𝐓𝐫𝐚𝐡𝐬 𝐜𝐚𝐧┃Animes

Satoru Gojo

Título: Tears and stars.

Capítulos escritos: dos.

Idea general: se supone que era una unión entre las historias mitológicas y la antigua relación entre Satoru y la raya. Cuenta con cierto crossover con Haikyuu ya que Oikawa es hermano de la raya.

Advertencias: ninguna.

Capítulo n. 1

Un suspiro tembloroso salió de tus labios al sentir como la brisa fresca de la noche golpeaba tu desnuda piel, la larga camisa de tela fina no ayudó a que tu cuerpo se sintiese caliente. Pero tus ojos no podían abandonar aquellas esferas incandescentes que se encontraban a años luz de La Tierra. La noche estaba preciosa en aquel momento, la luna brillaba con esplendor, tanto que podías ver todo claramente sin la necesidad de otro tipo de luz.

Extendiste tu brazo hacia el cielo, apuntando con tu dedo índice hacia las estrellas, uniendo los caminos que las unían lentamente, formando una constelación ya conocida para ti. Era Andrómeda. Tus labios anteriormente curvados en una sonrisa decayeron por un segundo, al igual que tu brazo bajó hasta descansar sobre tu pecho, que subía y bajaba de forma lenta, pero que dolía como un infierno.

Uno por uno, los recuerdos empezaron a atormentarte lentamente, tal vez solo estabas exagerando, pensando las cosas mucho o dando demasiadas vueltas a un tema irrelevante, pero era imposible no sentirte así. Querías desaparecer en ese preciso instante, pero a la vez, aferrarte al pasado que tanto disfrutaste a pesar de ser una clara mentira con la que decidiste engañarte tu misma. Por el amor de Dios, ¿por qué debía de oprimirse tu corazón de tal manera con tan solo pensar en él? Era angustiante y a la vez encantador. ¿Por qué debías sufrir de tal manera? Fuiste una completa estúpida, seguro.

[. . .]

─¡Mira es ella!

─¿No es la hermana de ese famoso y guapo deportista? ¿Cómo era su apellido Oiwaka?

─Es Oikawa, idiota, oh cállate ella nos va a escuchar.

Los murmullos en los pasillos sobre tu aspecto no fueron novedad, menos si provenían de alumnas de primer año, no es que quisieras alardear de belleza ni nada por el estilo, fueron ellas mismas la que te colocaron en ese trono que no pediste, fueron ellas las que te admiraban. Tú no habías hecho nada para merecer tal contemplación, fue todo su culpa.

─No sé de qué va esa chica, no es tan guapa como dicen, tan solo mírala, ¡apenas habla con nadie!

Claramente, mucha otra gente te miró con envidia, rabia, deseosas por poder tener esa belleza que no pediste, simplemente fueron genes que se traspasaron a ti, no te considerabas alguien excepcional que sobresaliese por su belleza exterior, sin embargo la gente te hizo verte así. Querías desaparecer.

─¡Oye tú!

Parpadeaste confundida al ver a una chica de tu edad acercarse a ti de manera brusca junto a otras dos chicas que la seguían como si fueran perros. La misma chica que llamó tu atención asintió agarrando el cuello de tu camisa con fuerza para arrastrarte a una de las esquinas del patio. Para tu suerte el timbre acababa de sonar, así que nadie podría mirar.

-¡No te creas la gran cosa por que la gente piense que seas guapa! ¡Tan solo eres una estúpida con cirugías!

Vaya, incluso parecía una escena cliché donde el grupo de populares se metía con la indefensa. Que debías hacer ahora ¿llorar? ¿esperar a que el típico matón 'enamorado' te salve? ¿Matarlas? Todo eso era simplemente aburrido y tampoco pretendías matar a nadie, digo donde meterías tres cuerpos sin ser descubierta, simplemente tacha esa opción. Además, por favor, esas chicas debían ser más maduras para la edad que tienen.