𝗶𝗻𝗻𝗼𝗰𝗲𝗻𝗰𝗲 𝗹𝗼𝘀𝘁: Inui Seishu.

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¡TW! : Drogas.

📎﹒﹠﹐☆★﹒"me and god we dont get along, so now i sing."


Seishu no tenia idea de en donde estaba parado

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Seishu no tenia idea de en donde estaba parado. Anteriormente se había visto obligado a acompañar a su amigo Kokonoi, "Koko". Este quería asistir a una fiesta, con la esperanza de encontrar algún tipo con ganas de negociar. Inui se percató de que este no era un lugar del todo seguro, y no es que dudara de Hajime, o pensara que no podría defenderse solo en caso de cualquier cosa, simplemente pensó en que todo es posible estar en un lugar como ese, y no creyó que fuera una buena idea dejarlo ir solo.

Un lugar bullicioso, había uno que otro par de incognitos peleando, en alguna otra esquina quizás hasta más que un simple par. Jóvenes gozando del cuerpo de otro en algún lugar oscuro, dejando que sus besos se escuchen por todo el lugar. Chicas bailando al ritmo de la música, disfrutando su juventud. Las luces cambiaban sus colores, aunque lentamente. Un caos hermoso, lleno de emocion.

No se supo cuando, pero de un segundo a otro, Inui ya no encontró a Hajime. Un suspiro cálido salió de sus labios, y prosiguió a buscarlo una primera y última vez.

Camino lentamente, realmente no estaba del todo preocupado, tan solo no queria estar solo en ese entorno. Música caótica le acompañaba, mirando de lado a lado, en todas las esquinas dinámicas. Se perdió en la multitud.

Le llamó la atención una puerta blanca sin ningún tipo de letrero, fue una atracción inmediata, como si fuera el destino , solo que Inui aun no lo sabía. Tardó unos minutos en percatarse de que alguien, tan importante para el como lo es el agua para el ser vivo estaba alli, lamentablemente en una situación en la que jamás se la imagino, uno de los futuros que jamás le deseo a la chica, ni siquiera en los peores de sus pasados ​​momentos.

Era Rei Iruma, una conocida entrelazada sin quererlo con el mundo de la delincuencia, aquella chica que accidentalmente cambió la forma de ver el mundo de Seishu. Suspiró por ella desde que se conocieron, pero jamás se lo dijo y ella nunca lo supo, ni se lo había imaginado. Al pasar el tiempo se separaron, aunque no se encontraran realmente cerca. No volvieron a hablar, nadie sabe el porque, ni siquiera ellos. El joven siempre la extrañó, pero no se atrevió a buscarla, y Rei nunca se atrevió a buscarse a si misma.

Así es como se autodestruyó, la razón de porque estaba en la ruina a tan corta edad. Ahora frecuentaba fiestas como estas, con la esperanza de encontrarse con lo único que le hacia sonreir euforicamente; Drogas. Muchas veces gastaba todo lo que tenia por estas, otras se metia en problemas con gente peligrosa, solucionandolos misteriosamente. Y otras se mezclaba con la gente y solo aprovechaba la oportunidad, esta era una de esas veces.

Miraba a su reflejo en el espejo que tenia en frente, ya no escuchaba correctamente a las chicas gritonas que tenia al lado. Habia olvidado como habia conseguido hacerse su amiga, pero eso ya no importaba. Las chicas inhalaban cocaina a su lado, cuando dijeron su nombre, invitándola. Fue de inmediato, después de todo apenas era un paso a dar. Pero un rechino en la puerta les interrumpió, pegaron un salto y se molestaron ante la interrupción de quien estaba detrás de la puerta. Luego de que le gritaran que cerrara la puerta, el silencio inundo aquel lugar, pero únicamente para Inui e Iruma. S us oídos decidieron que escucharían nada más que los latidos del otro, y sus ojos se encontraron profundamente. Se rompió el silencio cuando el nombre del chico fue nombrado por los temblorosos labios de Rei.

- Yo...¿Inui? - Ya no sabía porque preguntaba por su nombre, reconoció de inmediato su rostro, su característica cicatriz, y cada facción de su rostro. Apenas se dio cuenta cuando caminaba hacia el, no estaba pensando, su cuerpo solo se movio solo.

En cambio, Inui no podía moverse, el nerviosismo se apoderó de él, al tener a esa joven que ya hasta parecia un sueño imposible frente a él, caminando hacia él, y diciendo su nombre.

- Iruma... - Se atrevió a decir, finalmente. Sus labios temblaban, pero eso ya era costumbre para el, pasaba siempre que decia su nombre. Ella paró, estaba cerca de el, escuchaba perfectamente su respiración agitada. - ¿Que haces acá? - Preguntó la chica. Miraba fijamente a sus ojos, siempre le encantó, aunque fuera en el fondo de su corazón.

