Todo lo que hacía últimamente estaba mal.
Había estado saliendo con un chico a escondidas por meses, quedando sólo los jueves encerrado en el único lugar que se había prometido jamás volvería: Un armario. Atrapada en un amor a escondidas, engañándose así misma y mintiéndole a un chica que no lo merecía.
Luego lo conoció a él, un joven de aspecto bondadoso quien llegó a darle un poco de sentido a sus días, con quien podía ser y decir lo que quería y en realidad no era juzgada. Sin embargo, ahora estaba haciéndole daño siendo un egoísta con sus sentimientos personales, o en palabras de su novia Margo Robinson: Un drogadicto trans que acabaría con su increíble reputación que tanto le había costado construir. ¿Era justo hacerle eso al chico que comenzaba a causar miedo en su interior? No, no lo era.
Así que, un pensamiento terminó incrustado en su cabeza luego de escuchar "accidentalmente" la conversación de la parejita en la cafetería: Esta vez haría lo correcto y se alejaría de él, como tenía que haber hecho desde un principio.
Por bien de Min, por bien de Margo y por el bien de su inestable corazón.
Por lo tanto, después de ver cómo la chica depositaba la fruta favorita del peli negro en la basura, decidió irse y poner su plan en marcha, así que comenzó a evitarlo todo el resto de la tarde, e increíblemente le estaba saliendo a la perfección. Si, su día era aburrido, pero, ya podía tener una consciencia limpia ¿Verdad?.
¡Qué va! No podía mentir, todo era una porquería.
Y empeoró cuando al salir se topó con aquel muchacho que se había encargado de romper sus ilusiones cuán cáscara de huevo.
—Jamie—escuchó ser nombrada, obligándole a levantar la cabeza—¿Podemos hablar? Necesito decirte algo muy importante.
La chica lo meditó unos segundos. Ya había tenido suficiente por ese día, que con el paso de los minutos se volvía aún peor.
—Zack, escucha, está anocheciendo, ¿No puede esperar?—murmuró guardando las manos en los bolsillos de la chamarra por el frió que comenzaba a hacer —Estoy agotada y...sólo quiero ir a casa.
—Por favor—insistió y en cuanto sus ojos conectaron, Park pudo detectar todo el desorden en su interior y todo el desastre en el que se había convertido su exterior—Sólo será un momento.
Aquella suspiró y sin pensarlo más, simplemente se acercó a él.
—¿Qué es?—cuestionó exhaustiva—Y más te vale que sea rápido, eh—advirtió tratando de actuar como siempre lo hacía.
—No quiero que lo nuestro termine—murmuro por lo bajo, tomándole desprevenida.
—¿Y que es lo nuestro exactamente Zack Anderson?—pregunto serena.
Supuso que era momento de ser sincero.
—Jamie, sabes que mi padre es el cura de la ciudad, un hombre religioso que está en contra de lo antinatural—comenzó.
—¿Estas diciendo que soy alguna especie de anti naturalidad?—cuestionó divertida por tal descripción. Había escuchado toda clase de cosas, pero... ¿Eso?
—No, eres simplemente una persona. Igual que yo, igual que cualquiera, él no lo entiende pero yo si—dijo haciéndola callar y cortar su respiración—Yo...tú no sabes, no tienes ni idea lo que es estar enamorado de ti.
Aquella peli rosa bajo la mirada y la posó en los vans que decidió usar ese día. Apretó los ojos e hizo lo posible por no soltar tan siquiera una mísera lágrima, porque entonces sabría que estaría jodida. Estaba escuchando una declaración formal por primera vez de su parte. Esa que mucho tiempo atrás estuvo esperando e imaginando pero que jamás hizo presencia. ¿Y ahora? ¿Por qué no simplemente podía sentirse feliz y maldita mente enamorada? En lugar de sentirse como un pedazo de basura por ser la que esta vez no corresponda.
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I Kissed I Girl?
Teen FictionMin Yoongi, un estudiante de preparatoria, ama a su novia y a planeado toda una vida con ella. Pero todo se complica cuando conoce a Jamie, una encantadora joven que se declaró transexual abiertamente. Ahora no puede dejar de pensar en ella. 🔴 Hist...