Epilogo (Extra)

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Era raro estar sin él.

La ausencia del rubio era tener un vacío en su pecho.

Bueno, ¿Quizás estaba siendo ligeramente dramático?

Su cachorro se había ido hace apenas unas horas y ya lo extrañaba.

Quiso distraer su mente, pero fue inútil. Ya se estaba aburriendo. Cerró el libro para hacerlo a un lado y se levantó de su sofá.

Fue a paso lento tal como un cazador yendo tras su presa.

Tras subir las escaleras y caminar algunos pasillos, llegó al lugar. La puerta estaba abierta, se recargo sobre el marco de esta y admiró al rubio que estaba bastante concentrado en su dibujo.

- ¿Vas a quedarte ahí parado? - preguntó Steve sin apartar la vista del dibujo que hacía.

Zemo fue hasta el rubio y recargo su cabeza sobre la del omega. -Extraño a nuestro bebé- Suspiró.

-Pero si Fredy se fue hace nada. - Miró el reloj en la pared y siguió dibujando sin prestarle mayor atención al Alfa. - A veces eres demasiado dramático. Mi amor.

-Es que extraño estar al pendiente de él, y verlo dormir sobre mi pecho. O escucharlo llorar porque quiere algo. Me desacostumbre a estar tranquilo y con tiempo para mí.

- ¿Y que tienes en mente?

-5 meses al cuidado de un cachorro es bastante tiempo. Son bastante demandantes.

-Ya se para dónde va esto- Murmuró con algo de gracia.

-Sabes- Se apoyó contra el pecho del omega- Ahora que Frederick esta de paseo con sus tíos podríamos darle uso al regalo que me dio Oeznik.

- ¿Hablas de los condones que te dio cuando pasaron mis dos meses de cuarentena? - Zemo lo miró y asintió- Recuerdo que tu cara se volvió roja, parecías un tómate. - Dijo con gracia.

-No te rías- Murmuró mientras se abrazaba más al rubio. - Además, ¿Cómo te pondrías tú si tu padre te regala algo así?, bueno Oeznik no es mi papá, pero se entiende la idea.

-Bueno en primer lugar me rio porque fue raro verte nervioso en esa situación. Sueles ser bastante abiertos en esos temas. Y en segundo lo otro jamás hubiera pasado. En mis tiempos traer ese tipo de cosas era exclusivamente de Alfas y de prostitutas.

-Tienes un punto. Pero yo igual, fue... No incómodo, pero si vergonzoso para mí al menos.

-Oeznik tenía un buen motivo. Dijo que tomando en cuenta los últimos meses parecías adolescente irresponsable otra vez. - Dejó su libreta en la que dibujaba de lado y miró a su alfa- Aunque hay algo que no entendí.

- ¿Que me digiera adolescente irresponsable?, yo tampoco. - Dijo fingiendo demencia.

-No, eso lo entiendo, sobre todo por lo de Madripoor. Yo hablaba de eso de escapar por la ventana, él dijo "Al menos no tengo que ayudar a escapar a nadie", ¿Tenías un amor prohibido o algo así? - Se apartó del escritorio e invitó al alfa a sentarse en sus piernas.

-Algo así. Pero da igual- Se sentó sobre las piernas de Steve para luego meter su mano bajo la camisa de este- Lo que importaba es ¿Puedo hacerte mío?

-Aquí no, además yo quería saber sobre lo otro.

Zemo siempre desviaba el tema cuando se trataba de él. Era algo que siempre hacía desde el comienzo de su extraña relación.

- ¿Por qué no? -Besó el cuello del omega mientras con sus manos tiró de la camisa haciendo volar los botones, con la piel expuesto comenzó a lamer la zona de la glándula, donde debería haber una mordida de unión. Esperaba ansioso que el rubio se lo pidiera un día de estos.

El cachorro del capitán.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora