Largo sea el reinado de las reinas extranjeras, las reinas sureñas.
Lylianne Baratheon y Joanne Lannister, en algún punto sus historias se conectan pero no son lo mismo, aunque ambas buscaban algo parecido.
"Libertad"
Pero cuando el Juego de Tronos...
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CAPITULO CINCO
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"Frío Winterfell"
Winterfell era un lugar con aspecto lúgubre, los norteños miraban con cautela a la armada real que avanzaba junto a la familia real, Cersei le habia ordenado a Lylianne permanecer del carruaje hasta llegar, por seguridad.
-Parece un cementerio- le dijo Lylianne a su madre con la cara pegada a la ventana.
Lylianne estaba acostumbrada a los climas cálidos tal como la capital o la residencia de los Lannister, disfrutaba del sol y descansar con los rayos del sol y una suave brisca frente al mar y una bebida refrescante.
-¿Ya habías venido al norte, madre?- pregunto la princesa.
-A las tierras cercanas, nunca tan en el norte- respondió Cersei mirando todo con cautela.
El carruaje se detuvo y Cersei dejo un beso sobre la frente de su amada hija, su primogénita y de la cual estaba mas orgullosa, su pequeña leona.
No quería entregarla a los norteños.
-Estaré bien madre- le dijo Lylianne a la mujer- Joanne se quedara a hacerme compañía ¿verdad?- le pregunto a su prima que iba con ellas en el carruaje.
-Claro- respondió la rubia con una sonrisa- De eso no se preocupe, tía- dijo dirigiéndose a Cersei- Tengo pensado quedarme una temporada aquí acompañando a Lyli en el norte, ustedes pueden volver tranquilos a la capital.
-Te lo agradezco querida- le dijo Cersei apretando ligeramente la mano de su sobrina como muestra de afecto.
Alguien toco la puerta del carruaje y pudieron ver los cabellos dorados de Jaime por las ventanas, abrió la puerta y los primeros en bajar fueron Myrcella y Tommen, luego bajo Cersei a acompañar a sus hijos menores.
-Respira- le dijo Joanne a su prima dejando un beso en su frente y ayudándose de la mano de su tío Jaime para bajar del carruaje.
-Estoy contigo- le dijo Jaime con una dulce sonrisa para calmar a su sobrina, sabia que apenas pusiera un pie ahí seria el inicio de su nueva vida.
Lylianne le sonrió y acomodó su vestido y tiara para después bajar sujetando la mano de su tío.
-Wow- susurro Theon Greyjoy detrás de Robb al ver bajar a la preciosa princesa.
Era increíblemente hermosa, el vestido negro con bordados dorados que traía curveado a su figura, la hacia lucir increíblemente preciosa, también traía un abrigo de piel con un toque de rojo escarlata, su cabello castaño suelto y con rizos, la tiara de oro que traía sobre su cabeza y las joyas finas hacían relucir su hermoso rostro.
