Era un nuevo día para nuestra protagonista, después de haber pensando en la velada que había tenido anoche con su pareja, fue directo a bañarse para así quedar fresca como lechuga; desde hace un tiempo para acá, Leonardo había aprendido a controlar su fuerza y no lastimarte, en consecuencia; ahora cada que lo hacían tu no quedabas adolorida de ningún lado.
Mientras desayunabas recordaste el plan de Abril sobre Baxter Stockman, la verdad no creías que Baxter trabajará para destructor, sus inventos eran asombrosos y era demasiado listo como para caer en las manos del clan del pie, aunque eso igual creíste de Erick Sacks en un inicio, aquel hombre fingió estar de mano con la ciudad disque apoyándola en todo pero solo fue una sucia fachada para tapar sus sucios crimenes. La fama y el dinero corrompe a las personas, primero está el ejemplo de Erick Sacks (aunque bueno el ya era malvado gracias a ser como un hijo de destructor), en segundo lugar estaba Jacob, sus razones habían sido algo justificables pero te costó aceptar que muy en el fondo también lo hacía por dinero; y por último pero no menos importante estaba Vern "el halcón" Fenwick, aquel lindo camarógrafo que primero intento ayudar a sus amigos llevándose el credito de salvar la ciudad y ahora la fama había logrado que se volviera un hombre egocéntrico y mentiroso, pero aún así no dejaba de ser buena persona.
No se podía esperar menos de un hombre como Baxter, esperabas que abril estuviera equivocada ya que así al menos recuperarias tu confianza en los hombres millonarios e inteligentes.
Sin darte cuenta se te hacía tarde para el trabajo, en unas rápidas cucharadas terminaste tu cereal, después dejaste el plato vacío en la mesa y te dirigiste a la puerta para poder salir de tu departamento y así ir al pizzería donde aún trabajabas.
En el camino te topaste con un par de vecinos que saludaste amablemente y a mucha prisa saliste disparada del edificio; era un hermoso día de octubre, las calles estaban cubiertas por las hojas secas de los árboles, el otoño recién iniciaba en Nueva York y ya se estaba manifestando bastante bien, en estás épocas igual estaba lo que era el Halloween y bueno en Nueva York nunca termina la fiesta, de hecho justo la noche anterior hubo un desfile de Halloween por las calles de la ciudad, mucha gente disfrazada paseaba y modelaba delante de muchas más personas.
Cómo era octubre, no era de esperarse ver tiendas con decoraciones de Halloween o simplemente tiendas de disfraces abiertas; el otoño era señal de un mes lleno de cosecha y sobre todo competencias rurales, sin embargo; pensar en ello te llenaba de nostalgia gracias a tu infancia, la mitad de tu vida habías crecido en un pueblo alejado de la ciudad, aún recordabas las veces que ayudabas a tu padre en la granja con las gallinas, eran los únicos animales que tenían además de un perro.
En aquel pueblo creciste y te desenvolviste como una niña genio, pero genio era una palabra bastante grande, solo eras una niña inteligente que le gustaba la escuela a diferencia de otros niños y niñas que no daban tanto para un futuro prometedor. Cuando cumpliste quince años y entraste a la preparatoria tus padres te llevaron a la ciudad para un mejor futuro, ahí vivieron un par de años hasta que por fin te graduaste de la universidad. El resto es historia.
No recordabas la última vez que visitaste tu lugar de origen o llamaste a tus padres, debido a la mala señal en aquel lugar, siempre era por medio de cartas que rara vez recibías o mandabas. Octubre era un mes que te dejaba un mal sabor de boca y mucho que pensar, el trabajo era lo que ayudaba a dejar de pensar en aquello, pero desde que trabajas en la pizzería con la señora Benedetti y veías lo maternal que ella era te hacía recordar bastante a tu propia madre. Esa era una de las razones por las cuales te ponías aún más melancólica en estas fechas, era por el simple hecho de que tus padres no sabían que su hija había tirado a la basura años de estudio, pero eso era lo de menos, la mayor carga de culpa era que tus padres no tenían ni idea de tus amigos mutantes, ni siquiera sabían que estabas en una relación con Leonardo, ellos se habían quedado que estabas de novia con un tal "Roger" de la universidad, después de todo ese había sido tu último novio antes de Leo.
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soy doctora...NO VETERINARIA!
Fiksi PenggemarUna doctora citadina que lleva una vida aburrida, se encontraba sola y con solo unos pocos amigos cercanos, quienes seguían ahí con ella a pesar de ser una doctora "amargada". Su rutina del diario era sólo levantarse temprano, ir a trabajar, regres...