¿Amarte u Odiarte?

|CAPÍTULO 14|

Me despertó una música ruidosa, coloco una almohada encima de mi cara cubriendo mis oídos para disminuir el sonido pero es inútil, estiro mi brazo a un lado de la cama para tocar a Samuel pero no siento su calor, retiro la almohada lanzandola lejos y veo a mi lado pero Samuel no está, estoy sola, bueno, acompañada de esa ruidosa música.

Me levanto y me coloco una bata de baño, salgo en dirección a la sala y está Sam bailando, saltando como loca en bragas y una camiseta.

Me acerco y detengo la música.

Ella se da la vuelta con furia pero se suaviza al verme.

—Ya me estaba preocupando, no despertabas creí que estabas muerta—dice con sarcasmo.

—Estaba muy agotada.

—¿Mucha follada anoche?

Me quedo quieta y no digo nada, esto es muy privado y ella sabe que no me gusta hablarlo.

Entonces tomé la salida fácil...cambiar de tema.

—¿Dónde están todos?—pregunto al darme cuenta que solo estamos nosotras.

—Fueron a buscar comida, Megan dijo que iría a follar con una ardilla—suelto una risa por eso último—A esa chica le urge un pene—arruga sus cejas y tuerce sus labios.

—Y a mi me hace falta el pene de Samuel ¿crees que tarden mucho?

—Jamás creí escuchar eso de ti, me encanta esta nueva Anthonella que le encanta follar y sale a fiestas.

—Si, si, ya deja el halago...¿cómo van las cosas con Nelson?

Da un suspiro largo y sé que no anda del todo bien.

—Es complicado...él quiere más y yo no quiero, no puedo...no lo sé.

—Con "más" ¿a qué te refieres?

Chismosa Anthonella: Activado

—Él quiere colocar a lo nuestro una etiqueta y creo que eso es innecesario, creo que con que sepamos lo que sentimos basta y para él no es suficiente.

—¿No quieres una relación formal con el enano?—alzo mis cejas en asombro.

—La tenemos, al menos eso creo yo, no quiero decir "oye Nelson, si quiero ser tu novia", porque cada que digo "sí" todo sale mal y no quiero que eso suceda con él...no sé si me entiendes.

—Claro que lo entiendo porque te conozco y conozco tus razones...habla eso con él, sé sincera y cuéntale tus anécdotas de tus relaciones, quizás él lo entienda.

—Lo he hablado con él pero solo dice que eso es injusto e inmaduro, hemos tenido discusiones—suspira y prosigue—Él cree que si no acepto ser su novia me va a perder pero está equivocado porque no me perderá, esto que siento por él es fuerte y firme, y me siento estúpida porque con él soy débil y tonta.

—Una tonta enamorada—lo dije en un susurro, lo dije más para mi que para ella.

—¿Tú estás bien?, digo con Samuel, ¿todo bien?—me pregunta mirando mis ojos.

Doy un suspiro y trago saliva.

Ella nota algo en mí, toma mi brazo y nos sentamos en el sofá una enfrente de la otra.

—¿Qué sucede?—me pregunta con voz dulce.

Lo pienso y lo pienso hasta que se forma un nudo en mi garganta.

—Teng...tengo miedo.

—¿De qué? ¿Samuel te ha hecho algo? ¿te ha hecho sentir mal?—se apresura a decir abriendo sus ojos y viendo mi reacción.