07||

4.5K 561 155
                                    

Era sombrío.

Por un tiempo que pareció eterno el se dejó llevar por la leve música que emitía el lugar, nuevamente.

Tomo sus manos pálidas observando el vendaje que envolvía sus muñecas, ¿Estaba bien? Parecía que no.

Su respiración lenta hacia que Katsuki sintiera una paz combinada con preocupación y angustia, Ochako había intentado suicidarse.

El cúmulo de emociones hacia que se sintiera carente de vida alguna y emociones, sentía que en cualquier momento podría caer en los brazos de Morfeo dejándose llevar por el miedo a la soledad infinita que dejaría aquella mujer.

Era su mundo.

Era diferente a la realidad, era como la fantasía de un cuento absurdo de adas donde el podía sentirse vivo. Perfectamente vivo.

La situación de Ochako era baja, el corte de profundo y luego de varios días parecía no querer despertar, el se sentía peor que una basura. ¿Un perro arrastrado tal vez? No, los perros eran mejores que el.

——Tienes que despertar cada redonda. ——murmuro deseando poder sentir su linda voz una vez más.

Pero ella parecía no querer continuar.

Habían miles de cosas que tenía que resolver.

Era padre, tenía una hija. No sabía su nombre ni mucho menos si ella sabía de el, quería conocerla, su alfa interior exigía una y otra vez ver a su cachorra.

Pero... No podía dejar a Ochako en ese estado.

...

——Es ella——dijo entregándole las fotos——Mina me envió estás fotos, estuvo cuidándola desde que estaba pequeña, al parecer su abuela está enferma y no tienen mucho dinero.

Bakugo observó a Kirishima, esa sabandija era más que astuta.

Las emociones cambiaron al ver su rostro, era bella, se veía frágil como una flor, siendo tan pequeña al parecer podía mantenerse en pie.

Unos bellos ojos verdes, melena rubia y desordenada junto a pecas como constelaciones.

Ojos bonitos.

Aquel ser que tal vez ya no podría volver a ver o tan solo pedir disculpas, aunque sabe perfectamente que las disculpas no sirven de nada a estas alturas, perdió miles de cosas y arrebato más de una.

——¿Cuantos años tiene?

——Ya dos.

——¿Puede hablar?

——Según Mina, suele decir pequeñas palabras.

Dejó en el escritorio las fotos, en media hora tendría que ir a ver a Ochako al hospital, comunicarse con su madre y arreglar algunos asuntos pendientes.

¿Mahoro?

El podía ponerle un nombre más bonito.

...

Los medicamentos hacían un efecto positivo en ella.

Parecía que las cosas iban bien, su salud mejoraba y podría decir que estaba en paz.

——Abu.

Observó a la pequeña niña extendiéndole los brazos tratando de alcanzarla.

Inko se sentía llena, completa y calmada, había podido superar su tragedia con el amor que le ofrecía su nieta.

Era como un remolino de paz y tranquilidad que quería demostrarle que todo iba a estar bien.

Eso esperaba.

Había pasado la mayor parte del día en casa, era fin de semana y tenía el día libre, la muchacha que siempre venía a visitar a Mahoro hoy no se atrevió a dar la cara extrañamente.

Había hecho mucho por ellas, el trabajo, la ayuda por su nieta y algunos regalos que había traído hace no mucho.

——Mami ——dijo alzando las manitas.

——¡Sí! Mami está en el cielo.

Acarició sus cabellos rubios observando como la nena fruncía las cejas, era muy inteligente y audaz, Izuku no era así, Izuku era más tranquilo y no hablaba mucho.

No podía pedir nada más.

Quería ver a Izuku en aquellos ojos verdes.

Soltó unas risas para elevar cuidadosamente a la nena mientras empezaba a cantar una leve canción de cuna.

Una nueva visita le esperaba, un hombre muy amable que había conocido en el supermercado, se le había caído la billetera y estaba dispuesto a irse sin ella y claro, Inko no iba a poder vivir con la culpa sabiendo que pudo ayudar al gran hombre rubio.

Así que tomo la billetera y se la dio.

La invitó a tomar un café, conoció a su nieta y formaron una linda amistad.

Toshinori-san era sin duda un amor.

——¡Dios mío! ¡El arroz!

Bajo a la bebé rápidamente de sus brazos para ir hacia la cocina a ver su arroz.

Era un buen comienzo para ella, una nueva familia de la que podría cuidar.







El arroz quedó hecho Touya.

Life [Katsudeku]  OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora