Gracias a la ayuda de Kyungsoo confirmaron sus sospechas, la señora que se había acercado a hablar con Sungchan había sido la madre de Jungwoo. En cuanto él lo supo se arrepintió de haberle dado una oportunidad hacía años, enviándole fotos de sus hijos, manteniéndola al tanto de sus vidas cuando ella lo único que quería era destruirla.
Sungchan regresaba tarde a casa todo el tiempo, y aunque Doyoung y Jungwoo lo escuchaban llegar, preferían quedarse en su habitación y hacerle creer que él tenía el control, al menos hasta que se calmara y quisiera hablar con ellos. Pero eso no pasaba y poco a poco se dieron cuenta que su hijo solo volvía por mudas de ropa. Se estaba alejando y no podían hacer nada. Dejaron de esconderse, lo llamaban a cada momento, lo interceptaban cuando regresaba a casa y dejó de volver. ¿Cómo se suponía que le explicarían todo si ni siquiera los quería escuchar?
Y Sungchan lo sabía, pero ya no quería escucharlos. Había sido muy tarde, les dio una oportunidad para explicarse —o eso creía él— y solo siguieron mintiendo. Lucas y sus padres parecían no tener problema con que invadiera su casa, pero no podía quedarse por siempre. Además, su amigo se hizo más cercano a Renjun, y no quería involucrar a su hermano y sus amigos en este asunto.
Como en todas las horas de almuerzo desde la discusión con Jungwoo, Sungchan se encerraba en el vestuario del gimnasio, no quería ver a Shotaro, si estaba con Lucas corría el riesgo de ver a Renjun, y tampoco quería que su hermano lo encontrara. Así que pasaba su tiempo en soledad.
Pero ese mediodía no estuvo solo. Un tipo algo extraño se encontraba sentado con los pies sobre la banqueta, comiendo su almuerzo.
—Al fin llegas, es difícil vigilarte dentro de una institución privada.
Sungchan se tensó. ¿Vigilarlo?
—Eres un alfa —murmuró, percibiendo el ambiente—, ¿eres mi padre?
—¡Oh, que el diablo me libre de ese mal! —exclamó con exageración, dejando las bandejas de comida casi vacías a un lado—. No lo digo por ti, eres una ternura aunque últimamente estás comportándote como un tonto. Ese a quien quieres llegar es un idiota, y es mejor que no lo busques.
—¿Te enviaron mis padres para asustarme? —bufó Sungchan.
—No, ellos no me conocen, no saben que existo, y tampoco tienen idea de que estoy aquí. Pero mi esposo si los conoce, y sabe los suplicios que los estás haciendo pasar.
—No tienes idea-
—No, tú no tienes idea —Jongin estaba tranquilo, explicando todo desde su asiento mientras Sungchan dudaba si salir corriendo y pedir ayuda—. Cuando eras apenas un niño tuve que encargarme de tu "padre" biológico. Me esforcé por alejarlo de ti y funcionó, no quiero que arruines todo queriendo encontrarlo.
—¿Tú lo alejaste de mí? —la sorpresa era imposible de ocultar—. ¿Por qué hiciste eso? ¿Quién eres?
—Soy algo así como... el ángel guardián de tu familia. Tu progenitor, el hombre que te engendró, tu mitad genética, el donador de esperma, ese a quien quieres llamar padre y que no se merece ese título, es un idiota —se encargó de recalcar con mucho énfasis la última palabra.
—Sí, eso me dicen todos —Sungchan rodó los ojos, cansado de escuchar siempre lo mismo—. Dime algo que no sepa.
—Para eso vine —sonrió—, ya que no quieres escuchar a tus padres, yo te lo diré. ¿Recuerdas bien el asunto de las parejas destinadas? Claro que lo recuerdas —rió con sarcasmo—, sufres porque Shotaro no es tu destinado y por eso no te quieres declarar a él.
—¿Cómo sabes eso? —Sungchan se puso más a la defensiva que antes.
—Dije que era difícil vigilarte, no imposible. Y eso solo era una hipótesis, gracias por confirmarlo. Como sea, ese idiota era el destinado de tu padre y le importó poco tener esposa e hijos cuando se encontró con Jungwoo. También le importó poco la opinión de tu padre cuando se acostó con él. Y por supuesto, desapareció de su vida, dejándolo embarazado y solo. Ahí es cuando apareció Doyoung, tu otro padre, para salvarle la vida a ambos. Se enamoraron y felices por siempre.
Esperó unos segundos a que Sungchan dijera algo, pero parecía estar aún procesando la información.
—Entonces apareció otra vez —continuó—. Tu padre Doyoung tenía las mismas ideas que tienes sobre no meterse con destinados y blablá —burló—, y quiso hacerse a un lado, hasta que entendió que Jungwoo lo amaba a él y, sobre todo, que su "destinado" era un idiota que había usado sus feromonas para someterlo. Entonces yo me metí, lo espanté de la vida de ustedes y vivieron felices por siempre, ahora sí. Espero que no seas tú quien arruine esa felicidad.
—Espera, espera —Sungchan habló, volviendo a la realidad—. ¿Estás diciendo que mi p-, que ese hombre abusó de mi padre? —preguntó rogando que no sea verdad, pero el hombre frente a él asintió—. Por esa razón no me dijeron nada.
—No querían lastimarte, no necesitabas saberlo. Pero se metió esa bruja a arruinar todo.
—¿Sabes quién es esa mujer?
—Tu abuela, la madre de Jungwoo, la misma que lo echó de casa cuando supo lo que le ocurrió, como si fuera su culpa ser violado. —Al ver la palidez de Sungchan, Jongin entendió que no era bueno para hablar con los niños—. Sé bueno con tus padres, deja tu rebeldía adolescente a un lado y escucha lo que tienen para decir.
Eran demasiadas cosas para asimilar, así que Jongin se ofreció a llevarlo a casa. Le prometió que no aparecería frente a él nunca más si él prometía no volver a hacer una estupidez. Sungchan aceptó el trato y esa persona dejó el vehículo a un lado, entregándole la llave a un transeúnte que pasaba por ahí. Se perdió al doblar la esquina y Sungchan supo que realmente no lo volvería a ver.
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You never gave up on me •°• #2
Fanfic"Nunca te rendiste conmigo" Parejas destinadas, amores infantiles. El regreso de alguien no muy querido que dará lugar a peleas y discusiones. Una familia que intenta no romperse en mil pedazos. •°•Omegaverse •°•Segundo libro de: "You saved me"