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Primero le habían dicho que la cesárea sería en unas cuantas semanas, ahora que había llegado el momento era mejor dejar al cachorro un poco más dentro de él. Su bebé ya iba para los seis meses, a un embarazo normal le faltaría unos cuantos más, pero él no era normal.

Seguía siendo un experimento para ellos, lo sabía.

Las semanas se convirtieron en casi dos meses, vientre ya estaba demasiado abultado le costaba dormir, y lo peor es que seguía en Shield. Aunque lo último ya era por voluntad propia, ya no quería volver a su departamento éste estaría lleno de las feromonas del alfa y no quería deprimirse más de lo que estaba.

Lo extrañaba.

Al despertarse tuvo una ligera sonrisa, Bucky, Nat y Sharon se encontraban durmiendo dentro de su habitación. Ellos hacían guardia, por si el cachorro quería nacer. Sinlo pensaba bien su embarazo los había unido más como manada. No todo era malo. Su hijo estaría bien tendría a sus tíos aunque faltaría alguien.

Pensaba la mayor parte del tiempo en el alfa, pero no se arrepintió de su decisión.

Oeznik llevaba semanas solo en esa gran mansión pues el Barón lo había dejado sin aviso alguno. Y según la nota encontrada en una mesa Helmut había elegido como destino Madripoor.

Al notar que no volvería pronto tomó él una decisión. Contactaria al Capitán, después de todo en su momento el solia pasar más tiempo con el omega que el mismo Barón. Pues éste llegaba a la mansión y varias veces le tocaba esperar al Alfa. Además había criado a Helmut desde bebé, prácticamente lo sentía como hijo, por lo tanto el cachorro en camino era casi su nieto, y no se rendiría como Zemo, encontraría la manera de conocer a ese pequeño ser que imaginaba precioso.

Establecer una conversación telefónica con el omega no fue tan difícil como creyó. Primero Steve le preguntó si lo llamaba de parte del Barón, cosa que negó inmediatamente informado el paradero de éste. Tras una larga charla de como iba su embarazo se atrevió a preguntar el porqué de la separación. El rubio relato algunos hechos, haciendo énfasis en  los inhibidores.

Oeznik estaba al tanto del consumo de Helmut pero también sabía la razón de exponerse a ese peligro que el castaño creía tan válido. Por supuesto él no explicó la razón, eso era un tema que debía contar exclusivo de Zemo.

Antes de finalizar la llamada le pidió que le por favor le informara cuando nacería el cachorro, pues deseaba conocerlo. Steve informó que sería dentro de cuatro días. Le quedaba poco para traer al Barón de vuelta y hacerlo recapacitar.

El sonido lejano de su celular resonando en la habitación lo hizo despertar, o al menos hacer el intento pues seguía bastante adormilado.

Con torpeza se levantó de la cama intentando no molestar a las personas que se encontraban durmiendo junto a él.

Entrecerro un poco los ojos para ver quién lo llamaba, tras ver quien era bufó y contestó.

-¿Pasó algo, Oeznik?

-Veo que estaba durmiendo. ¿Noche agotadora?

-Y bastante ocupada. Ve al grano- Gruñó algo molesto.

-Bien. Su cachorro nacerá dentro de 3 días.

-Yo no tengo ni tendré un cachorro- Dijo antes de colgar la llamada y apagar su celular.

Tiró su celular por ahí y volvió a la cama, una omega rubia lo abrazó por la cintura.

-Buenos días- Ronroneo la chica. La cuál supo que estaba desnuda al igual que él al sentir los pechos de ella contra su espalda.

Se giro un poco para ver con quién exactamente  despertó hoy- Que bueno que despiertas- Le acarició el rostro con el dorso de su mano- Ya es hora que te vayas y ellos también. Tengo un día muy ocupado hoy belleza- A veces se asombraba de lo natural que salían sus mentiras.

-Entiendo- Murmuró. Antes de robarle un beso al alfa.

-Iré a darme una ducha, despierta a tus amigos.

A penas le dió la espalda se limpió el beso con el dorso de su mano.

Se quedó mirando el reflejo de su cuerpo unos segundos en el espejo del baño. Mordidas y marcas de labial junto a algunos arañazos en sue espalda decoraban su cuerpo.

-Supongo que lo disfrutaron- Quizás el también lo disfruto, pero su mente estuvo tan nublada por el alcohol que no lo recordaba.

Llevaba semanas así ¿O quizás ya era más de un meses?, no lo sabía realmente, Madripoor es uno de esos lugares dónde sueles disociar el tiempo. Y esa era la razón número dos por la cuál vino hasta aquí, necesitaba distraerse de sus propios recuerdos.

A los días descubrió que aún conservaba mucho de su encanto, ese que le ayudo a llevar su vida bohemia cuando tenía veintitantos y aún no conocía a su esposa.

Cuando volvió a su habitación ya duchado notó como el trío de omegas se marchaba, no les dijo nada.

Pasó todo su día encerrado, quizás eso lo deprimió al punto de encontrarse llorando en silencio justo ahora, ¿O era por Steve?

-Estúpido resfriado- No lo dejaba llorar en paz.

Llevaba bastante tiempo con ese insistente y molesto resfrio.

Negó con su cabeza ante la idea- Él quería estar solo y yo lo dejaré solo.

El cachorro del capitán.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora