Bajo las estrellas de Sidney

¿Una fiesta?

Eran ya las 7 y 15 am. Yo como siempre saliendo tarde a clases.

El frío de la mañana me recibió al salir de mi cálido hogar. Por suerte había tomado un abrigo que me protegería.

Avancé por las solitarias calles de Tough pensando en si debería pasar a por Celia hoy.

Seguro su novio la pasa a buscar para irse juntos a clases. Mejor no voy, sería imprudente.

Seguí mi largo camino y me coloqué los audífonos. Pasé a la biblioteca de Música para elegir una canción. Traitor de Olivia Rodrigo fue mi decisión.

Al traer mi teléfono en las manos aproveché para abrir WhatsApp y ver estados. Había varios recientes, para no decir muchos. El de James era uno y no pude evitar mirarlo .

Creo que me esperaba que hubiera algún tipo de indirecta o algo relacionado con lo que había pasado ayer. Pues sí, en mi cabeza yo me creía de cierta forma especial para él por la manera de comportarse ante mí. O lo de ayer fue casualidad? El que me siguiera y a poquito me besara era casualidad? Seguro que piensas lo mismo que yo: no.

Mis expectativas cayeron cuando lo vi, era una foto suya, muy guapa, por cierto y debajo decía:

Buenas noches 💕

¿Habrá colgado eso por lo de anoche?

No lo creo. Si es que cada vez que me ilusiono con algo o alguien pasa lo mismo. Nunca soy correspondida.

Toda la noche de ayer me la pasé dando tumbos en la cama, pensando en lo que había sucedido, desde el choque con el auto hasta el casi beso con James.

El que apareciera alguien así de casualidad en mi vida era algo lindo, tanto así que no me creía que fuera verdad. Pareciese como si a la persona que estaba esperando hubiera llegado, que mi personaje literario especial hubiera salido de un libro. Pero no!!

Nooo!

No porque no me gusta. ¡James no me gusta!

Además es novio de Celia y yo jamás haría algo que le pudiera hacer daño de alguna manera y para completar mi corazón le pertenece a un Hidalgo.

¿Más justificaciones?

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Bien, el ruido de los pocos transeúntes que habitaban por las largas calles de Tough me hizo regresar en sí.

Eran ya las 7:20, solo faltaban 10 minutos para que sonara el timbre. Debía apresurarme.

—A ver a primer turno tengo historia,  segundo matemáticas ¡Buah! Y tercero....¡Educación Física! ¡Siii! ¡Un turno de receso! aunque si mal no lo recuerdo hoy solo iban a jugar fútbol los chicos y nosotras las chicas por lógica sentadas en las gradas animando como peluches, pero no importa descanso es descanso.
     
                           *****

Llegué a la escuela como de costumbre: agitada y despeinada.

Todos ya estaban en el patio acudiendo al matutino y cantando el himno Nacional.

No sé si en otros países es así, pero en el mío, todos los días antes de empezar las clases se realiza un breve matutino y se entonan las notas del himno de la nación.

                

Llegué al aula y me senté en mi puesto que quedaba en la segunda mesa de la fila del medio, al lado de Celia. Como de costumbre diariamente miraba a una a una de las personas que entraban por la puerta, sobre todo a los chicos más populares, que obviamente pertenecían a mi aula.