- Nat, pero todo esto es mío - ella duerme con mis cosas, tiene camisas, shorts y sobre todo suéteres.
- Así que aquí es donde viene a parar toda mi ropa - digo riendo, luego ella me mira - entonces no te molesta - dice en tono de niña.
- Pues claro que no mi niña, no me molesta es más - salí de ahí y fui a mi habitación, saque una camisa de ella que también ocupo para dormir y me la puse, era de una banda.
Llegue a su cuarto y pase sin tocar, grave error pues se estaba poniendo una de mis camisas, es sin mangas y estaba en ropa interior, su cuerpo ha cambiado, esta más en forma.
- Perdón - dije cuando ella notó mi presencia - si dices perdón después de que ya me has visto más de un minuto no cuenta - dice con una sonrisa.
- Te quería enseñar que yo también lo hago, no tengo tantas como tú, pero me hacen sentir bien - ella sonríe y se lanza hacia mí en un abrazo que recibo con ganas.
- Te puedo pedir un favor - dice mientras queda frente a mí como cuando estábamos en la sala - puedes no irte nunca.
- No te puedo prometer un para siempre, pero mientras yo este viva nada te pasara.
- Eres la mejor de toda la vida - ella se recostó en su cama y se cubrió con la sabana - me puedes cantar la canción por favor.
- Claro - pero antes, le doy un beso en la cabeza - ahora sí...
- Tú brillas como una estrella fugaz, me perdí en tus ojos llenos de verdad, la luna nos ha dado una oportunidad y no pienso dejarte ir una vez más, la luna es testigo al igual que el mar, de los años que han partido sin dejar nada atrás, los sueños y recuerdos se van a olvidar y solo quedaran las estrellas al final.
Ella aplaude - Bravo eso, maravilloso - dice - ahora que ya estoy tranquila y con pijama puesta, voy a dormir - dice tranquila cerrando sus ojos.
- Buenas noches - digo mientras le doy otro beso en la cabeza pues ella ya esta medio dormida - descansa.
Salgo de su cuarto y siento un vació enorme, como quieren que no me enamore de ella, es una niña indefensa a la que la vida la ha tratado de poca madre es alguien fácil de amar.
Me enamora su forma de ser, de actuar, como es con sus hijos que son como míos, como me trata y como se roba mis cosas para dormir y no sentirse tan sola, eso es increíble.'
Fui al cuarto de los niños y los vi dormir, son tan lindos - los amo hijos - dije más para mí que para ellos.
Luego de un rato regrese a mi habitación, esta vacía y sola, muy sola me siento fría aquí quiero estar en otro lugar, me meto a la cama y apago la luz de noche, no he dormido bien desde hace seis meses y los más que dormí fue la siesta del día que Nat llego a mi casa.
De repente escucho unos pequeños pasitos - Lill - dice Nathaniel tocando la puerta - pasa - digo, el abre la puerta y entra corriendo con su pijama de paw patrol.
- Dormir - dice subiendo a mi cama, quiere dormir aquí - bien, pero si tiras patadas te echaré de la cama he mi niño - dije con risa, el sonrió y se acurrucó.
Él se puso sobre mi abrazándome y luego escuche más pasos, tocaron la puerta
- pasa - dije, Mía entro - puedo dormir con ustedes.
- Ven aquí - dije mientras le hacía espacio en la cama - gracias -
ella se pegó a mí y tenía a Nath encima y a Mía abrazada, luego escuche pasitos y entro frambuesa, se subió a la cama y se acostó en nuestros pies.
- Ahora ya no falta nadie, a dormir hijitos míos - ellos se durmieron, y por primera vez no me quede despierta pensando en cosas feas.
Al contrario, eran los pensamientos más dulces de mi vida, pasaron las horas y yo seguía admirando a esta familia, que desearía que fuera la mia, pero soy muy cobarde.
Mire el reloj en la pared y vi que eran las seis de la mañana y pues los niños debían ir al cole a las seis treinta, creo que ya van un poco tarde, pero es que no los puedo despertar.
- Wanda, has visto a los niños es que no los encuentro en ningún la -
ella corta su oración al verme y se apoya en el marco de la puerta.
Me mira como si fuéramos la obra de arte más linda que en su vida vio - sabes que deben ir al cole verdad.
- Si lo sé, es triste - ella ríe bajito - como terminaste en esta situación - yo me preguntó lo mismo
- bueno primero vino Nath luego titi y frambuesa se unió después.
Así que tuvieron una pijamada y no me invitaron, bien está bien a la otra así estamos - dice con una sonrisa nerviosa en la cara.
- Si ahora hay que levantarlos - digo ella asiente y sale del cuarto - Nath pequeño hay que levantarse -
el abre los ojitos y Nat ya esta parada en la puerta - ma - dice mientras va hacia ella.
Le cuesta hablar y pues nunca ha dicho el nombre de alguien completo, ni mama ni papa tampoco, Frambuesa se levanta y se va junto a Nath y Nat.
Paso cinco minutos pensando en como despertar a Mía- Hija hay que levantarnos.
- Ya es hora Mami?
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Nota:
Vamos avanzando, pero voy a volver a tu esta vez para avanzar.
Nos leemos...
Cofie:)
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cuando te des cuenta
RomanceNatasha Romanoff es una madre que está pasando por su divorcio y es uno de los momentos más duros de su vida al tener dos hijos que están en una edad aun pequeña pasa por mucho, pero siente que puede superar todo porque tiene a su mejor amiga Wanda...