|CAPÍTULO 7|

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—Pediré algo a domicilio—informa Megan.

—Puedo cocinar algo—digo rodando los ojos.

—Eso tardará mucho.

Me quedo sentada viendo la televisión en el sofá, escucho pasos, volteo para ver de quienes son, mis ojos caen en Samuel en bóxer rascando su barbilla.

¡Padre Santo! ese hombre es tan guapo, sus ojos encuentran los míos y sonríe.

—¿Dónde está mi ropa, Anthonella?

No digo nada y señalo la lavandería, agarra su ropa y la de Nelson, observo cada uno de sus movimiento, él nota mi pequeño acoso.

—Si quieres tocar yo no me opongo.

—No...no gracias—me vuelvo a concentrar en el programa de la televisión, escucho su risa y se aleja.

Llega Megan con la comida y todos estamos en el comedor, las caras de Samuel y Nelson fueron las misma que yo puse anoche al ver a Nicholas.

—Me duele la boca—se queja el enano y todos reímos.

Tiene el labio partido, le hice una curación al igual que a Samuel que tiene la ceja partida, le quedará una cicatriz ¡Auch!

—Gracias Megan por dejarnos quedar—digo dándole un abrazo. Ella solo asiente y sonríe.

—Cuando vuelvan a ir a una fiesta, me invitan—dice Nicholas guiñando un ojo y hace un chasquido con su lengua.

—Para que hables de números y de filosofía...naah—Megan golpea su brazo en diversión.

—Claro que sí, Nicholas—digo subiendo al auto.

Me despido y nos dirigimos a casa de Samuel.

—Nos vemos luego—dice saliendo del auto, me da una mirada de despedida.

—Tú papá te va a matar—le digo al enano señalando su labio.

Llegamos y les explicamos lo que pasó, tío Germán regaña a Nelson diciendo "La violencia no es la solución", mamá me da un sermón de: "Tenías que llamarnos, eres muy irresponsable, Anthonella" el típico regaño ¡Dah!

Me despiertan los gritos de mamá al parecer discute con alguien pero de pronto escucho la voz de mi padre y recuerdo que hoy llegaba a casa, papá estaba en un viaje de negocios.

Pero...¿por qué discuten?.

Bajo las escaleras dirigiéndome a la sala en dónde se encuentran ellos, lo primero que veo es a un chico lindo sentado en el sofá, tiene la cabeza entre sus manos y está llorando.

¿Pero quién es éste chico?

Su cabello negro está mojado, sus largas piernas chocan con la mesa del mueble, alza la vista y puedo ver sus hermosos ojos azules que están rojos e hinchados, sus largas pestañas húmedas por sus lágrimas, su labio tiembla, sus músculos tensos. Nunca lo había visto en mi vida, mi vista viaja a mis padres discutiendo, mamá dice algo y le da una cachetada a papá, corro para saber el porqué tan alterados.

—Mamá ¿qué haces? ¿qué pasa?—pregunté metiéndome en medio de ellos dos.

Mamá aplaude mientras lágrimas ruedan por sus mejillas y mechones de su cabello rubio se pegan a su rostro.

—Tú querido padre acaba de destruir esta familia.

—Sulma por favor, déjame explicar—dice papá en un sollozo.

No entiendo nada.

—Lárgate, lárgate, lárgate y nunca vuelvas, Roger—en la mirada de mamá veo dolor.

¿Amarte u Odiarte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora