Oscuridad Y Media Luna

16.- Ocultando lo evidente

"Por las historias que hemos vivido,
Por las heridas que no se irán,
Me sirve cualquier motivo para brindar...

Talvez perdiendo todo el sentido,
Por un minuto podre olvidar,
Cuantos segundos tiene un nunca mas...

Si para siempre es poco tiempo contigo
¿Como poder conformarme con no tenerte jamas?"

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POV SARADA

-¿Enserio creen que yo soy ese salvador del qué esa tal kaguya habla en su libro?-

La pregunta de Boruto terminó por descolocarme. Lo veía extraño desde que salimos de la biblioteca, y aquello confirmaba mis sospechas.

Baje la velocidad del auto, y me detuve en un pequeño paraje, apague el motor y me gire hacia el. Lo que vi me hizo sentir mal. Su mirada lucía perdida, se abrazaba a si mismo mientras se encorvaba y sus ojos... Por dios, sus ojitos alegres e irritantemente lindos de la mañana había desaparecido, para dejar solo unos opacos y tristes ojos azules. Sentí esa sensacion parecida a lo que los humanos llaman "el corazón chiquito".

Por un segundo contemple la idea de abrazarlo, pero me contuve, algo en mi me dijo que no debía, simplemente por el hecho de que no somos más que simples conocidos que se odiaban (o eso creo) y no tenía porque invadir su espacio personal sin su autorización, y también, porque sentía que si lo abrazaba, ya no querría despegarme de el, literal.
Me cruce de brazos resistiendo heroicamente el impulso y lo mire fingiendo tranquilidad.

-escucha, se que lo que leímos hace un momento te cayó de golpe, y se también que es una gran presión para ti, pero no te aflijas, por algo estamos nosotros aquí, nosotros te ayudaremos-

Al parecer, eso en vez de darle ánimos lo hizo sentirse más triste, ya que escondió el rostro entre sus brazos.

-¿sabes, Sarada? la muerte a mi no me asusta - dijo mientras volteaba a verme -lo que en realidad me aterra es fallarles y que alguno de ustedes muera por mi culpa. Siento mucha responsabilidad, hay tanto en juego, su vida, la de papá... Y ponen sus esperanzas en un estupido que hasta hace unos meses ni siquiera sabía que existían e ignoraba lo que era... Soy un reverendo idiota-

-bueno, lo de idiota, no puedo discutirtelo- reí un poco -pero de lo demás, debo reconocer que te estás esforzando, y eso es algo que hay que valorar- algo dentro de mi se sentía raro... No me gustaba verlo así, tan deprimido. quería reconfortarlo de alguna manera, e inconscientemente, una de mis manos viajo hacia la suya, la cual permanecía en un puño, y se posó sobre ella. Fue cuestión de segundos, para que me diera cuenta de lo que había hecho y nerviosa, retire mi mano enseguida, ante la mirada atonita del rubio.

-emm... Okey, vamos, tenemos cosas que hacer- dije, palmeando un par de veces su mano, disimulando el contacto anterior, y sin dirigirle la mirada encendí el auto e intenté por todos los medios concentrarme en el camino ¿En que demonios estaba?
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-y bien, ¿como les fue con el viejo Hiruzen?- pregunté mientras veía la cara de fastidio de mis hermanos, al parecer, no habían pasado tan bien la mañana.

-resumidamente, solo nos dijo que un tal Óbito U probablemente tenía información que podría servirnos, fuera de eso, solo pura charlatanería y sermones y bla bla bla, cosas de ancianos - dijo Yodo, apoyada en la pared, y frunció el ceño al ver nuestra cara de asombro -a ustedes ¿qué tal les fue?-