𝑽𝑶𝑳𝑲𝑨𝑪𝑰𝑶

1.4K 40 31
                                    

V bottom.

H top.

<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<

- Aquí comisario Volkov, procedo a hacer 10-33 con el Inspector Jefe Horacio.- anunció por radio.

Caminó hasta su patrulla, Putin, el cuál no estaba a más de cinco o seis metros de él.

- Ya voy comisario Volkov, estoy atendiendo una denuncia.- avisó el Inspector.

Su ser tembló solo de escuchar su voz.
Dios, ese hombre lo volvía realmente loco.
¿Por qué mierda debía tener una voz tan malditamente seductora, aún sin intentarlo o notarlo?

Alejó esos pensamientos de su cabeza y se metió al patrulla, esperando a que su compañero de patrullaje y pareja llegara.

No era algo nuevo, sin embargo, aún le parecía raro presentar a la gente a Horacio como su pareja.
No es que sientiera vergüenza de él, claro que no, jamás se avergonzaria de su chico, pero era algo extraño que luego de casi seis meses conociéndose mejor, y que Horacio conociera sus traumas e inseguridades, siguiera con él.

Apoyandolo, amandolo, apreciandolo y queriendolo. Y era totalmente sorprendente la forma en la que el menor lo daba todo de sí.
Aun que fuese solo estando allí para él, sacandolo de la oscuridad de su mente, o dándole palabras llenas de afecto, intentado curar de alguna forma su dolor.

Eran aquellos actos los que le aseguraban que Horacio lo amaba.
Y se sentía tan putamente fascinante saber que Horacio no mentía, y que no se aprovechaba de él.

Tomó su móvil, y comenzó a ver las fotos del gran papeleo que le tocaba para aquella noche.

Suspiró. Irritado por tener que hacer tanto y no poder pasar la noche tranquilo con su novio.

Novio.

Era una palabra extraña para él, sin embargo le provocaba un sentimiento agridulce.

Su novio. Horacio Pérez.

Era, de cierta extraña manera, reconfortante llamarlo así.

Era prueba de que solo era suyo. Que no podría estar con alguien más que con él.
Tal vez sonaba posesivo o incluso tóxico, pero le hacia ¿felíz? Sí, era felicidad. Le hacia felíz saber que Horacio solo lo amaba a él. Al menos, el ámbito romántico.

Su mente divago unos segundos más, hasta que sintió la puerta de su patrulla cerrarse. Entonces, miró a su derecha, encontrándose con el rostro ido de perfil de su pareja.
Se le veía perdido, con la cabeza en otras cosas completamente externas a lo que hacían ahora.

- ¿Estás bien, Horacio?- preguntó, rompiendo el silencio.

El nombrado lo miró, con ojos abiertos como platós. Dos segundos después, relajó su ceño y le regaló una de sus sonrisas llenas de cariño.

- Sí, tranquilo, solo estoy un poco cansado.- respondió, soltando un suspiro pesado y posando su mirada bicolor al frente, perdiéndose nuevamente en los pensamientos de su cabeza.

- ¿Seguro? Sabes que puedes contarme cualquier cosa, solntse.- mencionó, inseguro de la respuesta que le dio el de cresta.

- Sí, no pasa nada rusky.- volvió a responder. Ésta vez sin mirarle, aún con sus ojos mirando al frente, esperando comenzar su 10-33.

𝙾𝚗𝚎-𝚜𝚑𝚘𝚝𝚜 𝚅𝚘𝚕𝚔𝚊𝚌𝚒𝚘 [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora