Era un día ruidoso y escandaloso en Nueva York, la primavera había llegado y el abrasador clima golpeó la ciudad esa mañana, a pesar de ser un hermoso día, con un hermoso sol radiante, el crimen no se detenía. Era un día tan bello pero tan triste al haber sido atacado y arruinado con otro atroz crimen por parte del clan del pie.
El clan del pie era liderado por un hombre horrible, el destructor, sus apariciones se hacían cada ves más frecuentes en aquella bella ciudad, desde hace ya 1 año la tasa de crímenes había incrementado. La policía no lograba parar esto, en los periódicos siempre se encontraría al clan del pie como noticia en el encabezado, en los noticieros siempre hablarían al menos una o más veces al día sobre ellos y cómo pasaban por encima de la ley y pisoteaban los derechos de cualquier ser vivo en la ciudad.
Nadie sabía quienes eran en realidad, o como era su líder y cómo localizarlo, si eran terroristas o simplemente una Pandilla de criminales, una mafia quizá? No, eran solo unos idiotas!...como saber algo que ni el gobierno sabe en realidad? Algo que ni la policía a podido parar?
La verdadera pregunta que, a todos carcomía por dentro y a veces hasta ahuyentaba el sueño, era:
— ¿habrá algún idiota que los detenga? — dijiste molesta viendo el noticiero. El clan del pie había atacado esa mañana, había robado todo los químicos de unos barcos
— nosotros lo haríamos — hablo un mutante tortuga mientras veía el televisor, tu solo le miraste y negaste — ¿oye no confías en nosotros? —cuestionó con algo de seriedad en su voz, aunque era más una forma de retar a la humana que se había convertido en su amiga y guía en su proceso de adolescencia
—confió en ustedes, no confío en ellos —murmuró temerosa, era más que obvio que al igual que otros habitantes newyorkinos, había sido consumida por el miedo de ser testigo de un atroz crimen del clan del pie— no confió en la policía, no hacen nada, lo único que hacen es pretender hacer algo
—quizás deberías relajarte _____ — murmuró un mutante de lentes mientras cerraba su computadora portátil que hacía un tiempo había armado, se veía algo preocupado por su amiga, los 4 hermanos habían empezado a preocuparse de ella, en especial de su estado mental debido a que ya no salía mucho de su hogar o de la alcantarilla, solo iba a trabajar —has estado muy estresada últimamente....
— lo se! — soltó en un intento de gritar frustrada, soltó un pequeño suspiro mientras frotaba sus dedos en su frente, esperando a que su molesta migraña se esfumase — desde que me despidieron del hospital y ahora trabajo en una pizzería estoy así, estudie tanto para ser doctora y ahora soy una...mesera — bufó entristecida, guardo silencio y frunció el entrecejo con enojo — todo por culpa de esos criminales...
— ellos que hicieron? — dijo un mutante de cinta naranja mientras se giraba a verla, sus heridas de hace 3 años habían desaparecido y solo quedaban pequeñitas y casi invisibles marcas en su verdosa piel — llegaron y dijeron "estás despedida"? — hablo con un tono divertido en su voz, esperando así hacerla reír o que se relajase un poco
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soy doctora...NO VETERINARIA!
FanfictionUna doctora citadina que lleva una vida aburrida, se encontraba sola y con solo unos pocos amigos cercanos, quienes seguían ahí con ella a pesar de ser una doctora "amargada". Su rutina del diario era sólo levantarse temprano, ir a trabajar, regres...