Capítulo 8

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Inmediatamente después de que Harry volviese a la vida, una avalancha de reporteros se lanzó sobre los muchachos, los flashes de las cámaras enceguecieron al menor por un instante.

Madame Pomfrey como si se una fiera se tratase  a paso firme y seguro, y con una fuerza no correspondiente para su edad y estatura, se abrió paso entre el océano de personas mientras McGonnagall y Snape como pudieron detuvieron al gentío.

Bill estaba a punto de empujar al Hufflepuff para abrazar a quien consideraba su hermano menor, pero se detuvo al ver el alivio autentico de Cedric, no solo eso , paró por que también presenció el dolor del más joven, escuchó los gritos desgarradores. Vió como su cuerpo temblaba.

Bill se llegó a preguntar...si había algo más ahí.

Pero a pesar de que Bill había decidido no separarles, Madame Pomfrey no tenía estas vacilaciones, con la misma fuerza sobre humana que mostró hace un momento levanto a Cedric de un brazo como si fuera la cosa más sencilla del mundo, aún cuando este es mucho más alto y pesado.

Un pensamiento probablemente ridículo ante toda esta situación, pero Bill no pudo evitar sorprenderse al ver la fuerza de la señora.

- Joven Diggory, Weasley.- dijo dirigiéndose a ellos Pomfrey- ayúdenme a llevar al señor Potter a enfermería. Ms Granger acompáñenos también. Y rápido, no los contendrán mucho tiempo.

- Puedo solo.- dijo el de lentes tratando de ponerse en pie, inmediatamente tumbándose por el dolor. Hubiera caído de cara al piso si no fuera por Cedric quién lo sostuvo.

- Har...

- No hay manera, Harry.- dijo Bill quien sin que el menor pudiese protestar, puso su brazo sobre sus hombros para ser de apoyo. Cedric captando lo que pasaba hizo lo mismo.

Sin embargo, aunque Harry no quería demostrarlo, su cara rebelaba el dolor.

Sin perder el tiempo, el mayor de los Weasley lo levanto y lo puso sobre su espalda. Los ojos de Cedric se abrieron como platos al pensar que podría caerse y lastimarse.

- Hey.- dijo Bill, llamando la atención del ojiplata.- lo tengo, no lo dejaré caer.- y ante esta promesa el príncipe Hufflepuff asintió.

- Vamonos, no tenemos tiempo que perder. - Dijo Madame Pomfrey.

Los jóvenes iban detrás de la mujer quien se movía de manera demasiado rápida. Los tenía yendo por varios pasillos que no eran el camino directo a la enfermería. Bill iba a protestar, pero conociendo al Weasley, la mayoría de los chicos Weasley vivían lastimándose y parando en enfermería, la doctora le dijo que era para despistar a paparazzi que podrían estar siguiéndolos.

Ante esto el mayor de los Weasley solo cerró la boca, reprimiéndose mentalmente por ser tan predecible.

Al final salieron a la parte exterior del castillo, pasando junto al sauce boxeador.

Hermione todo este tiempo estaba en silencio, después de que Harry volviese a la vida sintió un gran alivio, sin embargo, no es la primera vez que ellos pensaban que todo había salido bien, para que después caigan en picada a una velocidad vertiginosa.

No, Hermione no iba a bajar la guardia, iba a ser cuidadosa, iba a mirar en cada esquina de cada pasillo, en el techo, entre las sombras, no iba a permitir que los tomen por sorpresa.

Hermione estaba tan metida en su mente que no sentía como el giratiempos estaba calentándose sobre su pecho. En parte fue el hecho de estar distraida y tambien por que fue tan rápido. Al percatarse ya sentía como le ardía el pecho y para cuando se lo sacó le quemaba la mano, literalmente, los gritos que pegó la chica causó que a todos le corriera un frío por la espalda.

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⏰ Última actualización: May 04 ⏰

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