Fuiste lastimada por sus enemigos, la mejor venganza en contra de ellos siempre será lastimar a lo más preciado que tienen.
¿Cómo reaccionarían los chicos si alguien te lastimara? ¿De qué manera te defenderían si alguien de una pandilla ri...
Tenjiku disputaba una escandalosa pelea, Izana quién miraba el espectáculo sentado desde lo alto esperaba por el momento en que el capitán de la pandilla rival se dispusiera a pelear contra él.— No sabes las ganas que tengo de aplastar a ese imbécil. — dijo sonriente a T/N, quién se encontraba a su lado, Izana esta consiente de que no debería llevarte a ese tipo de espectáculos pero también ama que seas testigo de que es un hombre increíblemente poderoso; jamás podría pasarte nada mientras él estuviera cerca. O al menos eso creía.
El capitán de la pandilla rival bajo muy seguro de sí mismo, no dejando pasar cualquier oportunidad para provocar la furia de Izana, hasta que por fin lo tuvo frente a frente. Poco le duro el gusto pues el albino no tardo en demostrarle quién era el más fuerte entre ellos dos. Aún así se tenía que reconocer el aguante que tenía el sujeto, por más golpes que recibía volvía a ponerse de pie.
—Ya me aburriste capitán. — soltó Izana con notoria irritación, le dio un último y decisivo golpe y lo dejó tirado en el piso. — Tenjiku ha ganado.
Se dió la vuelta y comenzó a caminar hacia T/N quién se encontraba solo a algunos metros de ahí, volvió a escuchar la molesta voz de aquel chico,el cuál gritaba el nombre de Izana con rabia. Se giró a verle y este venía corriendo hacia él con su puño levantado hacia el frente, se preparó para detener su golpe cuando el chico paso de largo yendo directamente en contra de T/N.
Izana escuchó el grito ahogado de T/N, su piel se erizo y sus piernas flaquearon, sus pendientes se columpiaban aún por la brisa que había causado él movimiento rápido del chico. Su corazón latió con fuerza totalmente alterado. Hoy Izana había descubierto que tenía una debilidad y esa era T/N.
Volteó de golpe y vio a T/N que yacía en el piso, la sangre salía de su pequeña boca, su labio estaba morado e hinchado. En automático la expresión asustada de Izana cambió a una expresión macabra, la furia se apoderó de su ser, definitivamente ese cobarde la iba a pasar muuuy mal. Se abalanzó sobre él tomándolo bruscamente por el cuello y azotándolo contra la pared.
— ¡¿DE VERDAD TUVISTE EL VALOR PARA ATACAR A MI REINA ?! — gritó con desprecio volviendo a estrellar su cabeza contra la pared.
— Te hice una pregunta ¡RESPONDE BASURA! — una vez más repitió la acción de azotarlo, logrando esta vez que la cabeza le sangrara.
— Izana ¡es suficiente! — habló Kakucho quién ya tenía cargada a T/N en sus brazos. Ella aún sentía como la cabeza le daba vueltas y no tenía la resistencia necesaria para mantenerse de pie por sí misma.
— ¡No te metas Kakucho! ¡VOY A MATAR A ESTE SUJETO! !ve como a dejado a T/N! — dijo liberando al chico de su agarre quién al instante comenzó a toser de manera escandalosa, Izana estuvo a nada de asfixiarlo.
— ¡No estas lo estás entendiendo Izana! T/N podría estar mal ¡debemos llevarla a un hospital! ¡esta sangrando! — eso bastó para que Izana se congelara, volteó hacia donde el alto se encontraba y vio cómo sostenía a T/N en sus brazos y como la mano con que le detenía su cabeza estaba cubierta de sangre.
La angustia se apoderó de él pues T/N es su todo, desde que llegó a su vida jamás ha vuelto a sentirse solo, lo hace totalmente feliz y verla en ese estado le hace sentir un miedo terrible. — NO IMPORTA DÓNDE TE ESCONDAS, TE ENCONTRARÉ. — amenazó por última vez al sujeto dándole una última pero dura patada.
T/N fue llevada al hospital, se había golpeado contra el suelo tras recibir el duro golpe de aquel tipo, pero afortunadamente todo había salido bien y no había ninguna secuela. Aún así, eso no quería decir que no le doliera, su rostro seguía hinchado y lastimado. La idea de poder perderla había vuelto loco a Izana, de no ser por la compañía de Kakucho no sabría qué hubiera hecho.
Cuando por fin T/N volvió a casa y pudo verla, le acarició el cuerpo con demasiada delicadeza y ternura.
— Ya estás a salvo mi reina, me encargaré de que todo el mundo sepa qué es lo que puede pasarles si ponen un solo dedo encima tuyo. — dijo dejando múltiples besos tu mano derecha y acariciando tu mejilla suavemente con su otra mano.
— Nadie volverá a tocarte, te lo prometo.
Habías despertado un lado de Izana que nunca imaginaste, él era más cálido y atento que nunca, cuidaba de ti como si fueras un pequeño bebé que podría lastimarse o como si fueras algo tan frágil que pudiera romperse. Constantemente preguntaba sobre cómo te sentías con la mirada asustada y su voz quebrada.
— Tranquilo Izana, ya estoy casi perfecta, cada día me siento mejor, deja de preocuparte por mi. — dijiste tranquila.
— ¡No puedo evitarlo! Eres todo para mi T/N, si te llegara a pasar algo ¡me volvería loco! Así que déjame preocuparme siempre por ti. — dijo cariñosamente aferrándose a tu cintura en un abrazo.
❤️🖤
— ¿De verdad creías que podías esconderte de Tenjiku? O mejor dicho ¿de mi? — sonreía con arrogancia mientras susurraba en el oído del chico, el cual quién tenía el rostro y la ropa cubierta de sangre.
— ¿Sabes? Mi reina se ha golpeado la cabeza por tu culpa, un poco más fuerte y hubiera sido muy grave. Así que tú serás el ejemplo perfecto para mostrarle al mundo que puede pasar si te metes con lo más preciado de Izana Kurokawa. — dijo antes de golpearlo una vez más, tan fuere que la sangre le salpicaba en el rostro al albino. — Aunque... "desafortunadamente", tú ya no estarás aquí para contarlo...
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