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Cuando escuchó que podía pasar toda la semana con Steve, pensó que seria eso, él junto a Steve. No que tendrían compañía la mayor parte del tiempo.

-Tu bastardo nazi llegó- Dijo tras abrir la puerta.

-Por cuarta vez, bastardo no significa lo que tú crees.

James lo ignoró y fue nuevamente hasta la habitación del rubio.

-Helmut- Steve lo saludó con un fuerte abrazo.

-¿Hasta cuándo va estar él aquí?, ¿Y por qué está en el nido?

-James se irá pronto ¿CIERTO?- Elevó la voz apropósito.

-Tan pronto como vuelva Sharon por mi- Respondió desde la habitación.

Steve negó- Lo siento.

-Está bien, no te preocupes. Por cierto te traje ésto - Le extendió la bolsa- Recuerdo que la vez que te las dí a probar te gustaron.

-Delicias turcas- Se le hizo tierno que lo recordará. Fue hace meses atrás.

Se pasó la mano por el cabello al nervios- No me has dicho sobre tus antojos, pero supuse que quizás serían cosas dulces. Pero si no lo son puedo comprarte lo que quieras.

-Si no fuera porque conozco a ese imbécil- A punto al Barón- Serían tiernos.

-¿No sé suponía que estabas en el nido?- Suspiró el rubio.

-Amigo, yo me doy cuanta cuando sobro, solo llámame cuando se vaya y vuelvo- James tomó  su casco de motocicleta y salió del lugar.

Zemo sonrió- Vamos a tener tiempo para nosotros solos por primera vez.

- Conozco ese brillo en tus ojos, pero no. Hoy no creó tener ánimo para eso. Lo siento.

-Hay más cosas que podemos hacer. Comprar ropa para él, una cuna, un coche... Mmm y todo lo que va necesitar. También podemos comprar ropa para ti. Tú pancita va crecer y esos lindos ya no te van a quedar.

-Ignorare el hecho que dijiste que me pondría gordo. Sabes tampoco quiero salir hoy, pero podríamos ver una película, tengo palomitas.

El hecho de que todas las actividades que proponía Zemo fueran Sexo o ir de compras lo incomodaban un poco. Se sentía casi como omega de compañía de alto mantenimiento. Y quizás sonaba hipócrita, pues su acuerdo inicial era solo sexo, pero antes se veían unas cuantas horas una o dos veces al mes, pero ahora Helmut estaba casi a diario junto a él, era otro contexto.

-También es buena idea.

-Escoge algo, iré a hacer las palomitas.

Mientras Steve fue a la cocina él se dirigió a la habitación de éste, había querido ver el nido, pero James siempre estaba en el centro de éste. Definitivamente no entendía a esos dos, los omegas se ponen a la defensiva cuando están en cinta, es bastante común hasta que no dejen entrar a su propio alfa al nido.

Un gruñido salió de su garganta.

Las feromonas del estúpido estaba demasiado inpregnadas en  el lugar, y no es que oliera mal o algo, solo sentía celos de que sus feromonas no predominaran en el lugar.

Le costó pero resistió el instinto de ir a revolcarse sobre el nido y llenarlo de sus feromonas como debía ser.

Volvió al sillón y prendió la televisión.

No sabía que poner, nunca había visto una película con el rubio.

-Ya están - Dejó el bowl en la mesa de centro- ¿Aún no escoges algo?

-Ya lo hice, solo te estaba esperando a ti.

Realmente no supo a que película le presionó play, el nombre de está no le sonaba de nada.

Resultó ser una película de una guerra fantástica con algo de romance. Habían aliens, hadas, y por supuesto adolescentes humanos de unos 16 años con la responsabilidad de salvar al mundo. Se preguntaba a que clase de persona se le ocurrió hacer esa espantosa película.

-Zemo- La mano del Barón se encontraba nuevamente sobre su muslo.

-Lo siento.

Steve tomó al castaño y lo sentó sobre su regazo. Acto que tomó desprevenido al castaño.

-¿Steve?- Miró confundido al omega, quién solo lo besó en respuesta.

-No sabía que te gustaban las películas de adolescentes- Medio se burló.

-En realidad solo le puse play a cualquiera- Dijo mirando a otro lado.

-Lo presentí. Siento si ésto no te parece divertido. Quizás deberíamos limitar nuestro tiempo juntos a las visitas médicas.

Habían pasado tres semanas, y ésto no parecía avanzar en ninguna dirección. Primero pensó que era por sus amigos así que les pidió que lo dejarán a solas con Helmut, ellos lo hicieron y aún así nada cambio.

Envolvió sus brazos al rededor del cuello del castaño- No. A mi me gusta éste tiempo contigo.

-Como digas-Suspiró.

Apagó la televisión y se levantó cargando a Helmut. Llevó al castaño hasta su habitación. Lo dejó en el centro del nido. Separó las piernas de éste y luego se recostó sobre su pecho. Necesitaba dormir un poco.

Zemo se quedó totalmente quieto cuando el omega prácticamente lo uso de cama. Espero por si ésto se transformaba en otra cosa, pero Steve simplemente se durmió.

Acarició los rubios mechones mientras liberaba con sutileza sus feromonas, era su oportunidad para marcar ese territorio, no la perdería.

El cachorro del capitán.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora