14.- Italia

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¿Como le digo?

Que ella es la estrella que ilumina el camino de la oscuridad que me rodea
Que mi alma pide a gritos sus caricias
Pero la razon me pide callar y alejarme para no dañarle

¿Como le digo que quizá, talvez, ella sea mi destino?
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POV BORUTO

Bostecé mientras echaba mi cabeza hacia atras y me remolia por decima ocasion en ese frio asiento de avion. En realidad, no entendi mucho de lo que el Dr me explico, solo se que un dia me pidio hablar y dos dias mas tarde me encontraba en un avion con destino a alguna parte del mundo, con la excusa de que eso tenia que ver conmigo y yo tenia que estar al tanto.

Lo unico rescatable de la situación fue, que justo minutos antes de irme, llame a papá para informarle que saldria con los hijos de su jefe por un par de dias, cosa que el no aprobó, pero tampoco pudo negarse. Tras una breve despedida, me encaminé con los chicos hasta el aeropuerto para tomar el avion que nos llevaria a nuestro destino.

Para colmo, y como si la vida me odiara, mi compañera de asiento, aparte de ser la persona mas amargada y antipática del mundo, se llevaba el premio al ser la persona mas extrovertida que habia conocido en mi vida (notese el sarcasmo).

Aunque, en cierta manera, resultaba todo un deleite viajar junto a Sarada Uchiha. Después de la charla de anoche no pude evitar mirarla con otros ojos. Y no malentiendan, hablo del hecho de que ya no éramos tanto unos enemigos aserrimos, eramos mas bien "enemigos que pueden coexistir en una misma area determinada sin matarse" punto.

Y aunque me costara admitirlo no podria jamas cansarme de admirarla de perfil.

Aquellas facciones suyas, dignas de un angel caido del cielo, su cabello largo a media espalda, oscuro y sedoso, y con el cual hacia juego ese conjunto de chaqueta tipo biker negra, blusa blanca y jeans de mezclilla amoldados a su figura que la hacian ver simplemente perfecta. me encantaba ver como esos ojos tan oscuros como el firmamento adquirían cierto brillo al ver el paisaje nocturno que anunciaba que nuestro arribo estaba proximo. Esa chica definitivamente podria volver loco a cualquiera con su sola presencia sin ella proponerselo siquiera. Su aroma a cerezas inundaba mi nariz y llenaba mis pulmones de su exquisita fragancia. Suspire aun mas intentando no volverme loco, y guardando aire en mis pulmones para concentrarme en otras cosas, como en mi telefono, por ejemplo. No entendia como simplemente ella no podia notar que estaba haciendo añicos lo que quedaba de mi cordura mientras solo seguia ahi, impavida e inocente de lo que su presencia misma estaba haciendo en mi cabeza. O talvez si lo hacia, y estaba jugando sucio.

Nunca lo sabria.

Suspire abrumado, y me levante por cuarta ocasion, para dirigirme directo al baño. Estando dentro, lleve mis manos a mi boca, y tras ahogar un par de gritos de frustración,  procedí a empaparme el rostro con agua helada, recargue mi humanidad en aquel pequeño lavabo de plastico porcelanizado y respire hondamente. ¿Porque tenian que pasarme esta clase de cosas solo a mi?

Ya estando mas tranquilo, y haciendo un esfuerzo sobrehumano, regrese a mi asiento decidido a matar el tiempo de alguna forma, asi que me rete a mi mismo a ver cuantas palabras podia sacarle a mi compañera, quien se encontraba de lo mas relajada mirando el paisaje por la ventanilla, sin mostrar siquiera un atisbo de emocion, o tristeza

O algun sentimiento que me indicara que estaba con alguien consciente.

La mira con duda ¿Que acaso no me habia dicho que ella habia nacido por estos lugares? ¿Que no le daba cierta emocion tan siquiera ver el lugar donde alguna vez vivió?

Oscuridad Y Media LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora