Giratiempos

Prólogo

- Hermione, lo necesito, dámelo - murmuró el chico de anteojos entre dientes, tratando de arranchar lo que su amiga llevaba en la mano.

- Es muy peligroso, Harry- refutó ella firme, sin embargo en su interior sentía como su pecho se oprimía al ver tanto dolor en alguien a quien considera su hermano.

- No me importa- dijo el chico de ojos esmeralda, esta vez alzando un poco la voz.

- No, Harry, si importa, estamos hablando del regreso de quién no debe ser nombrado, cualquier cambio de eventos podría resultar en tragedia...mira- empezó de nuevo la chica más calmada.-se como te sientes - y esas palabras hicieron que a Harry le hirviera la sangre.

- ¡No!- está vez gritó.

- También fue mi amigo, Harry - decía esta vez molesta cruzándose de brazos- si, no era tan cercana a él como ustedes dos pero...

- No, no tienes idea de cómo me siento- está vez el enojo de Hermione se disipa al escuchar su voz rompiéndose, rápidamente volviendo a ser remplazada por preocupación.

- Explícame entonces, Har.- Harry alza la mirada cuando siente que su amiga le agarra de la mano, al ver su rostro nota una pequeña sonrisa que trata de consolarle, y se encuentra con los ojos de su amiga, los cuales solo le miraban con una mezcla de afecto y zozobra.

- No tienes idea por qué...Ron está aquí, él aún está aquí y tú puedes...- la chica se tornó carmín al saberse descubierta.

- ¿Có..cómo es que tú sabes?

- Tengo ojos.- la chica estaba a punto de desmayarse, si no fuera por que su amigo estaba mal ya hubiera corrido a la biblioteca a esconderse.

- Aún sigo sin entender...- por más brillante académicamente que era, los temas del corazón no entraban en su área de conocimiento.

- ¡Por Morgana! Lo amas ¿no? Pues yo a Ced.- dijo esta vez alzando la voz sin importar quien oyera, por él que todo Hogwarts sepa, ya no le importa.

La sorpresa se registró en el rostro de la chica por unos segundos, sobre todo en los ojos que se ensancharon mientras ella agregaba este trozo de información a su caja mental de "Cosas que sé sobre Harry" y al hacerlo sintió como las piezas encajaban haciéndole entender lo que quería decir su hermano.

- Lo lamento, Harry- dijo la castaña apretando su mano con afecto- pero es muy arriesgado.- Harry la miraba sorprendido no dando crédito a sus oídos ¿Acaso no lo había escuchado?No, no comprendía lo que dolía.- se como te has de sentir y ...

- ¡NO! No, Hermione, no te atrevas a decir que sabes como me siento, Ron está aquí, él AÚN está aquí, y tienes la oportunidad de verlo de abrazarlo- el chico sentía su garganta apretarse- de..de decirle que lo amas, tú aún puedes decirle que lo amas- la visión de Harry estaba nublada por lágrimas contenidas, apenas era capaz de notar la silueta de la chica frente a él- yo ya no puedo, ¿la peor parte?Es que él si me lo dijo, que me amaba, pero yo tenía tanto miedo...fui tan COBARDE que no pude decirle como me siento respecto a él- dijo el chico entre dientes lleno de rabia, pero todo el enojo iba dirigido hacia si mismo-... y ahora lo perdí- y en un instante la cólera desapareció de la voz del mago, siendo reemplazada completamente por desolación.-¡ME LO ARREBATARON, HERMIONE! ¡LO AMABA! - Harry negó con la cabeza, no hablaría de él en pasado, se rehusaba a aquello-LO AMO Y ME LO ARREBATARON, ESTÁ MUERTO-ya no podía hablar, su voz se había ido haciendo más aguda a lo largo de su discurso, desvaneciéndose hasta que desapareció.

Si pasarás por los pasillos de Hogwarts... si hubieras estado en la torre de astronomía esa noche hubieras visto cómo "el elegido" el legendario "niño que vivió, estaba hecho pedazos, hubieras presenciado como el campeón de Hogwarts estaba en el piso hecho un ovillo, como el único sonido que llevaba la noche, eran los lloriqueos de un joven destrozado.

Hubieras visto como la mejor hechicera de su generación se arrodillaba frente de él, apretando su hombro tratando de dar cierto tipo de consuelo

Harry trato de apartarse, nunca había sido fanático del contacto físico...bueno, no en realidad, lo era, era algo que siempre anheló, pero que de niño nunca se le fue otorgado, lo que sí es que debido a su crianza, nunca supo cómo dar o reaccionar ante el contacto, normalmente era algo raro, no sabiendo como corresponder, está vez, era más que eso, sentía como si la mano de Hermione le quemara el hombro,

Sin embargo Hermione no le dejó apartarse, y le dió un abrazo.

- Harry- empezó la joven bruja.

- Por favor- todo el enojo que hubo se esfumó como si nunca hubiera existido, en su lugar estaba la más profunda desesperación- por favor, Mione, lo amo, necesito a Ced de vuelta- era una súplica a toda regla, al ver sus ojos llorosos y sentir el cuerpo bajo ella temblar, algo se rompió dentro de ella también, era su hermanito al fin y al cabo.

- No podemos precipitarnos a nada- Harry sintió como se desvanecía la última pizca de esperanza- pero escúchame, Harry James Potter, te ayudaré, - Harry alzó la mirada de golpe, no creyendo lo que oyó- pero debemos elaborar un plan para hacerlo, eso sí, te prometo que lo salvaremos- por primera vez en días, Harry Potter sonrío.