21.

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𝐄𝐋 𝐕𝐈𝐀𝐉𝐄 de camino a casa de karl no había sido tan corto como ninguno de los tres pensaba, y para ese momento catalina había estado viajando desde el domingo, por lo que estaba exhausta.

se sentó en la parte trasera del auto del castaño, ya que había llegado última y quackity se sentó en el lugar de copiloto. no le causaba conflicto debido a que tenía tanto sueño que el asiento de atrás le había venido a la perfección para dormir un rato más. todavía tenía todo un día por delante y no quería desperdiciarlo durmiendo.

cuando llegaron a la casa de karl era cerca de las tres de la tarde, y ninguno había almorzado. catalina estaba todavía dormida, con su cabeza apoyada contra el respaldar. la posición era incómoda, lo que seguramente le traería algún dolor en el futuro.

karl le dijo a alex que entre a la casa, que él se encargaría de despertar a catalina, y de llevar su equipaje. sin muchas dudas, el pelinegro aceptó rápidamente entrando por la puerta al interior de la construcción.

mientras que el castaño se bajó del auto, para rodearlo y abrir la puerta trasera. la observó por un instante, tenerla en frente era muy distinto a lo que solía ver en su pantalla. suspiró antes de hacer algo más, quería dejarla dormir un poco más pero sabía que tenía que bajar.

cati se despertó al sentir un leve movimiento sobre su brazo, y lentamente abrió sus ojos. intentando acostumbrarse a la luz solar. su cara de confusión hizo sonreír a karl.

— ¿ya llegamos? —le preguntó. su voz sonaba más grave porque recién estaba despierta. y pensó que seguramente tendría los ojos hinchados de dormir.

—sí, acabamos de llegar—murmuró. todavía estaba parado mirándola—. ven, entremos y si quieres puedes seguir durmiendo.

su tono de voz era bajo, hablándole de manera suave para no alterarla. karl era consciente de que catalina tenía problemas para dormir, y odiaba que fuese así. solía verse tan tranquila durmiendo, que jamás quería perturbar su descanso.

estiró su brazo para invitarla a bajar, el cual catalina tomó velozmente. no llegaron a entrelazar sus brazos, ni tomarse de las manos, porque el brazo del chico viajó hasta sus hombros, rodeándola para dirigirla adentro.

—no quiero ir a dormir—dijo mientras caminaban en dirección a la puerta.

— ¿no estás cansada? —cuestionó—. has tenido un viaje demasiado largo cati, debes descansar.

—pero acabo de dormir—levantó su vista para observar mejor su cara—. además puedo dormir a la noche, y así no desperdicio mi primer día aquí.

—está bien, pero si te veo muy cansada te vas a dormir—sonrió de lado, abriendo al fin la puerta de su casa. catalina la observó, y el chico se separó de ella para volver a salir—. ya vuelvo, voy a buscar tus cosas.

todo estaba tal y como lo había visto por facetime. el sillón en el cual estaba sentado alex, el comedor, el pasillo que dirigía hacia el baño. la cocina, las escaleras. la casa era realmente grande y espaciosa. además parecía estar limpia y ordenada en cada rincón.

adentro olía a karl, a su perfume que había sentido cuando lo había abrazado por primera vez, a sus inciensos que solía prender cuando estaba aburrido, y a su colección de velas.

— ¿cómo dormiste? —alex la observó desde su lugar. cata se acercó para sentarse a su lado. todavía le pesaban sus ojos, y se sentía un poco cansada.

—bien, necesitaba una siesta—dijo para llevar su cabeza al hombro de su amigo. las veces que más cariñosa se ponía era cuando tenía sueño—, ¿ustedes ya comieron?

alex negó con su cabeza susurrando un simple no, a lo que ella asintió. pudo sentir como la cabeza de su amigo se recargaba sobre la de ella.

karl volvió a ingresar a la casa con la valija de la chica, y un bolso de mano. se detuvo al verlos en el sillón, y apoyó el equipaje de mano al lado de ellos.

—cati, ven, te mostare donde vas a dormir y así dejamos tus cosas ahí—le indicó comenzando a caminar, a lo que ella se levantó y tomó el bolso siguiéndolo. karl llevaba su maleta.

— ¿y después vamos a comer? —preguntó, para ese momento tenía hambre.

—si, luego vamos a comer—asintió. subieron las escaleras, iban a una distancia de casi dos pasos. catalina observó la parte de atrás de su cabeza. su pelo castaño con pequeñas ondulaciones en las puntas, veía como de su cuello colgaba un collar y eso la hizo sonreír. pasaron por delante de la habitación de invitados—. alex está durmiendo allí.

señaló con su brazo la puerta, mirándola rápidamente, y siguió caminando. catalina entonces volvió a pensar, karl sólo tenía dos habitaciones, si quackity estaba durmiendo allí, karl en su cama, ¿dónde quedaba ella?

—y tú vas a dormir en mi cama—murmuró entrando a su cuarto, pareciendo que le había leído sus pensamientos—, y no te preocupes yo voy a dormir en el sillón.

el cuarto era demasiado grande. lo analizó un momento, estaba igual que siempre. sólo que ahora había un sillón al lado del televisor lo suficientemente grande como para que una persona pudiera dormir allí.

—karl, no tienes porque darme tu cama y dormir en el sillón, puedo yo dormir en el sillón. no pasa nada—le reprochó catalina.

el chico simplemente negó con la cabeza.

—no es negociable, cati—le sonrió y volteó para volver a dirigirse a la puerta, ya había dejado todo en su cuarto. se movía con soltura y tranquilidad, algo que inquietaba a la chica porque verlo en persona la estaba comenzando a poner nerviosa—, ¿vamos a comer?










a/n: pequeña actualización, siento que no es el mejor capítulo pero piensen que es su primer interacción en persona. siempre es un poco incómodo y nadie sabe que hacer.

tengo planeados los siguientes capítulos y estoy muy emocionada! :D

gracias por sus lindos comentarios, me hacen muy feliz<3333

FEELS LIKE, karl jacobsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora