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La definición de la felicidad era muy poco para ella.

Había tenido uno de los mejores momentos hace no mucho, una boda es lo que más emociona a una mujer, o a un Omega.

Lo que ella había experimentado era algo tan difícil de decir o simplemente expresar más que con una sonrisa. Ochako era Omega, era bella, hermosa y muy encantadora ¿Que más se puede pedir de una mujer Omega? ¡Nada! Ella poseía todo lo que hacía perfecto a una persona.

Cuando conoció a Katsuki sintió constelaciones en ella que nuca antes había sentido, fue mutuo, de unas salidas pasaron a encuentros más formales para luego finalizar con una bonita relación que terminó en una boda de ensueño.

La vida le sonreía y aplaudía a costa de un dolor inhumano nunca antes presenciado.

Acarició su pancita en espera tratando de tranquilizar a su pequeño bebé de tan solo seis meses, Gogo llegaría a ser el que daría más alegría y felicidad a la familia Bakugo Uraraka.

Había preparado una reunión en la sala de su hogar, donde los amigos de Katsuki y amigos suyos estarían presentes en un pequeño compartir por el pronto nacimiento de Gogo.

Inmensamente feliz.

——¿Que paso con Mina? Me hubiera encantado que estuviera presente siendo gran amiga de mi Katsuki.

Kirishima encogió los hombros incomodo, era un tema delicado del que muchos evitaban hablar o simplemente pronunciar su nombre. Bakugo la excluyó de su grupo de amigos y no quiere ni verla en pintura ¿Y ella? Ella odia con toda su alma a Bakugo ¡No le dirige ni la palabra! Realmente no quería causar más conflictos entre ellos dos.

Desde que en la última interacción de aquellos dos casi terminaban a golpes, dos Alfas con conflictos no podían estar en la misma habitación, Kirishima decidió no meterse en el asunto de aquellos dos nuevamente.

——Ella a estado muy ocupada con lo de su trabajo y eso, se seguro muy pronto vendrá a visitarlos——respondió.

——Vaya, que lástima. Justo tenía algunas cosas que tal vez necesite para su carrera de diseño.

Momo se acercó a ella dándole un pequeño regalo para el nuevo integrante de la familia, nunca hubiera imaginado a la amable de Ochako con la bestia gruñona de Katsuki, pero no era nadie para juzgar, eran amigas después de todo  la iba a apoyar cueste lo que cueste.

Ochako sonrió más que alegre.

——¡Muchas gracias Yaomomo! No te hubieras molestado.

——No es una molestia, me encantan los bebés y ya quisiera ver a la pequeña bestia que tengas.

La velada continuo unas horas más, Katsuki continuo con su mala cara y como siempre ella le insistió en sonreír, algo que a muchos les parecía más que adorable. Sin duda eran un perfecto equilibrio aquellos dos.

Para todos eran la pareja perfecta.

...

——¡Cara de angel! ¿Ya te duchaste?

La sinfonía que creaba la combinación de feromonas hacia que el ambiente se convirtiera en uno familiar lleno de relajación y ternura.

Ochako suspiro enternecida, Katsuki no había dejado de ser protector con ella luego de enterase de la próxima llegada de Gogo.

Aún recordaba el día que conoció a Katsuki, en una de aquellas fiestas que Jirou le había invitado, había estado más que aburrida en una esquina de la fiesta, no había noticias de la pelimorada, se había dejado llevar por el alcohol por primera vez y sin duda se encontraba más que mareada.

Life [Katsudeku]  OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora