𝐓𝐫𝐚𝐡𝐬 𝐜𝐚𝐧┃Animes

One Punch Man

Título: Slippery

Capítulos escritos: dos.

Idea general: sólo otro fanfic añadiendo una wawa al manga

Advertencias: ninguna

*(Si alguna vez tengo más tiempo lo sacaré adelante pero por el momento no creo)

Capítulo n. 1

─¡AHHHH! ¡UN MONSTRUO!

─¡Que alguien llame a un héroe!

─¡Evacuen la zona inmediatamente!

Caminaste tarareando, balanceando la desgastada canasta de mimbre que sujetabas en tu pequeña mano, ignorando los gritos de terror de las personas, más concentrada en recordar las cosas que tenías que conseguir para comer debido a tu mala memoria y poca capacidad de prestar atención a algo por más de dos segundos.

─Pan, carne, leche y galletas.

Murmuraste, contando con tus dedos al mismo tiempo que decías los alimentos, casi te tropiezas con una grieta del asfalto, tu atención fue robada al ver como una pequeña planta salía hacia la luz desde el cemento roto, moviste la cabeza concentrándote en tu recado.

─Pan, carne, leche...

Frunciste el ceño, poniendo una expresión agria ante el ingrediente faltante, continuaste murmurando para ti misma los ahora tres ingredientes, mirando el suelo con tanta concentración que si tuvieras rayos láser seguramente habrías destrozado el asfalto. Tan concentrada en recordar eso que te faltaba mientras mirabas hacia abajo que no te diste cuenta de que chocaste contra algo duro, contra alguien.

─Oye... ¿no estás perdida niña? Hay monstruos ahí fuera a los que les gustan las niñas dulces como tú.

Frunciste el ceño, levantando la vista para encontrarte con una especie de monstruo sin ojos, una gran boca dentada en lo que parecía ser su cara y sólo llevaba unos pantalones, hiciste una mueca de disgusto al ver como sonreía, siempre te dijeron que no hablaras con extraños.

─Pan, carne...

Empezaste a sudar cuando la sombra del monstruo al que habías ignorado se proyectó sobre tu cuerpo más pequeño, aunque tu preocupación era por que habías vuelto a olvidar otro de los ingredientes, ni siquiera te inmutaste cuando te levantó del brazo hasta unos minutos después de que aceptaste que no volverías a recordar lo que tenías que comprar.

─¡No ignores a alguien cuando te hable, mocosa!

─Cállate come mierda, por tu culpa se me olvidó la compra.

─¿¡Huh!? Tienes una gran boca para ser una niña, mmh, de mis favoritas...

Tu cara se contorsionó al ver como su gran lengua se movió de un lado a otro, empezando a salivar, y perdiste completamente los nervios cuando la lengua rozó tu mejilla para saborearte, ibas a pegarle una patada pero antes de que pudieras hacerlo el monstruo por si solo se había apartado de ti como si tuvieras la peste.

─¿¡Qué diablos!? Bleagh- que asco, estás salada.

─Heh, muérete.

─¿De qué demonios estáAAAAAHHHH-!?

Te tapaste los oídos para no escuchar los alaridos del idiota que había intentado comerte, si tan solo se hubiera fijado más habría notado tus puntiagudas orejas al igual que las pequeñas antenas que aparecieron cuando te atrapó, antenas las cuales te ocupaste de esconder nuevamente. La lengua del tipo comenzó a derretirse como si hubiera chupado ácido puro, no fue tu culpa realmente, él fue quien activó tu método de defensa involuntaria.