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Camila se despertó a las 7 de la mañana con mucha energía.

¿Que si había dormido poco?, pues sí, pero quería prepararles un buen desayuno a Luz y a Amity. Era la primera vez, desde que se enteró de que estaban saliendo, que su nuera se quedaba a dormir.

Sí, sí, no las dejó dormir juntas, mas al menos les prepararía una deliciosa comida para empezar el día.

Terminó de hacer las tostadas francesas y las apiló todas en un plato, tipo película gringa.

Subió las escaleras nuevamente y notó algo: La puerta de la habitación de huéspedes estaba abierta.

¿Acaso Amity se había despertado?

Fue a revisar, pero ella no estaba allí, y tampoco en el baño, lo que dejaba solo un lugar... el cuarto de Luz.

La señora Noceda se apoyó de la puerta, pero no se escuchó nada. Intentó girar la manija, notando así que esta tenía el seguro puesto.

Oh no

Tocó la puerta.

–¿Luz?– llamó desde afuera de la puerta.

Se oyó un bostezo.

–¿Ma?

–Sí amor, les hice desayuno a Amity y a ti, bajen cuando puedan.

Silencio.

–Luz, ¿escuchaste?

–Eh, ¡sí!

Se alcanzaron a oír algunos murmullos y luego pasos al rededor de la habitación.

Bueno, había pasado, durmieron juntas, no se podía evitar, por más que lo intentase.

Camila bajó nuevamente las escaleras y se sentó en su silla habitual a esperar a la parejita, quienes se unieron a ella, más o menos, unos cinco minutos después. Cada una se sirvió su desayuno y empezó a comer en silencio.

–¿Cómo les fue chicas?

Ambas levantaron la mirada de sus platos, pasando sus ojos sobre la otra, y para después pasar a la señora Noceda.

–Mm, muy bien mami, ya te había dicho que disfruté mucho mi fiesta sorpresa, – sonríe y luego procede a tomar un bocado de su comida – y Amity también la pasó bien.

–Más que bien, sí que sabe organizar fiestas señora Noceda.

–Ay, que bueno, muchas gracias mi niña, pero – se aclara la garganta – hablo del hecho de que Amity no pasó la noche en el cuarto de visitas.

Al decir eso miró directamente a su hija, quien parecía molesta ante el comentario. Mientras tanto, la pelipúrpura se sentía incómoda, por lo que decidió seguir prestándole atención a su plato.

–Mamá, por favor, nosotras-

–No quiero excusas, Luz. – se pasa la mano por la cara - No debiste desobedecerme.

–Está bien. – la castaña se levanta de su silla – Ya terminé. – sonrió para luego dar la vuelta y dirigirse a su habitación.

Algunos quince minutos después Amity tocó su puerta, que estaba medio abierta.

–¿Hey Luz...?

–Hey, – la muchacha se encontraba leyendo "La buena bruja Azura" en una esquina de su cuarto, sentada en el suelo donde era muy fácil perderla de vista – perdón por todo eso Ams...

Una expresión triste apareció en su cara.

–Ey, ey, ey, – se agacha frente a ella y le seca una lágrima – no llores, todo está bien, ¿ok? – la abraza – Tu mamá solo quiere protegerte, no quiere pensar en que alguien vaya a tocar a su hija de cierta manera, no importa que yo nunca te fuera a hacer daño, al final ella no tiene nada que le asegure eso... – toma su cara entre sus manos y besa su frente – Tranquila amor.

–Está bien... pero, aparte de esta situación, – respira profundo y mira hacia otro lado – anoche... ¿estuvo bien?

Amity sonrió tiernamente – Claro que estuvo bien, es más, estuvo muchísimo más que bien, fue increíble.

Las mejillas de Luz se tornaron rojas mientras que una gran sonrisa se formaba en su cara, aún con lágrimas en los ojos.

Se inclinó hacia su novia y la besó suavemente, con ternura. Amity sonrío contra sus labios.

...

–Te amo Noceda.

–Te amo Blight.

Amity regresó a su hogar.

[NOTA:

¡Hola!

No suelo hacer notas, peeeero, quería saber si les estaba gustando la historia :D , porfis déjenmelo saber.

Además quería comentar que siempre me estoy muriendo de la ternura con esas dos, ufff, son demasiado lindas.

Y bueno, eso es todo,

Besitos <3 ]

A tu lado [Lumity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora