22.- Primer asalto

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Un suspiro cansado se escuchó entre las paredes del recinto donde se concentraban los seguidores de Jigen.

Hinami caminaba con rapidez sobre aquellos largos y engañosos pasillos que conformaban aquel antiguo y monumental castillo, dirigiendose a la salida de este.

Al llegar a la entrada, Bufó con cansancio, y se detuvo a esperar. Era patético. Hasta hace unos meses, podria decirse que ella era un alma libre, corriendo y "existiendo" a la manera que quería. Le molestaba verse ahora, obedeciendo las ordenes de un fulano,  encerrada en una enorme prision que con solo verla, le hacian dar ganas de jalarse los cabellos debido al estres.

En un principio, fue dificil para ella memorizarse cada pasadizo y camino a cada habitación de aquella gran mansión sin equivocarse, pero, despues de unos meses de estar practicamente recluida en ese lugar en total contra de su voluntad, podria decirse que era una experta en guiar a idiotas sin que estos tuvieran temor a perderse o morir en alguna trampa que no fuera "intencionalmente" colocada para ellos.

Jigen le habia pedido que esperara a ciertas personas, las cuales harían cierto "trabajo" para el.

Hinami suspiró con cansancio. Sabia de sobremanera a que tipos de "trabajos" se referia el lider de aquella organizacion, y simplemente se abstuvo de intervenir por todos los medios.

-buena tarde, tengo cita con el Señor Jigen- la voz de un hombre la hizo girarse. Delante de ella se encontraba un tipo encantador, vestido elegantemente, mientras apoyaba ambas manos en su espalda

Hinami solo bufó, se dio la media  vuelta y caminó en direccion a la habitación donde el jefe estaba esperando

-sigueme- masculló, mientras caminaba a paso rapido, de nuevo adentrandose al lugar.

Sabia tambien de que se trataba con miuprecisión aquel "encargo", y deseaba con todo su ser, que aquellos tipos hicieran sufrir como nunca a los malditos del clan Uchiha, junto con su tierno sobrinito.

Chasqueo los labios y fruncio el ceño, en una clara muestra de molestia y frustración. No entendía todavia como demonios un mocoso de su calaña habia logrado noquearla de un solo golpe. Simplemente, lo veia increible e inaceptable.

-ya demoramos bastante en llegar a la habitacion de su majestad, y me estoy cansando de caminar-

La voz del hombre tras ella, la hizo salir de sus pensamientos. Hinami rodó los ojos con hartazgo. El tipo era un hombre alto, de tez blanca, ojos color magenta y el cabello color castaño oscuro, mas aun que el de la misma ojiperla.

Tenia cierto encanto que a ella no le pasó por desapercibido, pero aun asi, no se inmutó, solo se limitó a hacer lo que Jigen le habia ordenado.

-no molestes, ya estamos por llegar- advirtió la castaña de ojos perla, sin detener su andar.

El tipo bufó, y su vista fue a caer en la silueta que se movia con gracia casi angelical, a unos pasos frente a el.

Sonrió con malicia, mientras llevaba una de sus manos a su menton

-y...¿Sabes con exactitud para que trabajo sucio me requiere ahora el señor jigen?-

Hinami resopló. Detuvo su andar y se dio la vuelta con brusquedad, quedando frente a frente con el hombre que la seguia. Este se detuvo a escasos centimetros, evitando de manera milagrosa el choque de ambos.

-lamento no poder ayudarte... ¿Deppa, no?- preguntó la ojiperla de manera despectiva. El aludido sonrió de manera encantadora, y asintió. Hinami lo miro de arriba a abajo, sin inmutar la expresion en su rostro - a mi no me da por meterme en asuntos que no me competen- la chica se da la media vuelta, y continua su andar -y como consejo, opino que mejor te concentres y hagas lo mismo-

Deppa la miro darse la vuelta y seguir su marcha, y sonrio de lado. Sin decir mas, continuo caminando por donde antes habia pasado la castaña, apurando el paso para emparejarse con ella.

El camino transcurrio en silencio, hasta que ambos se vieron frente a una gran puerta que les doblaba la altura. Hinami cerro los ojos y suspiro, para despues abrir aquella puerta de par en par, dejando ver una habitacion oscura, alumbrada unicamente por un par de antorchas puestas lado a lado de un gran sillon, en el cual descansaba, de manera solemne, de piernas y brazos cruzados, el lider de toda aquella organizacion.

Deppa se adentró a la habitacion, y sin mayores ceremonias, se hincó, apoyandose sobre una rodilla, y agacho la cabeza, apoyando su brazo en su rodilla.

-¿Me mandó a llamar, señor?-

Hinami rodó los ojos, y no queriendo seguir siendo parte de aquella retorcida reunión, se dio la media vuelta y se retiró del lugar. Tenia cosas mucho mejores que hacer que presenciar los planes maquiavelicos de un par de dementes.

Jigen levantó la mirada, y miró con una sonrisa arrogante al tipo que estaba postrado ante el.

-asi es, querido Deppa- el pelilargo se levantó de aquel trono, y caminó tranquilamente hacia el aludido -solicité tu presencia, ya que nadie mas que tú puede ayudarme a eliminar cierta piedra de mi camino-

Deppa sonrio de lado con malicia. Oir Aquello le generaba cierta satisfaccion, asi que, de un movimiento, se incorporó, y asintió, una sonrisa retorcida se asomó en sus palidos labios.

-lo que usted ordene, mi señor-
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Sorry por desaparecer. Capitulo corto, pero lo compensare😬

Hailey fuera😎

Oscuridad Y Media LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora