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Estaba pasando, coordinaron un día y una hora para la cena, y esta ya había llegado.

Era algo sencillo, en la casa de Luz, un sancochito con arroz, y una charlita con su suegra, Amity no podía estar más emocionada, jaja.

Sentía que el corazón se le iba a salir del pecho, pero todo estaba bien, aparte de eso.

Llegó al lugar y tocó el timbre, se había detenido en el camino a comprar un ramo de flores para la señora Noceda, quería dar la mejor impresión posible... como si no se conocieran de antes.

Luz abrió, llevaba un vestido y su cabello corto medio recogido. Los ojos de Amity se abrieron enormemente, dilatándose con la presencia de su novia.

–Hola cariño, – le sonrió.

–Hola amor – iba a saludarla con un abrazo, mas Luz la tomó de la camisa y la besó.

Eso hizo que la muchacha entrara en pánico y se separara rápidamente.

–Ah, mamá salió hace un minuto, tranquila.

–Ay, que susto, – suspiró mientras colocaba una de sus manos en su pecho para calmarse – me ibas a matar del corazón, tonta.

Luz se rió.

–Aunque así, tonta, te amo.– esta vez ella inicia el beso, suave y corto.

–Vamos, entra.

Amity le entregó el ramo a Luz, quien lo puso en un florero con agua y lo colocó en la mesa.

Se sentaron en el mueble de la sala a esperar a Camila, Amity apoyó su cabeza del hombro de Luz mientras ella pasaba videos de TikTok.

–¡Mija, ya llegué! – gritó la señora Noceda – ay, Dios mío, hola Amity, las hice esperar, – se agarró el puente de la nariz – lo siento chicas, ya vamos a cenar.

La pelipúrpura amaba comer en casa de su novia, la comida dominicana era muy buena, además de que en su casa la comida era desabrida, como si no utilizasen ningún tipo de sazón.

Se sirvieron y empezaron a cenar en silencio.

–Entonces... – rompió el hielo Camila – ¿desde hace cuánto están saliendo? – pregunta sin dejar de mirar su plato.

Ambas chicas se miran tratando de pensar qué responder.

¿Acaso se molestaría ella al enterarse que salen desde hace tanto tiempo? Puede ser...

–Desde, – se aclara la garganta – hace ya casi tres años.– responde Luz.

La señora Noceda para en seco, dejando la cuchara a escasos centímetros de su boca, y luego levanta la mirada para verlas a las dos, sentadas frente a ella.

–¿Me están diciendo que estuvieron saliendo en secreto bajo mi techo desde que tenían 14 años? – ambas asienten – Ok. – toma aire – ¡¿Cuándo se iban a dignar a decírmelo?!

–Lo siento mamá... es que no sabíamos cómo ibas a reaccionar.

–Amor, yo siempre quise mostrarte que este sería un hogar seguro sin importar cómo te sientas, ¿no recuerdas cuando te cortaste el pelo y pensé que eras trans? Te brindé mucho apoyo.

Luz asiente pensativa y Amity ríe a lo bajo.

Mi niña, – dice refiriéndose a Amity – ¿tus padres lo saben?

–Mm, no.

–¿Por qué?

La castaña abre los ojos pensando en lo difícil que es esa pregunta para su novia.

–Es que... son abiertamente homofóbicos, entonces-

–Que horrible,– suspira – entiendo. A partir de ahora quiero que sean sinceras conmigo, cualquier cosa que necesiten, estoy aquí. – mira a Amity – Yo siempre las voy a apoyar, si es necesario seré tu nuevo hogar mi niña.

¿Será algo de familia el poner apodos lindos y cómodos? Porque Amity no tenía ningún problema con ello, es más, estaba encantada con los cariño y mi niña.

Camila agradeció las flores y después todas se despidieron.

La pelipúrpura había encontrado una nueva familia...

A tu lado [Lumity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora