Capitulo 5

289 24 3
                                    

Segundo intento

El león de Gryffindor una vez más se levanta en su habitación, esta vez únicamente usando su pantalón del pijama.

Rápidamente notó el cambio de vestimenta de la última vez que se despertó, llevándolo a recordar al instante lo que su amiga le dijo. Cada vez que volviesen, abran pequeños cambios.

Sin más titubeos agarro los lentes de la cómoda y se prepara para salir, no puede evitar percatarse que la túnica de Gryffindor esta vez es diferente, el escudo estando esta vez en su espalda.

Harry mayormente lo ignoró, estos cambios eran inofensivos, lo peor no siendo más allá de un mal diseño. Él podía vivir con eso, y el resto de Hogwarts también podrían.

"¿Pero todos los cambios serán inofensivos?"

El pensamiento es capaz de descolocarle por unos segundos, de esa forma parando su andar.

" ¿Qué y si acabamos afectando la vida de los demás?"

" ¿Si arruinamos su vida?"

El joven negó con la cabeza y siguió caminando, se afirmó una y otra vez que eso no pasaría. Se negó en su totalidad a entretener la idea.

Pero dentro de él sabía la respuesta, dentro suyo, aunque decidiese ignorarlo, sabía que si eso involucrase tener a Cedric de vuelta, él lo haría, las veces que fueran necesarias.

A lo mejor suena egoísta, y tal vez lo sea, pero nadie dijo que Harry es perfecto, al menos el nunca lo ha dicho, nunca ha dicho que es una buena persona.

El joven león se dirigió a ver a su amado, esperando que esta vez este en su recámara, pero esta vez, cuando estaba a punto de golpear la puerta, se detuvo.

"¿ Qué harás cuando lo veas?"

"¿Decirle?"

Harry ante este pensamiento no titubeó, ya tenía una respuesta, la memoria de como se lanzó frente a él para salvarlo repitiéndose sin parar la escena en su mente.

" No puedo decirle"

Y ante esta decisión Harry clavó sus talones y se dio la vuelta, con trote veloz hacia la biblioteca.

Los pasillos pasaron a ser solo borrones a su alrededor, aún así, no era completamente consciente de lo que estaba pasando, una vez recordó como Cedric se sacrificó por él, era lo único que podía procesar.

Para su propia sorpresa, llegó a la biblioteca, incluso atravesando los portones que no recuerda haber abierto.

La única razón por la que paró siendo por su amiga quien de a gritos lo detuvo, gritos por los que recibió una regañina por parte de la bibliotecaria.

- Harry...- dijo la leona en susurros- ¿ Como así viniste? ¿Y Cedric?

- No puedo meterlo en esto, Mione. Ya viste lo que pasó la otra vez.

- Entiendo. - dijo asintiendo- ¿ Entonces cual es el plan?

- Esperaba que tu tuvieras uno.- admitió el de gafas, a lo que su amiga puso los ojos en blanco, a pesar de eso, los engranes en su cabeza ya andaban girando.

- Yo creo que la mejor solución es la más sencilla ahora, hablar con Dumbledore y que detenga esta locura- concluyo la chica aunque de mala gana, el director no era alguien que le inspirara confianza.

- Claro, si, buen plan, vamos. - sin perder otro segundo el joven giro y se dispuso a correr hasta la oficina del mago, dejando a su amiga detrás, quien después de un suspiro fue detrás de su amigo lo más rápido que podía.

GiratiemposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora