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Tocaron la puerta de la casa, la cual luego procedió a abrirse "por sí sola". Todo estaba oscuro dentro, y justo cuando Luz entró, Amity encendió la lámpara haciendo que los que estaban presentes saltaran de sus escondites y gritaran "¡Sorpresa!"

La castaña y su novia subieron para cambiarse el uniforme de la escuela, Amity lo hizo más rápido por lo que bajó primero. Al hacerlo todos los amigos de Luz la rodearon.

–Con que tú eres la novia, jum. – dijo con una mano en la barbilla.

–Ah, sí, – le respondió la pelipúrpura algo incómoda – soy Amity, un gusto. – le extendió la mano.

–Igualmente, yo soy Viney, y él – acerca al muchacho que iba pasando a su lado – es Jerbo.

–Ah, hola. – saluda tímidamente el muchacho.

–Somos sus compañeros de teatro.

–¡Claro!, he escuchado mucho de ustedes, – Amity sonríe – estoy feliz de por fin poder conocerlos.

Willow y Gus deciden tomar la palabra ahora, todos los presentes quieren conocer a la chica de la cual la cumpleañera no para de hablar.

–Hola, yo soy Willow, la mejor amiga de Luz.

–Y yo soy Gus.

–Ay, hola, Luz siempre me habla de ustedes, ¿cómo es ella en la escuela?, ¿es responsable?

–Bueno, ella-

–Apenas, pero se puede decir que sí.– lo interrumpe Willow.

–Willow, deja de interrumpir a Gus. – dijo la muchacha mientras bajaba las escaleras.

Se cambió a un vestido blanco con encaje y una botas negras. Amity amaba verla en vestido, lo cual casi nunca ocurría.

–¡Luz! – gritaron todos al unísono.

–Hola, gracias por venir.– dijo la castaña con una sonrisa.

La tarde pasó súper bien, comieron pizza, hicieron karaoke y, finalmente, cantaron cumpleaños. Cuando todos terminaron de comer pastel hablaron un rato más y luego se retiraron.

–¿No te vas Ams? – le preguntó mientras la abrazaba por la espalda, apoyando su mejilla en esta.

Amity era más bajita que Luz, pero como siempre usaba tenis, y ella botas con tacón, parecía lo contrario.

–¿Se me olvidó decirte? Me quedo a dormir. – se da la vuelta para responder el abrazo.

–¡¿En serio?!

–Sip. – le besa la frente.

–Chicas, terminen de recoger y dejen sus cursilerías. – grita Camila desde la cocina.

–Lo siento señora Noceda. – Amity suelta a Luz y vuelve a enfocarse en lo que estaba haciendo segundos antes: Limpiar.

Al terminar, ambas chicas se pusieron su pijama y se acomodaron en el sofá de la sala.

–Bien, ¿qué quieres ver? – preguntó la pelipúrpura.

–Lo que quieras, no sé qué elegir.

–¿Segura? – Luz asintió – Ok... pues, voy a poner The Haunting of Bly Manor.

–¿Qué es eso?

–Es una serie de terror sobre una chica que va a cuidar a unos niños que viven en una casa a las afueras de la ciudad, y ahí pasan cosas extrañas.

La castaña parpadea mientras la mira fijamente.

–¿En serio? ¿Terror?

–Es muy buena, y casi no da miedo, te lo prometo. – levanta el meñique para unirlo con el de Luz.

–Bueno...

A la cumpleañera le estaba gustando mucho la serie, y Amity tenía razón, casi no daba miedo.

–Espera un minuto, – dice apretando el brazo de su novia para luego sentarse mirando hacia ella – se gustan, ¿cierto? – no recibe respuesta – ¡Ah!, son gay, claro que sí.

–Cada día me sorprendo más con lo bueno que es tu radar gay.

–¿Verdad? – le replica orgullosa – Puede ser que no sea buena en matemáticas, o entendiendo indirectas, pero eso sí lo comprendo.

–Dios mío...

Ambas se empezaron a reír. Momentos así eran los que disfrutaban más, ¿cómo podrían cansarse de algo tan natural y hogareño?

–Chicas, a dormir, ya son las 12. – dijo Camila mientras bajaba las escaleras, ya con su pijama.

–Rayos, ok mami.

–Le preparé la habitación de visitas a Amity, cualquier cosa me dejas saber mi niña.

–Gracias señora Noceda.

Se levantan, toman un vaso de agua y se dirigen a su habitación.

–Buenas noches amor.– le dice Amity a Luz caminando hacia el cuarto de huéspedes

–Adiós cariño.

A tu lado [Lumity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora