- respondió. La mujer miró a su alrededor - ¿Dónde estamos? -

-En el Bosque de Dean-

-Lo recuerdo, fueron unas hermosas vacaciones- comentó mientras cerraba los ojos y dejaba que el sol bañase su rostro.

- ¿Iré con ustedes? - se aventuró a preguntar Hermione.

-Mi pequeña, como has crecido- dijo la mujer evadiendo la pregunta mientras tomaba su mano, sus ojos estaban anegados en lágrimas.

-Tu no has cambiado en nada Jean- sonrió. Su madre se veía exactamente igual a como la recordaba, incluso parecía más joven, más reluciente.

Ambas mujeres comenzaron a caminar por el terreno, poniéndose al día, recordando anécdotas, Hermione estaba extasiada de tanta felicidad, había pasado tanto tiempo desde la última vez que la había visto, años. Había extrañado tanto la presencia de su madre, su amor, su calidez. Llegaron a la orilla del río y se detuvieron, observando el reflejo del sol en el agua.

Resiliencia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora