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Sasuke vió a su bebé dormir profundamente, uno de sus cachetitos abultado por la presión en su rostro, un fino hilo de saliva caer de sus gorditos y rosados labios rosas, sus cabellos rubios en todas las direcciones, tierno. La luz solar se asomaba por las grandes ventanas, iluminando toda la habitación, la cual estaba llena de colores y con un par de dibujos en hojas de papel.

-Bebé...-llamó con cuidado Sasuke, acariciando la suave piel del rostro de sus bebé, el recién nombrado arrugó su naricita, causando ternura por naturaleza.-Es hora de despertar amor.- lo movió suavemente.

-Cinco minutos más Daddy...-murmuró entre sueños el menor, y tal vez su bebé tenia razón, se habían quedado hasta tarde haciendo el amor, y por ende, ambos terminaron cansados.

Sasuke besó la frente de su bebé y salió de la cama desnudo, los rayos acariciaban suavemente la blanca piel mientras buscaba un par de bóxer y pantalón de pijama. Aún descalzo y con el pecho descubierto, caminó hacia la cocina.

Con cuidado y dedicación, preparó el desayuno para el y su bebé, no era muy bueno en la cocina, pero hacía lo que podía. Casi siempre la comida la preparaba su bebé, con sus bellas y gorditas manos, pero ahora lo quería hacer el.

Su bebé

Era prácticamente su vida, su mundo entero, lo amaba demasiado, cada vez que estaba con su bebe se volvía más cariñoso y dejaba de ser el estricto jefe de oficina.

Dejó toda la comida en una bandeja de color plata y caminó con mucho cuidado para no dejar caer nada. Con su tobillo empujó la puerta de madera y dejó la bandeja de comida en la cómoda.

-Bebé, ya es hora de levantarse.-Sasuke apoyó una de sus rodillas en la cama, inclinándose hacia la dirección de su pequeño, la venosa mano sacudió con cuidado aquel cuerpo.

Naruto siguió durmiendo, y Sasuke negó con la cabeza mientras una sonrisa se asomaba en su rostro, su rostro se escondió en el cuello del menor haciendo pequeños chupetones, sacando flojas risas del de mejillas regordetas.

-Daddy.-lo llamó entre risas.-Ya me levanto.-se separaron entre risas.

-Buenos días bebé, preparé el desayuno.- indicó el mayor y Naruto sobó sus ojitos para poder ver mejor.

-Uh, gracias Daddy.- sonrió cerrando sus ojitos, Sasuke no pudo evitar sacar un suspiro, su bebé se veía tan precioso cuando se levantaba.

Comieron tranquilos entre risas, degustaban cada alimento y se daban pequeños besitos. Cuando terminaron, ambos se dirigieron hacia el baño, Sasuke no pudo evitar mirar las rellenas piernas y el apetecible trasero de su bebé.

Su pequeño cuerpo cubierto por su gran camisa blanca que apenas tapaba sus grandes cachetes traseros y dos botones abiertos dejaban ver las marcas rojas en su cuello.

-Da...¡Daddy!.- chilló avergonzado el de cabellos rubios, había atrapado a su Daddy viéndole el trasero, no pudo evitar sonrojarse y jugar nerviosamente con sus deditos.

-Bebé, ya vi tu trasero miles se veces.-rió el de cabello negro.- No tienes nada de que avergonzarte, conozco cada parte de tu bello cuerpo.- mientras decía esas palabras se acercó, colocando sus manos en su trasero y dando un levo apretón que lo hizo jadear.

-Daddy hace avergonzar a su bebé.- puchereó mirándolo, Sasuke no pudo evitar morder y besar aquellos labios rosados, probándolos y dejándolos rojos.

-Eres tan tierno que no se como en las noches te conviertes en una bomba sexual.- beso y corrió dejando a su bebé todo sonrojadito y con un puchero en sus labios.

-¡Daddy!.- chilló, para luego sonreír, aunque su Daddy algunas veces lograba avergonzarlo, lo amaba con todo su corazoncito, se sentía tan valido y feliz.

Porque a pesar de todos sus defectos, Naruto, amaba a su Daddy.

𝒟𝒶𝒹𝒹𝓎 [𝒮𝒶𝓈𝓊𝓃𝒶𝓇𝓊]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora