𝑉𝑂𝐿𝐾𝐴𝐶𝐼𝑂

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ACLARACIÓN ANTES DE LEER: Éste privatter es una colaboración que realicé con @Cornuda1_ en Twitter. Es un rayito de sol, literal. Escribe muy bien y les recomiendo ir a seguirla si tienen tw y aún no lo hacen (síganme a mí también csm -.-). Sin nada más que decir, disfruten de la comidita ♡.

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"¿Debía estar haciendo aquello? No lo sabía, pero necesitaba más de esos extravagantes morenos."

No tenía ni la más mínima idea de qué coño había ocurrido para estar dónde estaba ahora. 

No había uno, sino tres Horacios frente a sus grisáceos ojos mientras hablaban y reían entre ellos, ignorando por completo a él y al hecho de que los estaba observando sin vergüenza alguna. Decir que entendía lo que pasaba no era siquiera una opción, puesto que sería mentir descaradamente. Su cabeza aún no lo procesaba porque, según Volkov, estas cosas solo suelen suceder en las películas.

Aunque recordar eso ahora no tenía mucho sentido, después de todo, habían pasado ya unos tres o cuatro meses desde aquel suceso, en los cuáles pudo conocer facetas de Horacio que en su momento no pudo, ya que o no se conocían, cómo era el caso con el muchacho de tan solo veinte años, o porque no le había prestado la suficiente atención, tal y como había sucedido con el alumno del CNP. 

Ahora no hacía falta ni decirlo para saber que se arrepentía por completo de los tratos que le había dado a tal muchacho cuando él solo estaba cumpliendo el trabajo que le habían asignado. Apenas había reaparecido en su vida, una tensión se había instalado entre ellos. Pero era extraña, pues aunque el moreno lo trataba con frialdad, lograban tener sus momentos más tranquilos y de cercanía, simplemente disfrutando de la compañía del otro y complementandose en el trabajo como si fueran uno solo, pero lamentablemente aquello no duraba demasiado, volviendo al mismo distanciamiento del comienzo. 

Y pese a que ahora mismo sus pensamientos comenzaban a abrumarlo, lo que realmente importaba era el patrullaje en el que se hallaba junto a aquél Horacio de apenas veintiséis años, quien manejaba calmadamente por las calles de Los Santos. Solían patrullar cuando el director del FBI se encontraba demasiado ocupado y era donde Viktor debía terminar de explicarle todas las responsabilidades que conlleva ser un agente federal, no siendo muy diferente de las responsabilidades que tiene un miembro del CNI y las cuales sabía que Horacio conocía perfectamente bien.

Ya había intentado disculparse con él un par de veces, pero parecía que el muchacho no le hacía ni caso y quería evadir sus disculpas. Necesitaba explicarse y pedirle perdón. No podía seguir ni un día más viendo aquel distanciamiento y aura negativa que el menor desprendía por todo lo que había pasado en su corta vida y menos sabiendo que él fue, en parte, culpable de aquello.

Una parte de él lo comprendía. Entendía totalmente que ése Horacio tuviera aquella actitud, después de todo, su relación había cambiado abruptamente desde que el menor "dejó la policía y los traicionó" (según sus propias palabras en aquellos tiempos). 

Sus pensamientos invariablemente hicieron a sus ojos dirigirse hacia su dirección, admirando en silencio -como tantas veces había hecho, tanto en su pasado cómo ahora- el perfil del chico a su lado. Su cresta, nariz, mandíbula y ojos. Aquellos endemoniadamente perfectos pómulos y la forma en la que le parecían realmente atractivos todas aquellas piezas metálicas que adornaban las orejas, nariz, ceja y labios del menor. Aquellos piercings le quedaban jodidamente bien, dándole un aire de, aunque no lo pareciera, seriedad y autoritario.

No era sorpresa para él mismo encontrarse prácticamente "comiendo" al menor con la mirada, pero es que ¿Cómo no hacerlo cuándo todo su ser parecía hecho por un dios griego, creado exactamente a la medida para él, un simple mortal que, con el tiempo, cayó rendido ante los coqueteos de aquel maravilloso hombre de piel aceitunada, excéntrica y peculiar personalidad y brillo en sus bicolores orbes?

𝙾𝚗𝚎-𝚜𝚑𝚘𝚝𝚜 𝚅𝚘𝚕𝚔𝚊𝚌𝚒𝚘 [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora