Capítulo 4

439 37 49
                                    

El joven Gryffindor despierta con un grito, su corazón amenaza con salirsele del pecho, pero el dolor infernal de su pecho ha desaparecido por completo, sin dejar vestigios de que alguna vez estuvo ahí

Con su visión borrosa llevó su mano derecha a su mesa de noche de manera automática, para inmediatamente poner estos en su cara, en ese instante es que el muchacho se da cuenta de su locación.

Y sus oídos al escuchar los ronquidos a los que ya está tan acostumbrado, le confirman lo que sus ojos ya habían descifrado, estaba en el dormitorio Gryffindor.

Su mente presurosa trata de recordar lo que pasó, lo último que evoca es la sensación de sus pulmones llenándose de arena al mismo tiempo que espinas le atravesaban y cortaban su garganta.

Solo el recordatorio de ese dolor es capaz de hacer que su cuerpo se tense, pero es eso, solo una remembranza, sus pulmones funcionan con regularidad, y no siente la sangre corriendo por su esófago.

"Todo fue un sueño"

La mente del chico descartó esta opción rápidamente, los recuerdos son demasiado vividos, el dolor muy intenso para haber sido una fabricación de su mente ¿Cierto?

Además, los chicos lo habían botado de los dormitorios, para esto debieron enterarse de lo de Cedric, y Harry sabe por certeza que esto pasó, la reminiscencia grabada en su mente.

La única respuesta valida siendo que el hechizo funcionó, volvieron al pasado.

Esta revelación es capaz de hacer que el chico se abrace y empiece a llorar.

"Lo logramos, estamos aquí"

Sin perder más tiempo, el chico se levantó de la cama, encontrándose únicamente vistiendo bóxers, por un segundo esto se le hizo extraño, pero rápidamente se fue de su mente siendo reemplazado por su misión.

Apenas se puso su bata y zapatos, fue corriendo fuera del dormitorio, dirigiéndose al de las chicas a toda velocidad, y al golpear la puerta incesante está fue abierta por Miriam Hume, quien estaba con sus dorados cabellos apuntando a todas direcciones y con unos ojos castaños que lo fulminaban como si quisiera arrancarle la cabeza.

- Potter - pronunció la chica con molestia.

- Hume, ¿está Mione?

- No, nunca llegó a dormir- dijo esta con los brazos cruzados mientras se apoyaba en el marco de la puerta. - ¿Algo más,Potter?

Si no estaba ahí ¿dónde podría estar?

- ¿Tienes alguna idea de donde podría estar?

- Es tu amiga, no la mía, y ¿sabes que Potter? No vas a un dormitorio y tumbas la puerta a golpes, ¿sabes porqué? Por que es un DORMITORIO- dicho esto le tiró la puerta al de lentes en toda su cara.

Si no está aquí, ¿Dónde...?

Y el joven Gryffindor no pudo terminar este cuestionamiento cuando siente que le tocan el hombro y al voltear puede ver a su amiga con su cabello aún más desordenado que el de Miriam.

Sus ojos tenían ojeras, pero sorpresivamente a pesar de eso, se veía llena de energía.

- ¿Mione?- preguntó Harry a pesar de tenerla al frente

- Si.- sólo respondió ella.

- ¿ Lo ....logramos?- preguntó Potter con un tinte de miedo en la voz, a lo que la chica sonríe y asiente.

- Sí, Har. - y solo estas dos palabras son capaz de hacer que El Niño que vivió se ponga a llorar, rápidamente su hermana lo abraza.

- No puedo cre.... Gracias, gracias, gracias, gracias.

GiratiemposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora