𝗴𝗶𝗿𝗹𝗶𝗲 : Senju Akashi.

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📎﹒﹠﹐☆★﹒"ella flota, nunca está en ninguna parte."

Sus brazos se posaban sobre una baranda fría que la apartaba del mar

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Sus brazos se posaban sobre una baranda fría que la apartaba del mar. Hacía 20 minutos que Nao se encontraba ahí, su cabello revoloteaba por los aires y suspiros se escapaban de sus labios. Ella esperaba una chica de cabello blanco, tal y cómo la nieve que podía ver en sus sueños, de aspecto inocente y portadora de una personalidad cómo ninguna otra, Senju Akashi era joven extremadamente fuerte, que había prometido alguna noche pasada que la protegería sin importa qué, ella era alguien especial.

Cuando escuchó pasos chocar contra el pavimento rápidamente, de inmediato supo de quién se encontró, giró sobre sus pies y alzó los brazos, Senju venía corriendo, se veía preocupada. Cuando al fin llegó a su lugar ella paró y le abrazó cálidamente, sus brazos eran fuertes y le cuidaban, Nao sonrió y correspondió.

Siento haber llegado tarde. - Tomó sus hombros y se separó, ambos observaron el mar frente a ellas, las olas chocaron contra la arena y su sonido volvía todo más bello. Se sonreían, el viento desordenaba su cabello pero no era realmente una molestia, en realidad nada lo sería en un momento tan personal.

No te preocupes, ¿De qué querías hablar? - Nao estaba interesada en saber, pues la noche anterior, Senju le había citado justamente en el lugar en el que se encontró, sin embargo, el motivo sería una sorpresa, la peli roja no tenía idea alguna de sus intenciones, y su acompañante, tragaba saliva en un intento por calmarse y dejar ir todo lo que debía decir.

Akashi se volteó, suspiró y sus manos se dirigieron a su bolsillo, buscó un par de segundos dejando que Nao esperara, y sacó una cajetilla de cigarros mentolados acompañados de un encendedor, observaba fijamente a la espuma de mar que dejaba el agua a su paso , y por un momento, añoró que todo lo que estaba haciendo valiera la pena. Dos de sus dedos tomaron un cigarro y lo llevaron hasta la entrada de sus labios, aspiraba y dejaba ir el humo, que se ve esparcía por todo su espacio. Se acercó a su invitada especial y cada facción en su rostro.

Ah... no sé cómo decirlo. - Ella respondió a su pregunta frunciendo el seño, mordía sus labios con nerviosismo y pudo dudar a su contraria. - Senju, sabes que puedes contarme lo que quieras, ¿verdad? - Ella puso su mano en su hombro con delicadeza, cuando al fin se dedicó, Senju la tomó y la entrelazó con la suya.

¿Aun si tienes que ver en ello? - Apretó su palma, ella temblaba, los nervios se la comían. El sonido de las aves les acompañaba melódicamente, no importaba que estuviera sucediendo en el exterior, solo importaban ellas. - Aun así. - Desde aquel supo perfectamente de que se trató momento su encuentro, esperaba las dulces palabras de Senju, para poder responderle cómo siempre deseó.

Ya está, lo diré. - Senju apagó la colilla de su cigarrillo en la planta de su zapata, mientras Nao seguía expectante, ella la guardaba en algún bolsillo. - Nao... Me gustas... No. En realidad, siento demasiadas cosas por ti, de ese tipo de cosas que no puedo explicar. - Ella observaba al paisaje, en un intento por evitar la mirada de su acompañante.

Mientras tanto, Nao se mordía la lengua. Desde que le conoció que deseaba tenerla a su lado, que el sentimiento sea reciproco y poder confesarse acompañado del viento y las palmeras haciendo su baile característico sobre sus cuerpos. Este era el momento, Mitarai no se sentía quien para guardarse las palabras, tomó las manos de Senju nuevamente y buscó su tacto. - Senju, no siempre tienes que explicar las cosas con palabras. - En aquel instante, Nao tomó su mejilla y se percató de lo fría que estaba, pero, sin importarle, se acercó a su rostro y busco sus labios, esta fue su respuesta.

Las pestañas de Senju se cerraron, sintió como ambos corazones palpitaban en una misma melodía, como si estuvieran imitando a alguna antigua canción que hubiera sido escrita con lagrimas tan llenas de amor como lo estaban las dos chicas ahora. Sus brazos se entrelazaban en un abrazo y aquel beso pronto se convirtió en lo mas bello que jamás hubiesen sentido. El sabor a humo de Akashi simplemente pasaba desapercibido y solo se atrevían a escuchar las olas chocar detrás de ellas.

No importaba nada, ni los autos pasando por la carretera o los dolores que habrían pasado. No interesaba lo que pasaría o lo que paso, todo se trataba de ahora, ambas eran victimas del destino y no les importaba serlo en lo absoluto, cada una sentía aquel deseo cegador por proteger a la otra de cualquier cosa que se interpusiera en sus caricias y cariño. Eran culpables de un mismo crimen, quererse como nadie en aquella ciudad.

Al pasar ciertos segundos, ellas se separaron y sonrieron al sentir la brisa acariciar sus rostros, seguian en un mismo abrazo, y ver a los ojos de la otra era realmente lo único que eran capaces de hacer. - ¿Puedo hacerte una pregunta? - Senju rompió el silencio, y tomando sus frías manos estaba lista para su proxima propuesta. - Lo que tu desees. - Nao respondió.

Es complicado... ¿Te gustaría estar conmigo? Ya sabes... - Ella se ocultaba en su propio cuerpo, aquellos sentimientos que rondaban en su cabeza y cuerpos eran imposibles de entender a profundidad, pero que más da, aquel dia ambas se darian cuenta de lo bella que es la vida teniendo a la persona correcta a su lado, eso eran para la otra, su otra mitad, un bonito poema escrito por dos.

No logro entender por que si quiera me lo preguntas... Senju, en serio te quiero. No, en realidad, si me permites serte sincera, esto va más allá, te amo. - Los sonidos atmosfericos naturales que les rodeaban parecian desaparecer al escuchar sus propias voces, Senju pudo sentir su interior calentarse y todo lo que le pertenecia se comenzo a sensibilizar. Nunca habia escuchado palabras tan bonitas ser dirigidas a ella, las lagrimas decoraron sus mejillas y sonreia ya de manera totalmente sincera. - Yo también te amo... En serio, creo que jamás conoceré a una persona que me haga sentir tan viva como lo haces tú.

Nao le envolvió en suave abrazo lleno de emociones al escucharle, no sabia qué, pero habia algo que le permitia saber con total confirmacion que Senju era la persona indicada, quien lograria que cada noche y mañana fuera la más bonita que haya vivido.

Bajemos a la playa. - Terminó por tomarle la mano y llevarla a la costa, sabia a la perfeccion no habia un lugar mas perfecto para ellas dos. El sol ya se despedía y hacia frio, pero sin embargo, eso no era un detalle importante, con la calidez de sus propios cuerpos se las arreglarian.


، ‹ 𝘈 𝘋𝘳𝘦𝘢𝘮 | 𝐓𝐑 one shots y hc. : 英 🕷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora