Termino de cepillar mis dientes viéndome al espejo, hace segundos terminé de cenar algo de ramen y necesito acabar la tarea de sociología que debo entregar mañana. En el espejo el reflejo deja ver una joven de veinte años con cabello castaño ondulado y flequillo sobre las cejas, éste cae por mis hombros, mis ojos son un poco grandes, diría que redondos, mis labios son pequeños, mayormente rosados, mi rostro en sí es un poco redondo, siempre he sido de contextura delgada y mi piel es pálida. No me considero un bombón, pero tampoco soy algo desagradable, sólo creo que estoy en un estándar normal.
Salgo del baño apagando la luz, voy a la habitación dirigiéndome al pequeño escritorio donde mi laptop se encuentra abierta. Estoy en el primer año de psicología, tengo en mente convertirme en una buena psicóloga infantil, me parece que la mente de los niños es más interesante que la de los adultos, cualquier cosa que ocurra en la infancia afecta gravemente tu futuro (en cuanto actitud se refiere), mis padres nunca llegaron a una universidad, conseguir mi licenciatura sería un orgullo no sólo para mí, también para ellos.
—Terminemos esto—suspiro abriendo uno de mis libros. Algo cae de sus hojas, me inclino recogiéndolo notando un pequeño papel con un número, frunzo el ceño viendo lo que tiene escrito detrás.
"No te arrepentirás.
Sook"Supongo que debió haber dejado la nota cuando estuve distraída.
— ¿Hablas enserio?—la miro como si estuviera loca.
—Muy enserio—sonríe con picardía. De hecho, dus ojos tienen cierto brillo pícaro, Sook era mi amiga desde la secundaria, no sé como nuestra amistad ha durado tanto considerando que somos muy diferentes en todo aspecto—No pensé que era cierto lo que decían, mientras más prohibido más divertido y mejor será.
Tomo una bocanada de aire apoyando mis brazos en la mesa. La cafetería estaba llena.
— ¿Te parece divertido acostarte con un extraño?—no entiendo su emoción absurda—Puedes contraer alguna enfermedad, no sabes quien es siquiera o con cuantas se ha acostado...
—Ella—dice mi nombre—Cuando tienes sexo es lo que menos importa.
Aquello no me parece.
—Cuando estás íntimamente con alguien es obvio que importa—ella rueda los ojos— ¿Cómo conseguiste siquiera el número?
Recoge su cabello rubio en una coleta alta, sus labios van de un rojo sangre. Resalta por su piel pálida.
—Una de las chicas me lo dio, pensé que era una tontería pero me divertí.
— ¿No dijiste que buscabas una relación seria?
—Estoy soltera y puedo vivir mi soltería como me plazca—sonríe de nuevo—Deberías probarlo.
—No, gracias, estás loca—bufo.
—Dime que no persigues esa ideología de ser virgen hasta el matrimonio.
—Es mi cuerpo, no el tuyo—me levanto de la silla—Compraré un jugo, vuelvo ahora.
—Tuvo que ponerlo en ese momento que me levanté—niego con la cabeza. Sook había acordado una cita para verse con un extraño que decía poder cumplir todas sus fantasías sexuales, al parecer el tipo era un dios en la cama y en el sexo, Sook siempre ha pensado que soy algo...antigua al querer llegar virgen al matrimonio, pero a mí me parece peligroso su estilo de vida e intento respetarlo.
A mis veinte años soy virgen, ningún hombre me ha tocado y tampoco ha pasado más allá de simples besos, he tenido novios durante la secundaria, la universidad es más...inmadura que la misma secundaria, las personalidades nunca cambian, sólo pueden mejorar, es algo que he aprendido en la psicología. No me niego a las relaciones amorosas, sólo no ha llegado nadie para mí.
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BabyGirl (2022) JJK +18
Fanfiction"¿Qué precio le pones a tus fantasías, nena?" Kim Ella se dejó llevar por la curiosidad, una joven estudiante de psicología cuya vida sexual es nula decide llamar al número que cumplirá cualquier fantasía que tenga por un precio. Jamás pensó que su...