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días restantes del viaje: 1

durante los últimos días que karl y catalina habían intentado disfrutar cada momento juntos

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durante los últimos días que karl y catalina habían intentado disfrutar cada momento juntos. olvidándose de la inminente partida de la castaña.

ninguno de los dos quería que suceda. a ambos se les partía el corazón el hecho de tener que separarse, pero no tenían otra opción.

el hecho de separarse físicamente era peor ahora, que apenas se habían acostumbrado a estar juntos, en el mismo lugar. y cuando esto sucedía, ya tenían que volver a estar a kilómetros de distancia y con horas de diferencia.

por parte de catalina sentía que era injusto, ¿por qué tenía que gustarle karl? ¿no podía simplemente tener sentimientos por alguien que viviera cerca?

sin embargo, no podía engañarse a si misma. nadie que viviese cerca era él, simplemente ninguno era karl, y justamente por eso nadie más le gustaba. porque nadie tenía aquella conexión que ellos poseían.

nadie lograba acelerar tanto su corazón, nadie lograba que se pusiera tan feliz por una simple mirada, nadie la hacía reír como él, ni nadie era tan atento.

básicamente nadie la hacía sentir ni la mitad de lo que sentía por karl.

su conexión estaba allí, sin buscarla, sin forzarla, y eso era lo mejor.

en aquel momento cati se encontraba terminando de ordenar sus prendas de ropa, ordenándolas y doblándolas mientras las metía dentro de la valija.

—no puedo creer que hoy sea tu último día aquí—karl se acercó desde el pasillo, entrando a la habitación con una cara de cansancio.

la noche anterior no había dormido tan bien porque no dejaba de pensar en que cati se marcharía.

la situación le provocaba muchísimos miedos e inseguridades, lo ponía en un lugar completamente desconocido.

una relación a distancia, nada más ni nada menos.

—yo menos, se pasaron demasiado rápido las dos semanas—suspiró doblando una de sus camisetas.

cati se obligaba a no pensar de más, porque sabía que si lo hacía terminaría llorando en aquel instante.

—lo sé—el chico le respondió en el mismo tono de voz.

ya no estaban tan felices como la noche anterior, porque no podían evitarlo más. mañana por la mañana tendrían que viajar a dejar a cati al aeropuerto y eso los tenía envueltos en un humor bastante pesado.

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