𝐎𝐧𝐞

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〔_____〕

-Te quiero mamá - habló mi hermano pequeño, Will.

-Te voy a extrañar cariño - respondió mi madre besando su cachete.

-_____, cuidarás a tu hermano - dijo mi abuela seriamente.

-Por supuesto abuelita - sonreí sin mostrar dientes, era obvio que era fingida.

-Recuerda _____, los perdedores no pertenecen a ésta familia - habló mi padre con semblante serio.

-Por supuesto papá, daré lo mejor. Lo juro - dije bajando la mirada al suelo. He entrenado desde muy pequeña al arco y en éste campamento ganaré el concurso a como de lugar.

El sonido del Gran barco llamó la atención de todos, era hora de sarpar a una isla lejana donde hay poca civilización que no tienen problemas y viven feliz.

En esa isla se encuentra la gran reputación de una escuela o mejor dicho una academia, por otro lado se dice que es el lugar donde el campamento es divertido y tiene un montón de competencias.

Mi padre cargó las maletas que le permitían a mi hermano, mientras yo llevaba sola mis cosas.

Se podía escuchar los chillidos de algunos padres al dejar a sus hijos ir hacia la embarcación.

-Pasaporte, por favor - habló un guardia impidiendo el pase.

Papá sacó dos boletos de su bolsillo y se lo mostro al de seguridad, el señor asintió con la cabeza y pudimos entrar.

-Se quedarán en la habitación 47, hasta llegar a su destino - dijo mi padre buscando la puerta con el número indicado.

Al encontrarlo dejó las maletas de Will encima de una cama, hice lo mismo. Mi padre me entregó la llave de la habitación del barco y dijo que luego debía devolverla.

Él salió de la habitación y probablemente ya se encuentra en el auto junto con mi madre y la abuela regresando a la silenciosa casa.

-Extrañaré a la abuela - habló Will después de un gran momento en silencio.

-Yo no mucho, es demaciado exigente - dije apoyando mi mano en su hombro.

Will sonrió y salió de la habitación hacia quien sabe donde de éste barco. Hice lo mismo y fuí hacia los barandales.

Chicos, chicas, niños, todos reían muy animadamente. Dejé que el viento soplará por mi rostro y empece a imaginar algo lindo.

El chillido de algunas chicas hizo que perdiera mi concentración hacia mi imaginación.

Sonidos de personas armadas se hicieron presentes, voltee la mirada y de una linda limocina blanca bajaba el presidente y su hijo.

Lo conocía, una vez mi padre me dijo que el presidente necesitaba a alguien con habilidades en el arco, y como él no era para nada bueno casi mata a un pavo real, es un tonto.

Aidan quitó sus gafas oscuras y su mirada se dirije a la mía, quité la mirada tratando de ocultar mi rostro con las manos.

Maldición!

𝑪𝑨𝑴𝑷𝑨𝑴𝑬𝑵𝑻𝑶 𝒁𝑶𝑴𝑩𝑰𝑬 [𝐴𝑖𝑑𝑎𝑛 𝐺𝑎𝑙𝑙𝑎𝑔ℎ𝑒𝑟]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora