Bonten

256 22 2
                                    

One Shot,

Personajes: Yandere!bonten x motherly!reader (platónico)

*(Ya no hay más, ya paro lo juro xd)

Resumen: Un día especial con tus chicos, un día de recuerdos y torturas

Advertencias: obsesión, comportamientos tóxicos, mención de acoso escolar, sangre, mención de tortura, cosas de yandere









Nunca sabías medir cantidades al cocinar, como no querías quedarte corta, siempre terminabas añadiendo más ingredientes de lo que debías, lo que te llevó a hacer demasiada comida, en este caso, pequeños pastelillos de fresa junto con algunos otros frutos.

Tuviste tiempo de hacerlo en uno de esos extraños días donde no estabas siendo sofocada por la presencia de cualquier ejecutivo de Bonten, tenerte como secretaria les facilitó su accesibilidad a ti, pero por desgracia no pudieron evitar que te relacionases con otras personas, más que nada porque también necesitaban hombres para hacer el trabajo sucio, hombres con los que parecías hablar de vez en cuando, cosa que no les gustó.

Para ti, fueron solo pequeñas interacciones, saludos, pequeñas charlas con los tipos que rondaban por allí, que venían de misiones o guardaespaldas que vigilaban cada esquina en el cuartel, nada realmente importante, sólo estabas siendo amable como lo serías con cualquier otra persona, aunque la mayoría de ellos solo asentiría ante tu presencia o palabras, ya habían sido amenazados y sabían las consecuencias.

Pero eso no evitó que algún despistado disfrutara de tu presencia más de lo que a ellos les gustaría, por no hablar de que tuviste que repartir las sobras de pastelitos entre aquellos hombres, preferirían tirar tu comida casera antes de que esos asquerosos pudieran probarla, pero no pudieron detenerte, al menos, no la mayoría de veces.

Querías pensar que la desaparición de algunas personas con las que hablabas o compartías esa comida sobrante no fuera culpa tuya, al fin y al cabo trabajar con este tipo de criminales te exponía a muchos peligros, pero realmente no sabías que tan lejos tus chicos podían llegar por simplemente sonreír a otra persona.

Dejaste esos pensamientos aparte, agarrando con firmeza la caja llena de pastelillos, llegaste al ascensor del edificio principal, marcando el número más alto, esperaste pacientemente, tarareando la ligera música de espera, al salir simplemente caminaste unos cuantos pasos más y llamaste a la puerta ya muy conocida. Se abrió con un crujido, nada más entrar siendo recibida por un brazo enganchándose a ti en un abrazo flojo, sonreíste al ver a Mikey, ansioso por ver qué habías preparado esta vez, a pesar de no ser sus favoritos, todo lo que hicieras para él, sería una obra culinaria.

─Por cierto, hoy es día de teñir.

─¿Mmmh? ¿Lo es?

Murmuraste ante las palabras de Rindou, fijándote ahora, los chicos que tenían ya parte de su color natural en la raíz de su cabello, te encogiste de hombros sonriendo al menor de los Haitani, asintiendo ante su petición, ganando miradas de lastima por parte de Kakucho, que fue el único que decidió no alterar su cabello original.

Te acercaste a el, frotando sus hombros de manera reconfortante, intentando que su mirada de cachorro pateado no te afectase, le ofreciste una sonrisa que fue suficiente para calentar su corazón, mirando por un segundo las expresiones de sus compañeros para jactarse en silencio ser el que recibía toda tu atención.

─No te preocupes Kaku, me aseguraré de que mi próximo día libre sea solo para ti, podemos hacer esa receta que me comentaste el otro día, o visitar algún lugar que quieras.

Las expresiones completamente amargadas y serias de los demás se convirtieron en pequeñas muecas que pretendían ser sonrisas cuando te giraste hacia ellos, dejaste que Takeomi guiara al grupo a la salida mientras le dabas un último saludo silencioso a Kakucho, que simplemente asintió ante tu acción, en cuanto te perdiste de su vista un ceño fruncido en su rostro.

𝐓𝐫𝐚𝐡𝐬 𝐜𝐚𝐧┃AnimesWhere stories live. Discover now