Tokyo Revengers

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Título: Lucky fool.

Capítulos escritos: nueve.

Idea general: un montón de pandilleros con una descuidada e inocente raya que no se entera ni del clima ¿Qué podría salir mal? Ah, y no seguiría manga o anime, solo teniendo en cuenta algunas situaciones, igualmente sin planear matar a ningún personaje.

Advertencias: ninguna.

(para sorpresa de nadie volvió aquí)











Capítulo n. 1

La brisa nocturna acarició tu cabello, haciendo que algunas de tus hebras opacaran tu vista, las moviste detrás de tu oreja mientras la música que sonaba a través de tus auriculares se podía escuchar gracias al silencio de la calle en mitad de la noche.

Tan solo un par de gatos callejeros se podían ver a lo lejos, bueno, eso creíste hasta que algo mucho más grande se movió desde algunos botes de basura que había en el callejón oscuro. Bajaste varios tonos el volumen, escuchando con más claridad el mundo que te rodeaba, con curiosidad desviaste tu camino hacia casa para adentrarte en el callejón.

Cualquier persona normal habría ignorado el ruido, entrar en tal sitio a oscuras o simplemente se habría asustado de tal manera como para salir corriendo, pero estamos hablando de ti, una persona que no ve el peligro aunque lo tenga a milímetros de distancia, tan ignorante de lo mala decisión que podría ser mirar aquellos botes de basura, pero tu cerebro hizo a un lado todas esas señales rojas y te adentraste más.

Se escuchó un quejido sordo, las bolsas de basura se hicieron a un lado, descansando ahora justo a un palmo de tus zapatillas, usaste los dedos de tus pies para sostener tu peso, poniéndote de puntillas para poder tener una mejor vista. Giraste tu cabeza en confusión al ver a un chico, probablemente de tu edad, su cara estaba parcialmente magullada y a juzgar por la situación, tendría muchas más heridas por el resto del cuerpo.

Jadeaste tomando tu bolso, llamando la atención del adolescente que no se había dado cuenta de tu presencia hasta que empezaste a rebuscar en tus cosas, extrañándose de como te rebajabas a su nivel, mirándolo con grandes ojos.

─Déjame ayudarte.

Sin siquiera dejar que él reaccionase, empezaste a curar sus heridas, ahora lo que se preguntaba era ¿Qué clase de psicópata llevaba una maldita bolsa de primeros auxilios encima? Inmediatamente se deshizo de tu agarre, gruñendo.

─No necesito tu ayuda.

Ibas a negar y seguir tratando sus heridas sin consentimiento pero la voz de otro chico hizo eco en el callejón.

─¡Pah-chin!

Viste como otro chico de pelo corto corría hacia el callejón, mirando la situación en silencio, abriste la boca para hablar pero parecía que no era el momento ya que fuiste interrumpida nuevamente, solo que esta vez por risas socarronas, junto al sonido de huesos crujiendo.

Más delincuentes aparecieron en la escena, el que conociste como 'Pah-chin' se había metido con una pequeña banda que había subestimado y ahora volvían para terminar de machacarlo, vaya, al parecer te habías quedado atascada en toda una lucha, ¿Qué sería lo más apropiado hacer en esta situación? Correr, correr como una desgraciada, pero, eso es lo que haría una persona común con algo de mente, pero, sigues siendo tú, la estúpida que eres.

─¿Oye quienes sois vosotros?

Te cruzaste de brazos, haciendo que todos se callaran, ahora notando tu presencia, descansaste las manos sobre tu cadera frunciendo el ceño a los cuatro hombres mucho más altos, grandes y seguramente fuertes que tu, porque admitamos, no hacías ningún deporte ni ejercicio físico, lo mucho que podías hacer es ser escurridiza gracias a tu flexibilidad.

𝐓𝐫𝐚𝐡𝐬 𝐜𝐚𝐧┃AnimesWhere stories live. Discover now