Life [Katsudeku] Omegaverse

04||

La neblina de emociones volvió a opacar sus sentidos, un fuerte pitido hizo que se desconectará por décima ves en el día.

Había estado en el hospital por más de seis horas enteras, los doctores lo sacaron de la habitación de su esposa, según ellos por más seguridad hacia la Omega, sus feromonas alborotadas no ayudaban de mucho a la hora del parto de su hijo, su pequeño Gogo.

Kirishima le ofreció una taza de café junto a unas cuantas galletas, su madre se encontraba en una de las salas de espera junto a su padre, vendrían luego de unos minutos por un problema por parte de su padre, lastimosamente los padres de Ochako no lograrían llegar a tiempo al nacimiento de su nieto debido a una reunión importante en Tokio.

Tsk que se jodan.

En el lugar se encontraban varios amigos y familiares, pelos de mierda había sido el primero en llegar, el cara de idiota y Pikachu habían llegado dos horas después que ellos aparte de unas cuantas amigas de Ochako que se encontraban en la sala comiéndose las uñas.

Los nervios lo consumían por dentro, si seguía tirando de su cabello de esa forma sabía que quedaría calvo en cualquier momento ¡Pero no lo podía soportar! Su esposa se encontraba ahí dando a luz a su cachorro, cualquier cosa podía pasar.

La vieja bruja se burlaria de el si lo viera en esos momentos y por supuesto su padre trataría de evitar una pelea entre ellos.

El doctor que los atendía salió de la habitación, se quitó los lentes y los guardo junto a un suspiro cansado, se veía algo incomodo y un tanto decaído.

--¡¿Como están?! --preguntó.

Shinso lo miro.

--El embarazo fue muy riesgoso, se lo advertí a la señorita Ochako cuando vino a hacerse su segundo chequeo y-

Katsuki tomo de la camisa al doctor bruscamente ni lento ni perezoso interrumpiendolo en el proceso con desesperación.

--¡Pregunte cómo mierda estaban! --grito llamando la atención de más de uno--¡Déjese de malditos rodeos y dígame de una puta vez cómo están mi esposa e hijo!

Shinso suspiro, odiaba a los pacientes con poca paciencia como el.

--El bebé nació enredado con el cordón umbilical y las complicaciones del embarazo no fueron de gran ayuda --continuo--su hijo no resistió señor Bakugou.

Katsuki Bakugou sintió su mundo caer en mil pedazos, apretó los puños sin poder creerlo, ignoro al idiota de Kirishima que le hablaba desesperadamente así como la voz de su madre llamándolo una y otra vez ¿Desde cuándo estaba ahí? Podía sentir las feromonas de su padre tener una leve toque agrio y caído.

--Una mierda, eso no es cierto, ¡Déjese de jodidas bromas y dígame la verdad!

--Yo se lo advertí a la señorita, vino un día comentándole sobre sus dolores, para su segunda visita le dije que el embarazo era riesgoso y que tuviera cuidado, lamentablemente no lo tuvo--comento antes de marcharse sin emoción alguna.

Su madre que había llegado minutos antes lo abrazo. Acarició sus cabellos lentamente mientras lo sentaba en una de las sillas, Kirishima parecía hacer algunas llamadas por su repentino alejamiento Dell grupo y los otros dos idiotas que tenía por amigos parecían haber visto a un fantasma, su padre lo abrazaba consolandolo.

Las amigas de su cara redonda parecían angustiadas hablando con el doctor, mientras una de ellas lloraba.

Toco sus ojos viendo por primera vez lágrimas saladas salir de ellos.

¡Ochako!

Una enfermera de cabellera verde y enredada salía de la habitación, de un salto llegó hasta ella, la tomo de los hombros rápidamente ignorando las llamadas de sus padres.

--¡¿Como está ella?!

La enfermera le dio el paso libre indicándole que entrara, era mejor que una Omega sintiera a su alfa cerca para poder sentirse acompañada, miro a los familiares para decirles un claro "no" al pase a la habitación. No quería que la paciente se agobiara más.

Katsuki ingresos a la habitación, Ochako se encontraba dormida, seguramente no sabía nada de lo que había pasado, se acercó a ella sin hacer ningún ruido molestó para levantarla, se arrodilló y tomo la mano de la castaña, no la había cuidado bien, había sido un pésimo alfa con su Omega.

Acarició sus mejillas rosas levemente sintiendo como ella poco a poco se levantaba, lo miro como si fuera la cosa más importante en el mundo ¿Donde antes había sentido esa mirada?

--¿Como está nuestro bebé Katsuki? --se movió en la camilla para tocarle la mejilla al alfa--¿Por que lloras cariño?

Katsuki rompió en llanto y Ochako pareció entender las cosas sentándose en la cama ignorando su dolor, tomo las manos de Katsuki para levantarlo del piso desesperada.

--¿Donde esta nuestro bebé Katsuki? ¡Katsuki!--grito al no haber respuesta--¡Donde esta mi bebé! ¡Dime!

Una enfermera entro, tenía un cabello corto marrón con un fleco que le cubría la mayor parte de sus ojos, con una jeringa en su mano se acercó a la Omega en un vago intento de calmarla.

--Lo siento --dijo por primera vez--Nuestro cachorro se enredo con el cordón. No resistió.

Cerró la boca al ver las lágrimas caer por los ojos de la mujer, golpeó el pecho de el rubio una y otra vez muestra las lágrimas caían sin detenerse.

--¡Dime qué es mentira! ¡Katsuki!

Rompió en llanto, ¿Que había hecho ella para merecer aquello? Sintió los brazos de Katsuki rodearla para tranquilizarla, pero nada serviría, abrazo al rubio ante la atenta mirada de la enfermera que no hacía nada más que observar.

...

Kirishima podía sentir el aroma de desesperación y tristeza de la pareja de Katsuki hasta su lugar, podía escuchar los gritos y llantos de la Omega, ¡Dios santo! La pobre no merecía aquello, pobre criatura.

Había recibido una llamada de Mina, las noticias que traía no eran nada buenas, más si venían del anterior omega de Katsuki, no iba a decir nada, no era el momento, hablar del "otro" omega era un delito frente a Bakugou. Suspiro para acercarse a Denki, su Omega se encontraba más que angustiado, el ambiente no era el mejor para él. Le hubiera dicho a Sero que no lo traiga pero ya era demasiado tarde.

La señora Bakugou se encontraba junto a su Omega.

Sin duda una fatal noticia para una pequeña familia.

Y se preguntó. ¿Ese era el karma? Sabía que tal vez Katsuki no era buena persona y la verdad ninguno de ellos había tratado de detenerlo alguna vez.

Ojalá y Dios logré perdonarlo.