ADVERTENCIA: Intento de violación.
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Sanji se removía bajo el cuerpo de aquel sujeto, no quería estar ahí, odiaba la manera en que las manos del contrario se deslizaban por su piel. Forcejeó mientras su camisa era rota y su pecho lamido dejando una desagradable sensación sobre su cuerpo, escuchaba como aquel hombre le decía una y otra vez que lo disfrutaría al final, de como le llenaría de él, incluso amenazando con marcarle.
— S-suéltame, no quiero esto. – Intentaba detener las manos del contrario, pero la diferencia de fuerzas era evidente.
— Claro que lo quieres, si no, ¿Por qué andarías por ahí dejando salir tus feromonas? – Las caricias comenzaban a ser más rudas por la negativa del rubio, el aroma de aquel alfa le causaba repulsión, el ser tocado comenzaba a asustarlo, en su mente solo estaba la sensación de peligro, miraba alrededor intentando distinguir donde se encontraba y encontrar una manera de huir. Movió su pierna para golpear con su rodilla la entrepierna de quien le sometía, le empujó mientras se quejaba del dolor, se levantó e intentó correr hacía la puerta que a penas y distinguía, pero fue detenido. La mano del alfa le sujetó de la nuca y con fuerza empujó para que cayera de cara al suelo, cerró los ojos intentando no llorar por el dolor del golpe. Algo de sangre salió por su nariz y el sabor metálico llegó a su boca, se quejó mientras apoyaba ambas manos sobre el suelo para intentar levantarse, pero la fuerza del alfa empujando le impedía despegar su mejilla del suelo.
— D-déjame. – Mascullaba el rubio mientras se removía intentando liberarse de aquel agarre, pero el alfa estaba usando su peso para inmovilizarlo, pudo sentir un bulto presionando su trasero sobre la tela de su pantalón y un desagradable escalofrío recorrió su espina dorsal. El miedo comenzaba a llenar su ser al tiempo que su pantalón era bajado.
— Pensaba divertirme un poco contigo, pero ahora no me detendré hasta haberte roto.
— N-no. ¡Ayuda! ¡Alguien ayu-
— Cállate. – Dijo molesto el alfa mientras cubría la boca del menor con una de sus manos pudiendo sentir las lagrimas que resbalaban por sus mejillas.
Zeff pensaba en regresar al restaurante y buscarle ahí, quizás estaba ahí. Acarició su nuca intentar calmar la tensión que se estaba acumulando por lo que tenía que lidiar con su berenjena adolescente y el enseñar a los demás cocineros a preparar bien cada platillo. Dio la media vuelta para regresar, pero pudo escuchar una voz que reconocería en cualquier lugar.
— ¿Sanji? – Preguntó al viento mientras caminaba en dirección que escuchó aquella voz, sus pasos mantenían un ritmo normal, pero una opresión sobre su pecho le hizo ir apurando el paso hasta encontrarse corriendo. No tenía tiempo de ir tocando puertas para preguntar si estaba ahí. — ¡Sanji! – Gritó en busca de escuchar de nuevo la voz que le indicara hacía que lugar dirigirse.
— ¡Estoy aquí! ¡Zeff ayuda- Pudo gritar tras morder la mano que cubría su boca, pero fue callado de nuevo cuando un fuerte golpe contra su cabeza le hizo perder el conocimiento.
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Skande.
FanfictionQuizá no todos los alfas eran malvados, quizá no todos los omega eran débiles. Todos los personajes pertenecen a Eiichiro Oda