SenHaku week 2022

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Senku estaba desesperado, su padre el Rey Ishigami, había organizado ya su boda con la princesa Luna. La heredera al tronó en América, a él le importaba una mierda el romance. Aún no estaba listo para casarse, más bien no le importaba en lo absoluto pero, su padre estaba de remingoso en que tenía que tener pronto un heredero al tronó.

-Así qué, ¿Quieres que te ayudé?

Yoshida Kohaku, la capitana de su escuadrón de guerreros, los mejores en todo su batallón de primera, comandado por su amigo Tsukasa. Aunque, Kohaku era la única mujer guerrera que tenía y una excelente amiga en quien confiar.

-Conoces a mi padre, quiere que me casé con Luna.

-Ah la princesa de América, no se de que te quejas si ella es lo que todo hombre desea.

-Por eso mismo, yo no estoy interesado en ese tipo de mujeres.

Ella se sorprendió un poco por las palabras del futuro Rey, entonces, ¿Qué tipo de chica buscaba si de verdad estaba interesado en este tipo de cosas?

-Entonces, ¿Para que me necesitás?

-Para que fingas ser mi novia. Mi padre aceptará ya que te conocé perfectamente.

La ceja arqueada de la chica fue lo notorio en su cara de negación, obviamente apreciaba a su amigo pero, ésto era una locura.

-¡Ni muerta!

-Tan desagradable soy.

Esas palabras le hicieron recordar una pequeña conversación que tuvieron hace años.

-No es éso, solo qué... No me gustaría hacer ésto, solo por librarte de un compromiso de la realeza.

Éso le sorprendía de la chica, desde que la conocía siempre le pareció una chica con mucha determinación, fuerte y con muchas ganas de salir adelante por su familia. Cuando la conoció ella era callada por la sociedad en que, debía de dedicarse a su futuro esposo.

Éso cambio con el Reino de Senku, permitió que las mujeres en su reino tuvieran palabra y ser escuchadas. Le parecía una tontería acallar sus sueños, la chica que vestía ropa de hombre no lo veía a la cara.

-Te ayudaré a costear los medicamentos de tu hermana y la educación de Tetsuo.

Iba a chantajearla, ella no iba a ceder tan fácilmente.

-También la mejor cena que tus chefs puedan hacernos a nosotros y trató hecho.

Ok si de verdad la viera su difunto padre, la regañaria hasta que entrara en razón pero no, ahí estaba ella dándole la mano a su amigo para cerrar el trato.

No sin antes tener una condición de él albino.

-No podrás usar esa ropa frente a mis padres, tendrás que usar un vestido.

“Mierda”

Ahí estaba el gran error que ella no se tomó en cuenta, tendría que usar esos incómodos vestidos largos, tacones y lo peor del casó algo de maquillaje.

No lo había pensado mejor, pero ni había marcha atrás aceptó las condiciones, ya llegada la noche entró a su hogar recibiendo con mucho amor a su sobrino, viendo después la salud de su hermana.

Aviso a Chrome que se iría a cambiar, al momento de entrar a su habitación se recargo contra la puerta cerrada, sentándose en el suelo y explotando en un sonrojo bien marcado en sus pómulos pálidos.

Ella había admitido hace algún tiempo que estaba enamorada de el Rey Senku, le aterraba la idea de verlo casarse con cualquiera de los prospectos que le había conseguido el antiguo Rey.