- Yo... Acompañaba a Kokonoi... - El suspenso abundaba, pero estaba bien, ambos se sentian tan felices por volver a verse que eso no les importaba, tanto asi que parecia que todo el espacio fisico habia desaparecido unicamente para dejarlos tranquilos , como una ceremonia por haberse encontrado. Pero la mente de Seishu se aclaró.

- ¿Qué haces, Iruma? ¿Que haces tu aqui, como llegaste a esto? - Se acercó levemente a su rostro mientras lo decía. - Salgamos de aquí, Inui. - Evadió la pregunta, pero sin quererlo la respondió, o al menos eso entendió él.

Evitó decir algo más, tomó su mano para llevarla al exterior. Se olvidó de Koko, al final, el se había metido aquí, y si tenia problemas Seishu nunca tuvo la obligación de lidiar con ellos.

Un aire frío acarició el rostro de ambos al salir de ahí, por alguna razón, ya no se escuchó la música ni el ruido de allí dentro. Soltó la mano de la chica, pues al salir de ahí, ya no habian razones por las que seguir tomandola. Aunque eso era lo que deseaba, seguir tomando de esa mano, aquella mano que no pudo sentir en tanto tiempo. Era fria, hasta frágil, pero a Inui le encantaba, adoraba eso. - Y bien... ¿No quieres contarme como llegaste a eso? - Mencionó, finalmente.

Un nudo se formo en la garganta de ella, se limitó solo a ver a otro lado, en ese momento no se atrevió a observar esos tan profundos ojos celestes. Seishu se sentó en un pedazo de cemento que estaba cerca, deseando volver a escuchar su voz. Invitó a Rei a sentarse junto al silencio, como si tuviera telepatía.

Ya estaba claro que tenía una conexión, pues aunque ella nunca lo escuchó de su boca le siguió. - Te extrañe, enserio, Inui.- Su voz se quebraba, el chico no se percató de que lagrimas se escurrían por las tan palidas mejillas de Iruma, debido a que ella se encontraba mirando al piso, y él ya no sabia a donde mirar . - Te extrañé tanto... No tienes idea de cómo... No lo sabes.

Cuando se percató, no creyó que tuviera el derecho de responder, pues decía la verdad, nunca se lo imaginó. Puso su palma en su espalda, un escalofrio recorrió su cuerpo al sentirla otra vez, y una sonrisa se dibujó en su rostro de inmediato.

- ¡Respondeme! D-Dios mio, Inui, ¿Siempre te quedarás callado cuando te digo lo importante que eres para mí?

Se sintio tan arrepentido cuando se volteó bruscamente para verlo, sus lagrimas caían cada vez más a montones. Inui ya no sabia si fue un error o no. - Lo siento, Iruma... Yo... Enserio te extrañé, pero de una manera tan distinta.

¿A qué se refiere? Se preguntaba la chica, mordía su labio haciendo su mayor esfuerzo para no soltar un grito liberando aquel nudo en la garganta que le acompañaba. Pero no se controló.

Se levantó con fuerza, con ambas manos en su pecho apretando sus prendas. - ¿¡A qué mierda te refieres!? ¿Enserio eso es lo unico que me puedes decir? ¡Dime algo que me sorprenda, dime lo que he estado esperando todo este tiempo!

No sabia que era lo que esperaba, no sabia que sentia. Estaba enojada por la actitud de Inui, pero se habia acostumbrado, sabia perfectamente que el nunca se atrevia a tomar la iniciativa. Estaba triste por que su encuentro hubiera sido asi, que le hubiera visto de esa manera. Pero más que nada, estaba tan feliz por volver a verlo, por sentir su calida piel otra vez, por dirigirle la palabra una vez más.

Seishu se levantó también, se acercó a ella mientras le brindaba una sonrisa melancólica a ella y a la luna. Sin alguna palabra, solo la abrazó con toda la fuerza que se contuvo en todo este tiempo.

- Enserio te extrañé, te lo juro por todo lo que me da vida... Te amo, Iruma.

Ambos se quedaron sin palabras, Rei, con sus manos tan frias correspondió aquel abrazo mientras las lagrimas seguían cayendo, le abrazo con fuerza, provocando que el llanto se le contagiara a Inui.

En ese momento supieron que su amor era correspondido, un momento tan triste y hermoso que existirá por siempre en su memoria.

"Cuando hablas es como una pelicula, y me vuelves loca."



، ‹ 𝘈 𝘋𝘳𝘦𝘢𝘮 | 𝐓𝐑 one shots y hc. : 英 🕷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora